Capítulo 6.

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9 de la mañana, suena el despertador del móvil, me desperté e hice una mueca de sueño, a continuación se despertaron Jessica y Liss, por el ruido de la alarma y por mi gran bostezo, siempre que bostezo hago ruido, no sé por qué...

—¿Tenemos que ir a ver al borde?-Preguntó Liss.
—Si quieres voy sola... No hace falta que vengáis, no es asunto vuestro.
—Perfecto porque he quedado con Cody para comer y Jess se viene.-Liss respondió con una sonrisa de oreja a oreja.
—¿En serio?- Hice un puchero.
Pasaron las horas, me hice un moño desaliñado, me puse unos jeans azules y una sudadera de Cambridge roja, no quería ir "preciosa" al reencuentro, solo quería mi puto DNI y marcharme lo más rápido de allí, no quería verle la cara a ese borde y con suerte solo se quedaría en un hola amargo y un feliz adiós.
Llegué al lugar puntual, no había desayunado ya que me fui de casa de Liss pronto para dar una vuelta sola y no molestarlas ya que se volvió a dormir. Fui a un puesto de Donnuts y allí me compré uno tipo rosquilla rosa de los simpsons.
Fui donde el lugar y que casualidad, él no estaba. Tanto "Date prisa y madura" para que luego el "maduro de los dos" no apareciera.
Al cabo de 10 minutos esperándole vi a un chico con el pelo negro, con los ojos azules, una camiseta negra y unos pantalones azul marino ajustados, en su mano izquierda llevaba colgando un casco de la moto, el cual era negro mate, que se aproximaba hacia mí

—Siento haber llegado tarde, la moto se me había averiado...-inició una conversación.
Yo me dirigí a él y como una tonta empezaba a contemplar su belleza. Era borde pero guapo, o al menos eso parecía por mensajes.

—N-No pasa na-nada... He estado solo 10 minutos esperando, no es gran cosa...-Contesté con los ojos abiertos.
—¿Te llamabas...? ¿Samantha...?-Preguntó con los ojos entre cerrados y haciendo una mueca de confusión.
—Samantha, pero para los demás Sam.-Corregí.–¿Tienes mi DNI?-pregunté evitando el tema...

—S-Sí, espera ahora te lo doy...-Sacó su cartera y empezó a buscar.
—Upss...
—¿Upps, qué?-pregunté preocupada.
—Lo tengo en casa... Lo debí dejar en la mesa del recibidor...
—¿Qué donde tienes mi Carnet de Identidad??-me altere un poco, casi chillando y abriendo los ojos como platos.

—En casa. ¿No has escuchado bien?-
—Bueno pues ahora que vas ha hacer para devolvérmelo, porque tengo el examen de moto mañana por la mañana a las 9:30...
—S-si quieres podemos ir a mi casa ahora, tengo un casco de sobra en la moto. Está a unos 20 minutos de aquí... -Musitó despacio.
—¿Ahora?-Pregunté.
—No, mañana, cuando tengas el examen y no tengas tu carnet de identidad para los documentos necesarios a rellenar...-Respondió sarcásticamente.

—Vale pues vamos...-Le seguí hasta la moto, era una moto preciosa, una Harley negra con el asiento de cuero, era bonita y parecía ser peligrosa.

—¿Conduces rápido?-Pregunté preocupada.

—Un poco.—Respondió mientras que se abrochaba el caso de la moto.

—Pues relaja mientras que yo esté montada atrás tuya.
—Créeme, cuando te montes en mi moto no querrás bajar de ella. En mi moto o en otra cosa...-Hizo una cara burlona.

—¡¿Qué has dicho?!-Chillé.
—Nada que subas y que te calles.
Hice una última oración y subí a aquel viaje al infierno con el chico más guapo y borde que seguramente hubiera visto en toda mi vida.

Me decidí por ir a por mi DNI, si quería sacarme mi carnet de moto para ir a donde me diera la gana tendría que aguantar un viaje en moto con un chico borde y tonto.
Arrancó y por un momento pensé que me iba a caer, esa furia de la moto al rugir al arrancar, la fuerza que sentí al agarrarme de su cintura y palpar sus abdominales... Era todo tan... Excitante.
Nos encaminamos 20 minutos de viaje a su casa, era una casa bonita y por lo que se ve, vivía solo. Al entrar olía a margaritas, como no,el ambientador.
Pude ver que en él recibidor había una pequeña estantería a la izquierda de la entrada, donde habían fotos de él y una niña pequeña en marcos blancos y otra donde había un hombre de al rededor de unos 30 años de edad muy apuesto.

Agarré el marco donde se encontraba la niña pequeña haciendo una mueca graciosa al lado de él, al lado de Isaac.
—¿Quién es esta niña tan mona?-Tuve el valor de preguntar.
—Mi hermana pequeña.-contestó con la voz ronca.
—¿Tienes hermana? Vaya, no pensaba que tú...
—¿Qué tú que?-Me interrumpió en un tono irritante y con una ceja arqueada.
—Pues que no pensaba que un machote como tú tuviera corazón como para poner a su preciosa hermana en un marco de fotos en su casa.-Contesté sin rodeos.
—Todo hermano mayor quiere y protege a su hermana pequeña.-Contestó mirando la foto del marco con una mirada tierna.

—¿Vives solo?-pregunté.
—Por ahora, sí. ¿Y tú?
—Con mi madre. ¿Y tú hermana vive contigo?-

—Ella vive en otro lugar...
—¿Con tus padres?
—Sí, con mis padres... Ah mira, tu DNI. Ya puedes irte y no verme la cara nunca más, sé que lo estás deseando.

—¿Por qué eres tan borde siempre?-Chillé.-

—¿Cómo?
—Intento ser amable, vengo a tu casa en vez de que me lo dieras en el puto centro comercial, espero más tiempo, aguante que me llamases inmadura pero... ¿Por qué eres tan frívolo y borde?

Se acercó a mí de manera que me quedé a 4 centímetros de su cara, le miré firmemente a sus ojos, a sus preciosos ojos azules, puso las manos a ambos lados de mis costados contra la pared.

—Para.-Dije firme.
—¿Por qué debería dejarte ir?-Preguntó sin quitar su mirada de mis ojos.
—M-me pones nervios-sa.-Tartamudee.
—¿Por qué te pongo nerviosa?
—Por qué...

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