Guadalajara,Jalisco.
Agosto 2003.
"La muerte y el amor
son inevitables"
Había pasado tiempo desde aquella reunión, mientras tanto las cosas en mi familia no habían cambiado. Me encontraba pensativa así que decidí visitar a mi amiga Luisiana. Me incorporé lentamente y escuché como un sonido provenía de la puerta, me acerqué y entonces.
—¿Me esperabas?— comentó mientras me observaba sonriente.
Sorprendida la abrasé y entre risas expresó que iría de compras con sus amigas y tendría que acompañarla. Me resistí pero ya que insistía accedí. Tomé las llaves de mi casa y cerré cada puerta con delicadeza. Al salir contemplé un carro de lujo deportivo color rojo, al observar mi reacción ella me explicó que había sido un regalo de sus padres cuando cumplió quince años. De camino hacia el centro comercial reflexionaba acerca de mi hermana, mi amiga preocupada cuestionó en que pensaba ladeé la cabeza de un lado a otro, Luisiana mostró una mueca la cual expresaba que no estaba convencida de mi respuesta.
Pronto llegamos al lugar y bajamos emocionadas del automóvil. Nunca había conocido aquél lugar, y resultaba hermoso, contemplaba de un lado a otro y quería comprar todas las cosas que se encontraban. Mi amiga me sonrió y caminamos hacia un pequeño lugar donde vendían ropa.
— No haz dicho nada en todo el camino, ¿qué sucede? — suspiró— o ¿vas a negarlo de nuevo?.
— Sólo estaba pensativa, todo está bien.
— Diviértete esta vez, no te preocupes por tu familia. Hazlo por mi, ¿sí?.
Asentí y en ese instante una de las amigas de Luisiana gritó emotiva al observar una prenda, sonreí ya que todas las adolescentes se comportaban de la misma manera. En ese instante, mi amiga dejó caer entre mis manos un suéter.
— Te queda,¡tómalo!.
— No, no gracias— argumenté apenada.
Mi amiga lo arrebató de mis manos y escuché como cobraba con sus tarjetas. Cuando de pronto desvié la mirada observé que, a lo lejos se hallaba un hombre yo lo conocía. Se trataba de; Julio. Traté de no tomar importancia y entonces Luisiana echó un grito emocionada.
— ¿Ya viste quién está allá? —argumentó Luisiana entusiasmada.
Debido al grito apasionado de su amiga, Julio se dirigió hacia donde nos encontrábamos. Sentía el correr de la sangre por mis venas al contemplar su presencia, un cosquilleo en el estómago de nuevo. ¿Qué era esto? y ¿Por qué me tenia tan mal sentirme así?. Rápidamente Luisiana comenzó una plática con él yo volteaba de un lado a otro, intentando distraerme con otra cosa. Mis manos transpiraban con velocidad y podía percibir su mirada sobre mi.
— Voy al baño — expresé de forma repentina.
Ambos asintieron y me aleje lentamente, tal vez también era la forma de distanciarme de Julio, quería huir de aquél sentimiento que me tenia tan asustada. Pasaron los minutos y no me decidía si salir o no. Hasta que escuché a mi amiga llamarme, entonces salí con una sonrisa en la mirada, pero no se encontraba sola estaba acompañada de aquél joven que aún no conocía bien, pero sentía que lo conocía de toda la vida.
— ¿No vas a hablarme? — cuestionó mientras me observaba.
— Lo siento, es que soy algo tímida.
— Voy con mis amigas, nos alcanzan— exclamó mi amiga mientras se alejaba.
Sonreía y me hacia señas desde lejos levantando los pulgares. ¿Y ahora que iba hacer?. De pronto percibí que Julio me contemplaba curioso, entonces entendí que me estaba hablando.
— Lo siento, ¿qué decías?.
Aquél echó una fuerte risa, explicando.
— Tal parece que eres tímida y distraída, ¿verdad?— añadió— pero eres muy madura para la edad que tienes.
— ¿Por qué lo dices?.
— Luisiana me ha contado como cuidas a tu hermana siendo mayor que tú y la forma en que te expresas.
— Si yo no me encargo de ella, nadie mas lo haría.
Observé como Julio bajo la cabeza, tal vez se dio cuenta que no pienso como una niña. Entonces contemplé como Luisiana salia con sus amigas, entonces me despedí de él rápidamente. ¿Por qué no quería irme?, no quería separarme de él.
Comencé a correr y de pronto las alcancé, mi amiga me sonrió sospechosamente. Me cuestionó acerca de mi relación con con él, explique que sólo era un amigo. En ese momento sacó una bolsa y me la entregó.
— Esto es tuyo Cami .
Se trataba del suéter el cual había comprado para mi y unas botas de color café. Sonreí ya que tenia una buena amiga en quién confiar la cuál no cambiaría por nada. Salimos del centro comercial y pronto nos subimos a su automóvil. Luisiana prendió la radio y pronto todas sus amigas, emocionadas comenzaron a vocear una canción, solté una carcajada ya que las adolescentes me parecían muy peculiares, puso en marcha el coche y salimos con rapidez del estacionamiento.
— Ojalá este momento nunca terminara — pensé.
Hola!! ya se que tal ve me están odiando en este momento, pero en verdad vacaciones, luego escuela y mi salud fueron cosas que no me permitieron escribir. Sé que deje la novela mucho tiempo, pero ahora si me lo permite dios, claro, estaré por aquí y ya no me iré. He estado pensando y tengo dos novelas en puerta. Sé que las dos serán de su gusto o eso espero. Pido una disculpa de antemano a todos los lectores ya que parte de mi irresponsabilidad que no escribí, amó escribir pero también he de confesar no estaba pasando por el mejor momento de mi vida y me gusta trasmitir buena energía, hacerlo con gusto para ustedes que se lo merecen todo ya que sin ustedes no seria posible, Gracias y espero puedan comprenderme y tratare de ponerme al corriente con todos los capítulos, se vienen cosas mejores y puedo decirles que la novela se pondrá muy buena así que este es el principio, Gracias por leer y una disculpa repito, nos vemos pronto...
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Camila, las sombras de mi inocencia.
Teen Fiction¿Quién destruye nuestro destino?, ¿Es la vida o nosotros mismos?. Una historia que narra la vida de una joven llamada Camila que al paso del tiempo su vida va cambiando de una forma irremediable debido a la pérdida de su hermana mayor y dos amores...