Capítulo 10

1 0 0
                                    

Era frío, estaba oscuro. ¿Dónde están los demás? No veo a Brandom por ningún lado. Kayle y Carl tampoco están.

¿Dónde estoy?

¿Por qué llevo esto puesto? Es una especie...

-Llegas temprano- dijo una voz grave que salía de la oscuridad. Esa voz, me es tan conocida. ¿De quién es?

-¿Quién eres?-pregunté con un hilo de voz, esta tan frío este lugar.

Un silencio mayor se apoderó del lugar, hasta que por fin esa voz contestó algo, pero estaba segura que no me contestaba a mí.

-El número i3 no me reconoce

-¿Número i3? ¿Porqué soy una letra y un número?- me empezaba a impacientar-¡Dímelo!-exigí.

-Se vuelve violenta. Regrésenla.

-¡No! ¡Muéstrate!

El frío se volvía casi insoportable, una capa de humo de hielo seco se empezó a levantar. Yo no podía dejar de toser hasta que sentí que caía y caía al vacío. Me dejé llevar.

-¿Cuanto tiempo tenemos?-dijo Kayle desilusionado.

-¿Tiempo para qué?- pregunté aún medio dormitada.

-¡Hola!- dijo Kayle tan animoso mientras caminaba hacia mí.

-Estos tortolos-se quejó Carl.

Rodeé mis ojos y Kayle se abalanzó con cuidado hacia mí y me dio un tierno beso. Sí. Creo que me puedo acostumbrar a esto.

-Hola-dije después de poder separa mis labios de los de Kayle.

-Hola-respondió él colocando sus labios de regreso a los míos.

-¿Dónde esta Brandom?-pregunté a la vez que empujaba a Kayle para separarnos.

Ambos se miraron y contestaron al únisonido:-Afuera.

Y en ese momento la euforia matutina se esfumó.

-¿Afuera? ¿Porqué ustedes no están con él?-me empecé a levantar como podía, pero Kayle me detuvo.

-Tranquila ¿si?

-Oye, el chico necesitaba ir al baño. No pienso ir a acompañarlo y ver como hace lo suyo-dijo Carl.

-¿Cuánto tiempo lleva ahí solo?-pregunté aún insegura.

-Un rato, quizás esté haciendo del dos-dijo Carl pero no lo convenció esa respuesta-¿Del dos es? ¿Cómo saber cuál es el uno y cual el dos? Me parece que el que lo inventó debería haberlo hecho más fácil aunque de por sí ya es tonto ponerle números. ¿No lo creen? Si alguien le puso número yo le puedo poner no lo sé...¿letras? No mejor aún esa frases muy comunes. Como... el ave está dejando el nido y está lloviendo en el mar. Si necesitamos decirlo secretamente para que nadie se entere usamos esas frases y –gesticulando sus manos-¡Boom! Nadie sabría que iríamos a hacer. Nadie se lo imaginaria.

El ave está dejando el nido y está lloviendo en el mar ¿es en serio? ¿Éste chico es un ex militar? No me lo quiero imaginar cuando dividían secciones o hacían movimientos usando códigos. Y yo ahora preocupándome por las palabras claves y casi se me olvida de mi hermanito.

-Hermano, ¿es en serio? ¿Llueve en el mar? ¿En qué contexto utilizarías eso?

-Umm... bueno... me debo ir presiento que puede llover en el mar-contestó Carl con duda.

-No puedes haber dicho eso. Es lo más tonto que he oído.

-Si no te gusta usaremos palabras claves. Figgi y Plack ¿Qué tal?

-¿Figgi y Plack? ¿Qué onda? Eso está peor aún...

-¡Chicos dejen de hablar de estupideces y vayan a ver a mi hermano!-interrumpí ya con la paciencia agotada.

Luego de un rato volvieron, yo ya estaba enfadada y asustada. Si algo le pasara a Brandom...

Unos pasos se sintieron y la voz quejosa de Carl escuché primero:

-No me importa si es tu chica, si es tu amor o lo que quieras. La próxima vez que me haga buscar a un niño para ver cómo orina juro que usaré mi entrenamiento militar- de un salto bajó, miró hacia mi lado y con una de sus mejores sonrisas falsas me dijo: - Hola cariño, encontramos al pequeño, sano y salvo.

Después de rodar mis ojos Kayle y Brandom bajaron.

-May estoy algo mayorcito como para que mandes a buscarme-dijo Brandom con la cabeza baja y después me besó en la frente y se fue a la esquina.

Quizás fui algo lejos mandando a los dos. Con uno bastaba.

Carl y Kayle se pusieron a hablar y yo sin nada que hacer usando una piedrita pequeña empecé a dibujar en el suelo.

-¿Qué dibujas?- preguntó mi pequeño hermanito.

Sin darme cuenta todo el piso de mí alrededor tenía dibujado espirales y algunos se conectaban con otros o nacían en algunos.

-Pues...no lo sé-contesté algo confundida sin saber cuánto tiempo llevaba haciendo esto.

-Bueno... no importa. Tenemos que decirte algo-dijo Carl.

-¿Qué sucede?

-Lo inevitable.

-Ya habla.

-Se nos termina la comida, Kayle y yo estamos pensando en salir y buscar más.

-¿Cuándo?

-Tu pie mejorará pronto-interrumpió Kayle- cuando se cure iremos.

-¿Estás loco? Le quedan por lo menos dos semanas más y la comida durará menos de cuatro días.

Carl tiene razón. Kayle quiere protegerme quedándose y sabiendo que no puede ir solo uno a buscar comida. Pero lo que Kayle no sabe que si sé cuidarme. Aún no me olvido quién soy.

-Vallan, tracen un mapa, salgan a caminar, a vigilar. Lo que sea. Yo puedo cuidarme.

Ambos me miraron con unos ojos tan abiertos como si fueran a salirse de orbita.

-No tienes que...

-¡Oh, por Dios! Kayle no estoy inválida es solo un tobillo doblado. Vallan y hagan lo suyo.

-Supergirl volvió-dijo Carl mientras aplaudíasarcásticamente.


Caídos de las GalaxiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora