Capítulo 8

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—¿Tú qué? ¿A qué coño viene ese beso?- Insisto en preguntar.
-No te emociones nena, no me gustas, no eres mi tipo.- Gruñe y suelta sin pelos en la lengua.
- Mira, estoy harta. Intento ser simpática contigo y eres un borde, soy educada y tú no haces nada más que comportarte como un gilipollas integral, y ahora me besas a santo de nada porque aunque me haya gustado el beso, Isaac. tú... ¡No te creas el mejor porque no lo eres y si yo no soy tu tipo que sepas que tú tampoco eres el mío!- Notaba como se me creaba un nudo en la garganta y como las lágrimas florecían a flor de piel. No sabía que me pasaba en ese instante, parecía como si me gustara Isaac, pero no lo logro comprender... Él es todo lo opuesto a mí.

Él tiene los ojos azules, yo verdes, él tiene tatuajes y yo no tengo, él es un borde de mierda y yo solo intento ser educada con él, soy buena persona o al menos me considero así y él... A él parece que  solo se preocupe por él mismo. Me fui sin darme la vuelta, ya que no iba a esperar que él gritase mi nombre, viniera corriendo, me besara y sea como en las películas, que todo sale bien. Yo no corría esa misma suerte que las princesas de los cuentos.
Me fui a mi casa como pude, ya que no tenía vehículo, me fui a la parada de autobús a esperar que me cogiera e irme  mi casa, a llorar y a repasar mi patética vida sentimental con los chicos.
Abro la puerta, no hay nadie, solo me recibe mi perro Kiko, me aproxímé a la cocina, agarré una buena tarrina de helado de chocolate, me recogí el pelo en un moño desenfadado y me puse  el pijama.
    
                                *Tin*
Era mi móvil, me moví del sofá del cual estaba muy cómoda y observé que tenía un mensaje y 1 llamada perdida. No lo habría escuchado ya que me había puesto el pijama en la habitación y el móvil estaba en el salón.

  Siento lo que te dije, no era mi intención hacerte llorar, lo siento.

Era Isaac. Espera un momento. ¿Isaac disculpándose?

Simplemente, no lo vuelvas ha hacer, o te dejaré de hablar para siempre.

No podía, simplemente, era irresistible. Mis sentimientos hacia Isaac eran... No sé muy bien como explicarlo. Sé que lo conozco desde hace muy poco  tiempo, pero ese beso... No sé... Pero tampoco voy a ser la típica facilona como antes lo éra con Jacke a posta.
    
        *Tin*

¿Puedes quedar ahora?

Era Isaac otra vez, ¿Ahora, en serio? Son las 20:30, mi madre y mi hermana no tardarán en llegar pero bueno, tengo 16 años y  ya soy bastante independiente pero salir ahora teniendo en cuenta de que estoy en pijama y  con unas pintas de fumada no era buena idea que él me viera así, se le quitaría todo el atractivo al asunto... <<A lo mejor no eres tan atractiva para él como tú crees que lo eres>> Me pellizca mi subconsciente.

Estoy en pijama.

Me limito a contestar.

Voy para allá, en 10 minutos estoy no tardes, no me gusta esperar a nadie.

Tiene gracia que diga eso, cuando yo estuve esperando para que me diera mi puto DNI.
En fin, cojo lo primero que pillo del armario, unos vaqueros azul marino y una camiseta ajustada y que da a relucir mi ombligo, pero me pongo una sudadera de cremallera gris y no se puede apreciar el escote que da a relucir la camiseta en sí.
Luego, me dispongo a ponerme unas vans grises y me maquillo un poco, lo normal. Rímel y un gloss rosado, me dejo el pelo suelto y justo para cuando voy ha  abrir la puerta allí estaba él. Con una camiseta de manga corta blanca y unos vaqueros ajustados de color negro, se daba a relucir su tatuaje del   brazo izquierdo,  el cual estaba lleno  de tatuajes pero nunca podríía haberlos visto bien porque siempre llevaba su dichosa chupa negrraa la cual me los tapaba.
No me había fijado bien en sus músculos, los cuales se transparentaban a trasluz.
Me quedo empanada mirandole cuando me decido ha hablar.

