Mi Vida En Letras.

Capítulo 5.

Termina la película, al fin soy libre de tal castigo. Estar con el amor de mi vida, un rubio de ojos azules que está sumamente cañón y no hacer nada al respecto. Creo que me merezco un precio por aguantar semejante castigo.

Salimos del cine y veo mi móvil, tenía 4 llamadas de un número desconocido.
No se me ocurre nada más que comerme la cabeza y pensar a ver quién graciosillo quiere ahora gastarme una broma y reírse un rato.
Agregué al número como "el graciosillo de turno" por si volvía a llamar ya sabría quién era.

La película acabó tarde, por no hablar de que estuvimos como una hora por el centro comercial viendo tiendas y probándonos cosas, mientras los chicos se iban o bien a la sección de deportes o a la de informática.

-¿Estás bien?- ladee la cabeza y allí estaba Liss, como siempre haciendo preguntas.
-¿Por qué tendría que estar mal?-Respondí retóricamente.

-No sé, estamos en un centro comercial y has pasado las últimas 4 horas con tu ex novio cañón, que te dejó por las putas apariencias. Soy tu mejor amiga y quiero saber si estás bien.

-Creo que soy lo suficientemente madura para aceptar el rechazo de alguien tan sumamente superficial.- En verdad, no.
Estaba molesta, me ha roto el corazón. Liss tenía razón ¿Cómo quiere que esté? Sonriendo a la vez que estoy rota por dentro? Pues no, pero tenía que saber aceptar el rechazo público.

Era tarde, quería descansar y no tenía coche para volver, Liss estaba sola y me quedé a su casa a dormir. Pero, como no, teníamos que acompañar a los demás a casa y eso incluía a Jacke.
Yo me dispuse a ponerme los auriculares, sentarme en el asiento de atrás de el coche y ponerme con el móvil.
Jacke se fue, Jess y Liss volvieron, Jessica también se quedaba a dormir, era algo así como "Noche de chicas" así al menos olvidaría el rechazo público de Jacke y sus enredos y cosas por el estilo.
Una vez en casa de Liss, nos cambiamos a los pijamas, nos demaquillamos y nos pusimos a cotillear y reírnos de las fotos de instagram que colgaba la gente que nos caía mal. En una de estás, me interrumpió una llamada. Para mí sorpresa era "el graciosillo de turno"
Liss y Jessica ya lo sabían, se lo había contado de camino a casa en el coche, le cogí el teléfono y puse el altavoz.

-¿Quién tiene el placer de llamarme?
-Pues el chico que se ha encontrado tu DNI en el cine del centro comercial y que quería devolvértelo.-Sonó una voz masculina al otro lado del teléfono.

A continuación me enrojecí.
-Ams, ¿Tú eres el que me ha estado llamando estas ultimas cuatro veces?

-Sí, era yo, bueno, quería devolvértelo.

-Vale, muchas gracias.-Le agradecí-¿Cuándo podrías devolvérmelo?
-Mañana si te parece bien.
-Sí, dime hora y lugar.
-Ahora no puedo hablar, ¿Te envío un mensaje con la ubicación a este número?
-Sí, envíame un mensaje a este número. Bueno, hasta luego.
-Chao, luego te abro chat.

*Colgué*

A las pocas horas de finalizar la llamada, recibí un mensaje, como no, del chico que tenía mi DNI.
Como no, miré su foto de perfil, era mono, pero no mono de "No es feo pero tampoco es guapo", no, era mono de guapo y mucho más.

-Hola, soy Isaac, el chico que tiene tu DNI.
Le tenía agregado como "el graciosillo" así que le tuve que cambiar el nombre, como cualquier persona civilizada haría.

-Em... Sí, hola. Yo soy Samantha, llámame Sam. Te vuelvo a dar las gracias por haberme llamado, no sé qué haría sin él.

-De nada, solo intenta ser más cuidadosa y no esperes que la gente vaya detrás de ti.

¿Cómo?! Menudo borde de mierda. A este la educación se la habrán enseñado en el culo, ¿Por un puto descuido ya se va a poner así?

-Un descuido lo tiene cualquiera, en todo caso Gracias de nuevo. Al fin y al cabo la educación no se pierde.-Contrataqué.

-Cuanto antes te lo lleves, casi que mejor.
-¿Mañana te parece bien en el cine de esta tarde a las 8:30?-Pregunté.
-Está bien, no faltes ni tardes y por una vez en tu vida, se madura.

-¿Me vas ha hablar a mí de la madurez? Venga bah, mañana me das mi DNI y hasta luego chato.
-Pues eso. Adiós.
Le dejé en leído y ya no le contesté más.

-Que fuerte tía, es un borde y parece ser que también un gilipollas.-Comentó Liss.

-Lo sé- Asentí y me deje caer sobre la cama y miré hacia el techo, con la mirada perdida.

-Menos mal que no le vas a tener que ver en tu vida, menudo imbécil, en cima se creerá alguien.-Espetó Jess.

-Bueno chicas, lo mejor va ha ser dormir y olvidarnos del tema, mañana con suerte recuperaré mi DNI y podré descansar tranquila sin ver a este subnormal nunca más. -

Nos dormimos pacíficamente, no hubieron ni pausas ni charlas largas entre amigas, estábamos agotadas y sinceramente lo único que me apetecía a mí era dormir y esperar de mañana un buen día que no estuviera lleno de imbéciles en el aire.