8. La Intuición

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Luego de terminar de comer, salimos del restaurante, que era un restaurante de carretera, cabe destacar, nos desviamos un poco para entrar a la ciudad y así buscar un hotel.

Al encontrar el hotel donde íbamos a dormir, repetí la misma rutina para quedarnos en una habitación. Una vez hecho eso, subimos hasta nuestros aposentos temporales para poder descansar y no tardamos ni diez minutos en quedarnos dormidos.

Me desperté muy temprano, alrededor de las 7:00AM y Jeremy seguía durmiendo.

La razón por la cual nos quedamos en un hotel en la ciudad era simple: Quería poner las habilidades de cocina de Jeremy a prueba y entrenarlo al mismo tiempo, por lo que nos quedamos en una habitación con una pequeña cocina. Además, el hotel quedaba cerca de un mercado, por lo que tenia otro punto a favor.

Fui al baño a cepillarme los dientes, me vestí con una camisa a cuadros con las mangas cortas, unos jeans grises y unos zapatos casuales, nada muy formal; tomé algo de dinero en efectivo y salí a hacer compras.

Salí del hotel y caminé hasta llegar al mercado. Una ve ahí, compré todos los ingredientes necesarios para preparas cualquier tipo de platillo imaginable, aunque en porciones pequeñas.

Cuando compré todos los ingredientes, regresé al hotel, coloqué las dos bolsas llenas de comida sin preparar en la cocina y vio el reloj, eran casi las 8:00AM, así que me dispuse a despertar a Jeremy para realizar la prueba.

— Jeremy, es hora de despertar— Lo moví un poco para despertarlo.

— ¿Que hora es?— Dijo haciendo un vocal fry muy muy ronco.

— Hora de tu segundo entrenamiento— Mi intuición me decía que apenas le dijera sobre el entrenamiento se levantaría como un relámpago, y así fue.

— ¡Perfecto! Es interesante que entrenemos tan temprano— Corrió al baño para lavar sus dientes con el cepillo de dientes que le había dado.

— Lo se, pero también es interesante que sea en ayuna y eso es por una razón— El chico estaba lavando sus dientes, pero también me estaba escuchando así que continué hablándole— Verás, ahora entrenarás la intuición. La intuición es muy importante, pues saber improvisar, saber reaccionar, saber intuir o como quieras llamarlo, puede sacarte de cualquier situación complicada en la que no poseas un dominio o conocimiento global de la situación.

— Muy bien, entiendo que es importante que mi intuición sea concreta— El chico había terminado de cepillarse los dientes— ¿Qué voy a hacer para entrenarla?

— Lo tengo preparado... ¿Ves esas bolsas con comida que están encima de la cocina?— Jeremy se sorprendió al verlas, pues no lo había hecho— Vas a preparar el desayuno. Según lo que llevas conociéndome, debes intentar preparar el mejor desayuno posible, es decir, el desayuno que más me guste, pero solamente vas a utilizar la información que sabes de mi hasta ahora ¿Entendido?

— De acuerdo ¿Qué harás tu mientras cocino?

— Voy a bajar— Dije mientras tomaba mi ajedrez de viajes— Nunca falta la persona que quiere jugar ajedrez en la mañana, así que voy a bajar en busca de un juego.

— Muy bien ¡Que tengas suerte!.

— Gracias— Dije y sin decir mas bajé a la piscina.

Al llegar a la piscina, me senté en una mesa, acomodé las piezas de mi ajedrez y me dediqué a esperar. No pasó mucho tiempo antes de que un señor algo mayor se sentara en mi mesa.

— Buenos días señor ¿Le apetece una partida de ajedrez?— Le pregunté con entusiasmo, pero de una manera muy tranquila.

— Por supuesto, nada me gustaría más— A mi rival le tocaban las piezas negras.

Los Cinco SimbólicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora