Capítulo 2.

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Me fui a casa como era obvio, pille una depresión... ¿Por qué era complicado? ¿Soy yo complicada a caso? Me fui al instituto con Liss como siempre, luego pasé a reunirme con Jessica. Le veía por los pasillos, como no con su grupito pero... Pasaba de el...

Me tocaba naturales, con el Sr. Jefferson. Un muermo de profesor, siempre aburrido y con cara de perro rabioso. Para mi desilusión me tocaba con el... Sí, con Jacke.

Se sentó delante mía, me miró, se sentó y sacó sus libros de su mochila Azul. No pasaba nada por mi cabeza, solo la idea de que eran las 10:25 de la mañana y me apetecía estar en la cama durmiendo. Ni si quiera me pare a pensar en él. Si le daba importancia al asunto... Supongo que acabaría por volver a enamorarme y volver a pasarlo mal. 4 años, joder. Cuatro putos años enamora de Jacke McCall. Y ya era hora de superarlo, de dejar el pasado atrás y de centrarme en el presente.

-Hamilthon, ¿Me dejas la goma por favor?-Se giró Jacke y yo asenti al dársela.

-Gracias.-me devolvió la goma. A continuación alce la vista y vi un pequeño trozo de papel en una esquina de mi pupitre, era una notita, la cogí y la abrí cuidadosamente para que no me viera el profesor.

En la nota: Quedamos en la sala de calderas, al lado del despacho de la orientadora a las 14:15. Ven sola, por favor.

¿Qué? osea... Me estoy volviendo loca, o a este chico le pasa algo. Mientras que el profesor pasaba de lado a lado observando como hacíamos nuestros ejercicios del libro como de costumbre, yo no paraba de comerme la cabeza y pensar en que quería Jacke, en que quería decirme tan importante y sobre todo en que quería yo.

Pasaban las clases y con ellas se iban las horas. Y yo... yo seguía sin saber que quería en mi vida. Me limitaba a garabatear el nombre de Jacke y mil dibujos mal hechos en mi cuaderno de


-Srta Hamilthon, a todo esto. ¿Por qué no le enseña al resto de la clase lo que estaba anotando en su cuaderno?- Me reboté de la silla y miré a la señora Damphi que estaba mirandome con cara de enseñame eso o te quedas sin recreo.

-¿Y bien? ¿Me das eso que te tiene tan distraída de clase?- No me tocó más remedio que darselo y concentrarme en la clase. En fin... Pasaban las horas y las matemáticas se hacían más pesadas cada vez. Hasta que por fin se acabaron y solo me quedaba una hora de historia para acabar y ver que quería Jacke.

-Srta Hamilthon, le deseo más suerte la próxima vez.- ¡¿UN CUATRO Y MEDIO?! No puede ser... Si parta este examen estudié mucho, me sabía todo, hasta me preguntó Liss por facetime.

Tras una hora reconcomiendome la cabeza de porque y como podría a ver sacado un 4'5 en historia, ya se hicieron las 14:10 y aproveché los 5 minutos restantes para dirigirme a Liss y pedirle que me esperara en la salida para ir a casa.

Después ya era la hora, por fin iría a ver a Jacke y sabría que querría.

Esperé y esperé como 6 minutos y justo cuando mi impaciencia se apoderaba de mí allí estaba.

-Lo siento Sam, estaba hablando con el entrenador Bob para que me cambiaran de puesto.- la típica escusa de los chicos, el fútbol.

-Ah... No pasa nada- Y como una tonta me puse a sonreír y a mover la cabeza de lado a lado.

-Bueno... Yo quería pedirte perdón por lo de ayer... en fin, me comporté como un auténtico idiota...

...

-Para, lo eres, en eso no te voy a decir que no. Pero Jacke, si no te gusto o no quieres estar conmigo pues dímelo y ya está. ¿Tan difícil es?-

-¡No! ¡No es eso!, solo que el grupo con el que voy no es de tu estilo, en fin, Cheelsea no es de tu estilo y ambas os lleváis super mal, así que evito discursiones.

-Claro Jacke, tú evitas discursiones pero dime, ¿Alguna vez te has parado a pensar en que es lo que quiero yo? ¿En qué es lo que siento por ti? O ya ni eso, ¿Alguna vez te has planteado lo que quieres hacer con tu vida?

-Sam...

-No, ni Sam ni leches. Cuando sepas valorarme, te valoraré, cuando me quieras por lo que soy, te querré y cuando tengas los huevos de ir a tu grupito de amigos y hacer oficial que nos queremos, entonces yo te hablaré y seré la adolescente de 15 años más feliz del instituto. Mientras tanto, no voy a ser tu juguete de esos que utilizas cuando te aburres y luego vuelves a dejar tirado hasta que te vuelve a apetecer jugar otra vez con el. No, Jacke, piensa antes de actuar.

-Sam, yo te quiero, por favor no me dejes de hablar...

-Ahórrate tus te quiero y comienza a cambiar de una vez, porque sino vas a perder a las personas que de verdad te aprecian por lo que eres, no por lo que aparentas ser.




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