Capítulo 10

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Esa noche, Natsu y Lucy esperaron a estar seguros de que Nashi se durmiera. Dejaron a Happy a cargo de vigilarla, mientras ellos salían a dar un paseo nocturno por el sendero cerca de la casita. Caminaron por un largo rato sin decir una palabra. A pesar de todo el silencio, no era incómodo, porque de alguna forma sabían lo que el otro pensaba y sabían que estaba de más darle tantas vueltas al asunto. Sabían que Erza tenia razón y sabían lo que debían hacer. La decisión estaba en ellos y solamente en ellos.

Se detuvieron en cuanto llegaron a un prado amplio, donde se tumbaron en el césped y contemplaron el cielo estrellado.

- Nastu - dijo Lucy en voz casi inaudible - mañana...es el día ¿cierto?...

- Si...

- ¿Cómo deberíamos despedirnos?

- Mmmm...no creo que debamos despedirnos... - Lucy permaneció en silencio esperando la respuesta de Natsu - ...creo que deberíamos hacer todo como un día normal, hacerla que se sienta feliz y luego hay que hablar con ella, es lista, lo entenderá...

- De acuerdo - dijo Lucy - además, no es como si no fuéramos a verla de nuevo, ¿verdad? - y se quedaron ahí, por unas horas en silencio, tumbados en el césped, con el frió de la noche acariciándoles el rostro y contemplando las estrellas...

.........

A la mañana siguiente se habían levantado temprano y Lucy con ayuda de Natsu y Happy, habían preparado un gran desayuno, con pastel de queso, pancakes, leche con chocolate y frutas para Nashi. Luego de ir a nadar en el río cerca de la casita, fueron al centro de Magnolia, donde le compraron a Nashi un vestido y botas nuevas. Lucy incluso la llevo a un salón de belleza, en donde la trenzaron el largo y lacio cabello rosa y lo amarraron con una chonga azul en la punta. La pequeña brillaba de alegría. Luego fueron al gremio, donde para variar comieron y rieron antes las ocurrencias típicas de Fairy Tail. Incluso tomaron un trabajo para Nashi, que consistía en hacer una presentación de magia en la plaza central de Magnolia. Se presentaron con el alcalde y entonces Nashi y Natsu se dispusieron a realizar malabares  y piruetas con fuego mientras los espectadores y transeúntes se arremolinaban para verlos, mientras Lucy y Happy les echaban porras juntos con Virgo y Aries.

- Princesita, éste es un regalo de los espíritus celestiales - dijo Virgo, una hora más tarde cuando ya habían acabado la presentación y le habían dado a Nashi el dinero de la recompensa. Virgo le colocó en la cabecita rosada una pequeña tiara con piedrecitas rojas incrustadas que brillaban como si hubiera fuego dentro de ellas. 

Nashi iba deslumbrante de felicidad por el día tan extraordinario que había tenido. Comenzaron su caminata hacia el parque de Magnolia. Era el atardecer, aproximadamente la misma hora en la que Erza y Jellal la encontraron hace dos semanas. Una vez llegaron al árbol, Nashi pudo ver que todo el gremio se había reunido ahí. La pequeña miró a sus padres con curiosidad.

- ¿Qué ocurre papá? ¿Porqué están todos aquí?

- Nashi, hay algo que debemos hablar contigo - dijo Lucy llevándola hacia el árbol y sentándola en una banquita junto al tronco.

- ¿Recuerdas cómo te sentiste cuando descubriste que tu papá Natsu del futuro se había marchado? - pregunto Natsu a lo que la niña asintió.

- Bueno pues yo me sentí igual aquella mañana cuando vi que ya no estabas – dijo Lucy.

- Lo siento – dijo la niña con pesar, era bastante obvio que a pesar de su corta edad era capaz, al igual que su padre, de percibir con claridad los sentimientos de los demás.

- Pensé que moriría de la angustia, por un momento sentí que mi vida se me iba de las manos, porque sin ti...nada tendría sentido - Lucy tenía los ojos llorosos – pero si lo piensas bien, no soy la única que se ha sentido así...Nashi, tú tienes una mamá Lucy en el futuro, que espera con ansias a que regreses...

- Y también tienes un papá Natsu en el futuro, que estoy seguro que ya ha golpeado a todos tus tíos por la desesperación de no encontrarte - dijo Natsu parado detrás de Lucy. El resto del gremio se había reunido en torno a ellos y escuchaban con atención.

-  Tus amigos, tus tíos y abuelos, todos en el gremio, también deben estar angustiados y muy preocupados por ti Nashi. Debes volver con ellos... a tu tiempo.

- Pero ... - la niña bajo la mirada llorosa – Voy a extrañarlos mucho...

- Oye – Natsu se agachó frente a ella y le tomó una manita – todo estará bien, te prometo, por tu abuelo Igneel, que cuando regreses yo estaré ahí, mamá, Happy y todos los del gremio estarán ahí Nashi.

- No nos extrañarás, Nashi, porque nosotros siempre hemos estado aquí.

La niña miro a todos a su alrededor, Natsu la besó en la frente y chocaron cabezas.

- Moete... - empezó Natsu.

- ...Kitasu... - completo la niña haciendo un gesto con el puño.

Natsu se levantó y se paró junto a Gray, Erza y un lloroso Happy que le extendió el álbum de fotos a la niña.

- Solo debes tomar el libro, y desear volver con tus padres a tu época – dijo el Maestro dando un paso adelante con ojos enrojecidos – Si ese deseo te trajo aquí, ese deseo te llevará de vuelta...después de todo, eres una orgullosa maga de Fairy Tail.

- ¡Aye! – gritó la niña mientras hacia con su minúscula manita el saludo del gremio y les devolvía a todos la característica sonrisa que había heredado de Natsu.

Todos a su alrededor la imitaron. Lucy aún arrodillada lloraba. Nashi puso una mano sobre su mejilla como diciendo "no llores mama" y Lucy puso su mano sobre la manita con que la niña la tocaba. Lucy colocó la mano libre en una de las minúsculas rodillas de la pequeña.

Entonces la pequeña cerró los ojos se aferro al libro. "Deseo volver a casa con papá y mamá". Unas burbujas de luz rodearon su cuerpo que empezaba a desvanecerse, mientras Lucy lloraba pues de sus manos y ante sus ojos desaparecía su pequeña. Lucy trató de aferrarse inútilmente a sus piernitas mientras desaparecía lentamente entre haces de luz y brillo, hasta que en la silla no quedo nada.






Por NashiWhere stories live. Discover now