-Esto... ¿A dónde vamos a ir?- Pregunto sin quitarle la mirada de en cima y observo para ver que él hace lo mismo en mí.
-Eh, ejem... Estás muy guapa para solo venir a cenar conmigo esta noche. -Inspira- Pero debido a que vamos en moto,-me enseña el casco el cual lo sostiene con la mano izquierda tatuada- puede que... Te despeines un poco- Se ríe y suelta una sonrisa la cual me permite ver el piercing que tiene en la lengua.
-Sí bueno, gracias, tú no estás nada mal esta noche...- No  sabía que decir.-¿A dónde vamos a ir a cenar?- vuelvo a preguntar.
-A un sitio que conozco  que es italiano, pero te va a encantar, es genial.
Ambos nos dirigimos a su moto, me pongo el casco que me ofrece y me monto en el asiento trasero. Arranca y me agarro a sus abdominales, siento como la brisa choca contra mi cara, cierro los ojos y sonrio. Es agradable.
Para mi sorpresa ya hemos llegado, nos bajamos de la moto y entramos en el restaurante.
-¡Amore! ¿Qué haces tú por aquí?- Grita una mujer acercándose a Isaac y dándole besos a las mejillas. La  mujer tendría alrededor de 38 años, pero se conservaba bastante bien. Era morena con los ojos como Isaac, azul cielo.
-Mamá, esta es Samantha.- Me señala a mí, abro los ojos y la miro.
-Encantada.-Me sonrojo un poco. 
-Questa ragazza è la tua fidanzata?
-Buono, può essere che mi piace. Hai alcuno tavolo libero?
-Per te siempe, cielo! Accompagnarmi.

La mujer señala una mesa, nos dirigimos hacia ella y nos sentamos, Isaac me separa la silla para que me siente, a continuación se sienta él en frente mío.
-¿És tu madre?- Pregunto curiosa aunque ya sé la respuesta.
-Sí Sam, Isabella es mi madre.-Contesta poniendo los ojos en blanco y me regala una sonrisa.
-¿Eres italiano?
-Sí, ¿¿No lo has observado antes?
No sabía que este chico era italiano, cada vez obtengo más información sobre él y esto me gusta, me gusta saber sobre él.
Empezamos a charlar sobre Italia, le pregunto mucha cosas, como de que parte es, cuanto tiempo estuvo en Italia y con cuantos años se mudó aquí, en que país está mejor, si le costó aprender mi  idioma... Él responde a todas mis preguntas con mucho gusto, observándome como pregunto curiosa. Nos traen la cena y  empezamos a comer, todo estaba buenísimo. Llega la hora de irnos, ya que habíamos terminado de cenar, l mujer se acerca a mí, me sonríe y me da dos besos en la mejilla y un abrazo. No sé a que había venido eso pero Isabella ya me cae bien, es alegre y simpática, por no hablar de que es  súper cariñosa. Dudo aún que Isaac sea su hijo, son dos polos opuestos, ella se nota que se esfuerza por ser buena persona y Isaac... Bueno, Isaac es Isaac.

Salimos del restaurante, me agarra de la cintura y me quedo atónita y sin aliento.
-¿A qué viene esto?- Se me escapa la sonrisa y le miro a los ojos fijamente.
-¿Quieres que te bese? No me digas que no porque sé que te encantó cuando te besé la última vez.-Se fija en mí.
-¿Te gusto?- pregunto.
Hay un silencio incómodo, se queda callado.
-No te..-Me interrumpe- ¿Quién ha dicho que no?-Responde.

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⏰ Última actualización: May 22, 2016 ⏰

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