-¿Por qué, qué?-Alzó una ceja.
-Por qué sí, joder.
-Eso no es una respuesta válida.-Dijo con un tono de voz áspero.
-Para mí sí.-Afirmé.
-Sam, no me conoces, porque te esfuerzas en ser simpática conmigo?
-Pues porque pienso que todas las personas tenemos algo de bondad en nuestro interior, y aunque seas un borde y un idiota integral, dentro de lo que cabe, pienso que eres buena persona en el fondo.-No creas.
-¿Qué te apuestas a que hago que te lo pases bien siendo amable por un día?
-¿Un día divertido con Sam? Suena bien.-Musitó.-Lo primero, iremos a una pizzería a comer, porque tengo hambre, punto dos, a las 14:30 abren la feria, punto tres a las 17:40 circo de los horrores, punto cuatro, a las 18:30 te vienes a mi casa a ver una peli, punto cinco. ¿Fiesta?-Dije en tono divertido.
-¿Todo eso eso en 24h? Te recuerdo que mañana tienes el examen de conducir...-
-Isaac, Isaac, Isaac. En vez de ser tan aburrido relájate y haz el favor de coger el casco y arrancar la moto que tenemos mucho por delante.-Afirmé agarrando el casco de la moto y abrochándomelo al cuello.
-Esta bien, vamos, tú mandas.
Nos dirigimos hacia su moto, hacia un buen día por el momento, soleado y con poniente posándose en una suave brisa.
Una vez ya en ella, tuve el coraje de agarrarle de la cintura, iba muy rápido y yo no estaba acostumbrada a ello.
Llegamos a la pizzería.
-Una pizza mediana de peperoni y una de cuatro quesos, por favor.-Pedí a la camarera.-Jajajajajajaja...-Se rió.
-¿Qué, de qué te ríes?pregunté a regañadientes.
-Que si ya comes de por sí, no me imagino cómo tienes que ser en la cama...-Se empezó a reír de nuevo.
Enrojecida le di un codazo, pero no sirvió de nada. Se seguía riendo.Empezamos a comer y en menos de 20 minutos ya nos lo habíamos comido todo.
Ahora tocaba feria.
Nos volvimos a ir, la feria estaba a 6 minutos de la pizzería.
Llegamos a punto, justo cuando acababan de abrir.
-Quiero algodón de azúcar.-Pedí.
-¿Qué?-Musitó Isaac.
-Que quiero un algodón de azúcar.-Repetí mirándole fijamente a los ojos.
-Pareces una niña pequeña.-
-Pero eso te resulta adorable, amor.-Le miré con un puchero.
-Es cierto y...¿Amor? Desde cuando me llamas así?-
-Uy! Perdona si te llamo "Amor"-Dije en tono burlón.
-Hey vamos a la noria!-Le agarré de la mano y nos subimos en la atracción. Todo estaba súper alto y yo tenía un poco de miedo a tanta altura.
-Cuéntame algo de ti.-Le dije.
-Algo de mí.-respondió.
-No, pero algo en plan algo de tu vida. ¿Me sigues?
-Algo en plan algo de mi vida.-Se empezó a reír.
-¡¡¡No te rías!!! Me dan un poco de miedo las altu-No me dejaron acabar la frase sus ojos, que se clavaron en mi mirada, sus ojos azules en los míos verdes, sus brazos me agarraron de la cintura y yo estaba paralizada, observando cada rasgo de su cara.
Justo cuando iba a decir algo, la atracción se paró. Ya no hubo nada más , en el camino al circo estábamos callados, menos yo, que tenía los auriculares puestos y estaba escuchando la última canción de Cameron Dallas. Algo muy normal en mí.Volvimos a llegar al establecimiento elegido.
Este era una gran carpa negra y a fuera un gran payaso como gótico y macabro, tipo como si hubiera salido de algún capítulo de American Horror Story.
Le agarré fuerte de la mano, tenía miedo nada más entrar.
Entramos en la gran carpa, todo estaba oscuro y había un vagón, y una señora señalándolo, la gente entraba y se subía y no creo que hubiera nada más en aquel circo que aquello, por lo tanto nos subimos.
primer escenario. Descripción gráfica: una señora con la ropa rasgada mirándonos fijamente. Le agarré la mano a Isaac más fuerte y pude notar cómo me miraba tiernamente.
Segundo escenario, descripción gráfica;
Unas niñas que pedían ayuda y parecían ser gemelas, ya que iban con vestidos antiguos y una trenza a cada lado.
Nos lo pasamos bien. Podía notar cómo me miraba y sonreía, a parte de reírse a carcajadas de mis caras de pánico y terror ya que soy bastante asustadiza.
Salimos de aquel lugar, ahora iríamos a mi casa a ver una película.
Justo en el instante que estábamos en mi portal, su móvil suena, lo saca de sus ajustados vaqueros pitillo y desliza varias veces sus dedos, así como desbloqueando lo.
Intentó echar un vistazo pero boquea enseguida el teléfono y se lo vuelve a guardar en el bolsillo.
Extrañada y curiosa le pregunto-¿Quién era?-
-Mi hermana, que quiere que vaya a su recital de baile sobre las 20:00... Pero no puedo ir.-Contesta mirando hacia el suelo.
-¿Por qué no puedes ir?-Vuelvo a preguntar.
-Porque va a ir mi padre y para mí, mi padre es un ser despreciable que no merece el aprecio ni la atención de una persona humana. Se merece lo peor que haya en este mundo, por tanto daño causado.-Ladra.
Intuyo; que, la situación no es nada cómoda y por ello paso de hablar del tema.
-Sam, agradezco esto que estás haciendo pero es mejor que me vaya.
-¿No te lo estás pasando bien?
-No lo sé...
-Vale, adiós.
Nos despedimos con un beso en la mejilla, pero justo cuando voy a darle el segundo se para, me mira, me besa.
Me quedó paralizada. Ese momento en el que su lengua masajea la mía, el ardor que siento cuando sus labios carnosos rozan los míos, ese sentimiento en el estómago cuando Isaac roza mi mejilla con su dedo pulgar, la forma en la que me agarra de la cintura... Es sumamente perfecta.
Me uno al beso y no lo rechazo, sigo con el, así haciéndonos uno en una simple emoción de sentimientos.
Ese beso, con tanta pasión, esas ganas, esos roces, esa mirada con la que me cegaba...
Todo, sumamente todo, era diferente con él.
Era un borde, un mujeriego, incluso un gilipollas, pero ese gilipollas, creo que ese gilipollas había conseguido hacer algo que ningún otro chico había conseguido hacerme sentir.-Samantha...yo...
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Mi Vida En Letras.
Teen FictionTodo empieza por una razón, en mi caso mis razones eran dos. El ser "popular" en un instituto de zorras, o recuperar mi DNI que estaba en manos de un tiarrón como Isaac Rosatti. "Mi mundo se complica y yo con él me complico la vida"