PRÓLOGO

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 Madrid, España.

2011.

—  ¡¿Qué pasa porque gritas tan fuerte?!

Decía mientras escuchaba las voces.

—No puedo, es muy fuerte, ¡déjame en paz!

—No lo quiero, no lo deseo, déjame ya no quiero seguir así.

El cuarto se tornaba obscuro, otra vez como las veces en que me enojaba y tiraba todo a la basura. Estaba aquel papel en blanco con aquella tinta que nunca escribía, aquellas fotos del ayer pero ya no me veía como antes, había cambiado, esa dulce e inocencia que existía en mi corazón se había exhumado, huido de ese rincón.

Las cicatrices hablaban lo hacían para calmar mi dolor, estaba perdida y nadie se percataba.

Mamá no estaba, se perdía todo el día en el trabajo, Papá ya no está con mamá, ambos discutían tanto que sólo se hacían daño, así que decidieron lo mejor de su vida, que era irse por su camino.

Tenía una hermana mayor, la cual las drogas la mataron por dentro poco a poco y la perdieron, la perdimos, se nos fue hace ya 5 años de eso. La extrañaba me hacía tanta falta, recuerdo de pequeña, éramos las mejores, juntas lográbamos mover al mundo, ¿En qué momento la perdí?, ¿En qué segundo se perdió?.

Ahí están otra vez no me dejan en paz, las escucho todo el día y todo el tiempo, no saben qué sólo quiero que se vayan lejos.

Pero esto antes era distinto yo era feliz, era la persona más feliz del mundo...







Camila, las sombras de mi inocencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora