Las horas pasaban demasiado lentas para el guardián de la diversión, nunca había deseado tanto que fuese de noche.
Contaba los minutos para volver a ver a su nuevo amigo, ansiaba ver otra vez a Peter Pan.Jack había estado toda la tarde esparciendo una ligera capa de nieve por todos los tejados de Londres, siempre le habían parecido encantadores los paisajes cubiertos de blanco.
El Sol se escondió dejando paso a la Luna y las estrellas, el pequeño espíritu del invierno se sintió más emocionado que nunca. La espera para él había terminado al fin, podría volver a ver a su nuevo amigo.
Voló directamente hasta la casa con el número catorce en la puerta y esperó ansioso en el tejado. En pocos minutos un pequeño niño con traje vistoso se encontraba haciendo un aterrizaje en la chimenea, haciéndolo sonreír al ver que había cumplido su promesa.
—Creí que no vendrías —dijo con alivio.
Peter lo miró con curiosidad pero terminó por girarse para asegurarse de que a quién le hablaban era a él.
—¿Hablas conmigo? —señaló su pecho.
—Sí, contigo —respondió extrañado de la actitud de Peter.
—¿Quién eres? —dijo inclinando su cabeza.
Jack se quedó desconcertado, no podía creerse que él lo había olvidado tan pronto.
—Soy Jack Frost.
—¿Jack Frost? —repitió confundido.
El mayor sintió como sus ojos comenzaban a picar, se sentía tonto por creerse que alguien realmente quisiera ser su amigo. Peter ni siquiera lo recordaba.
—Tú dijiste que serías mi amigo —murmuró bajando la mirada.
Un brillo de inteligencia apareció en los orbes esmeralda del niño, recordándole todo lo sucedido la noche anterior.
—Oh, Jack —asintió—. Lo siento, me olvidé por un segundo.
Peter Pan a veces olvidaba las cosas con facilidad, era un poco distraído por lo que era necesario presentarse más de una vez con él.
—Te olvidaste de mí —susurró dolido.
—Me pasa muy seguido, no es tu culpa. Algo está mal con esto —sonrió señalando su propia cabeza.
Una tenue sonrisa se dibujó en el rostro de Jack al recordar que Peter también había olvidado a Campanita, se sintió mejor al saber que no era sólo con él.
—¿Igual que ayer? —le recordó.
—¿Lo ves? A veces soy distraído pero no significa que yo quiera olvidarme de ti. Sólo debes decirme tu nombre y eso bastará —le aseguró.
—Está bien, lo haré —asintió.
Jack trataba de convencerse de que Peter estaba diciendo la verdad, quería creer que no se olvidaría de él. Después de todo Peter parecía muy seguro con lo que decía, no podía ser una mentira.
—¿Dónde está Campanita? —preguntó al notar que no venía con él.
El menor miró a su alrededor y al no verla sólo se limitó a encogerse de hombros.
—¿No vas a buscarla, Peter?
—Estará por ahí de curiosa, le gusta tomar botones que se han caído en algún rincón. Ya aparecerá —dijo restándole importancia.
Jack hizo una mueca de preocupación pero no volvió a retomar el tema, después de todo recordó que él no le agradaba mucho a la amiga de Peter.
—¿Ya habrá empezado el cuento? —dijo cambiando el tema de conversación.
Ambos se sentaron cerca de la ventana, trataron de ser cautelosos para no ser descubiertos por ningún miembro de la familia Darling. De vez en cuando se miraban y compartían sonrisas de complicidad o murmuraban comentarios sobre el cuento.
Para Peter estaba resultando mil veces mejor escuchar cuentos con Jack, ya que Campanita rara vez se interesaba por las historias de princesas.La madre de los niños Darling esa noche les había contado la historia de La Bella Durmiente.
Peter estaba encantado con el hecho de que no sólo hubiese una hada, había tres hadas en esa historia. Sin contar que las hadas también habían cuidado de la princesa, como Campanita lo hacía con él.
Una de las cosas que más le habían gustado del cuento era lo valiente que era el príncipe, después de todo él había vencido muchos obstáculos para poder despertar a la princesa.
Sin embargo el niño no dejaba de darle vueltas a una pregunta, se repetía una y otra vez en su cabeza. Sabía que era una idea un poco extraña lo que lo hacía temer que Jack pensara lo mismo, pero se armó de valor y se atrevió a decir la pregunta en voz alta.
—¿Alguna vez has escuchado un cuento que sólo hable de un príncipe? —dijo con nerviosismo.
Jack pareció pensarlo mucho, arrugó su nariz intentando recordar pero nada se le venía a la cabeza.
—Creo que no, tal vez no existen.
Los ojos de Peter se apagaron, se preguntó porqué un príncipe no podría ser el protagonista.
—¿Por qué no?
—No lo sé —se encogió de hombros—, siempre la historia se trata sobre la princesa.
—¿Y si un príncipe no quisiera a la princesa? ¿Qué tal si él sólo quiere divertirse cazando dragones? —cuestionó alzando una ceja.
Jack Frost miró con fascinación a Peter, en ese momento le pareció que sí era tan listo como decía.
—Nunca lo había pensado así —admitió Jack.
—Tal vez hay un príncipe al que no le gustan las princesas —comentó.
Jack sonrió al escucharlo decir eso, por alguna razón le alegraba que pensara de esa forma sobre los príncipes. Tal vez no todos querían a una princesa.
Ambos niños habían creado una rutina.
Cada noche se veían en el tejado de la familia Darling para escuchar un cuento, después hablaban y jugaban por horas hasta que Campanita decidiera que ya era suficiente. Ella solía ponerse muy fastidiosa haciendo que ambos niños tuvieran que despedirse.Para Jack las despedidas siempre eran la peor parte del día, odiaba tener que despedirse de Peter porque eso significaba que tenía que esperar por interminables horas para volver a verlo.
Peter siempre intentaba animarlo diciéndole que no debía ponerse triste, después de todo él había prometido volver cada noche para escuchar cuentos juntos.Al séptimo día Jack Frost lo esperaba como de costumbre en el tejado, había estado ansioso. Mientras esperaba no dejaba de mover sus pequeñas piernas en la orilla del tejado, en su cabeza repetía una y otra vez el chiste que Conejo le había contado. Le había parecido graciosísimo y quería contárselo a Peter.
Los minutos pasaron y Jack se convenció de que tal vez Peter se retrasaría un poco. Las horas llegaron y con ellas el sentimiento de tristeza que con el transcurso del tiempo se hacía más presente en él.
Peter Pan nunca llegó.
❄⭐
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E♡15/Noviembre/2016
3/Mayo/2020
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Peter Pan y Jack Frost (Pausada)
Fanfiction"Todos los niños crecen y se hacen adultos. Todos excepto dos." Wendy Darling no encuentra la sombra de Peter Pan, en su lugar es Jack Frost quien lo ayuda a buscarla. Basado en la historia original de Peter Pan y Wendy