Por Nashi

Capítulo 2

Como era costumbre antes de ir en una aventura, Natsu y Lucy discutían por cuál trabajo tomar en esta ocasión.

- Vamos Luce – dijo Natsu irritado – ¿Por qué no quieres tomar ningún trabajo?

- Porque sólo escoges trabajos donde YO debo disfrazarme o hacer algo vergonzoso. ¿A qué te has creído? - le respondió la rubia inclinándose hacia él con las manos en la cintura y el ceño fruncido.

- ¿De qué hablas? Son trabajos fáciles y a ti se te dan muy bien. No veo el problema con repartir pizza en patines y un traje de... 

- ¡Kyaaaaaaaaaaa! cállate, cállate, ¡cállate! - Lucy se abalanzó sobre Natsu para taparle la boca.

- Vamos a uno que involucre pescado – Opinó de repente Happy mientras Natsu forcejeaba para quitarse las manos de Lucy de la boca.

- ¡No más trabajos de pescado! – gritaron Natsu y Lucy al mismo tiempo.

- Bueno, bueno, entonces ¿Qué tipo de trabajo quieres Lucy? - preguntó Happy suspirando.

- Uno que pague mi renta, y no involucre pescado ni a mi exhibiéndome innecesariamente. Por lo demás pueden escoger el que quieran – Diciendo esto, Lucy se dirigió hacia una mesa donde estaban sentadas Levy y Wendy. 

- Como si no le gustara exhibirse... - murmuró Natsu mientras leía los pedidos en el tablón.

- ¡Aye!

Lucy suspiró.

En ese momento se abrieron de par en par las puertas del gremio y entró Erza jadeando. Barrió con la vista el lugar y al ver a Lucy, se dirigió a la mesa donde estaban las chicas.

- ¿Que ocurre Erza-san? - preguntó Wendy.

- Lu-lucy, ¿Do-dónde está N-Natsu? – Erza se detuvo para dar una bocanada de aire – Hay algo que deben escuchar...

En ese momento se abrieron de nuevo las puertas de golpe y a través de ellas entró corriendo una pequeña niña, con el cabello rosa, largo hasta la cintura atado en una coleta al lado de su cabeza. Usaba un vestidito blanco con unas pequeñas botas de cuero café que le llegaban hasta las rodillas, un chaleco negro le cubría los hombros, y alrededor de su delicado cuello traía puesta una bufanda blanca que parecía hecha de escamas grandes.

Debido al estrépito, el gremio entero miró hacia la puerta. Detrás de la pequeña entró corriendo Jellal.

- ¿Pero que demonios?... te dije que esperarás en el parque...

- Se me escapó...- dijo Jellal apoyándose con sus manos sobre sus rodillas - Es muy escurridiza...

La niña los observó a todos desde el umbral de la puerta con sus manos en la cintura y una enorme sonrisa. Recorrió la estancia con la mirada y en cuanto su mirada se cruzó con la de Lucy, los ojos se le iluminaron y corrió hacia ella con los brazos abiertos.

- Mamiiiiiiiiiiii – la niña se lanzó hacia el regazo de Lucy, ante el asombro de todos.

- ¡¡¿Eeeeeeeeeeeeeeehhhhhh?!! – Lucy miró a la niña con los ojos como platos.

- Mami – mientras la abrazaba, la niña la miró con una amplia sonrisa de dientes blancos y puntiagudos que se le hizo extrañamente familiar – ¡Que hermosa eres! ¿Dónde está papá?

El gremio estaba como petrificado. Lucy se levantó de su silla en un intento de separarse de ella pero la niña se aferró aún más a ella.

- Oye, Lucy, ¿Es imaginación mía o esa pequeña te ha llamado "mamá"? – preguntó Natsu y se acercó a ellas.