Así como si nada pasaron 2 semanas y aún no habían descubierto una forma de regresar a la niña a su época. En realidad no era como si buscaran mucho una forma de hacerlo. El maestro se había dedicado a hojear el álbum de fotos pero no encontró ningún escrito en el, ninguna pista aparte de lo que ya sabían del libro. El único testimonio del funcionamiento del álbum era de quienes lo habían usado con anterioridad, es decir el equipo Natsu. Sabían que habían hecho el viaje en el tiempo, cuando Natsu pensado en un momento que deseaba olvidar abrió el libro. Pero en la situación de Nashi, esta premisa carecía de lógica, puesto que ella no había deseado olvidar a sus padres. Y a diferencia del equipo Natsu, Nashi llevaba ya más de una semana en el pasado mientras que ellos estuvieron atrapados en el recuerdo de Natsu tan solo 6 horas.
Se habían acostumbrado tanto a la presencia de la niña en el gremio, que todos llegaron a dar por hecho que ella estaría siempre ahí, por lo que Erza organizó un día de sesión de fotos. Hizo que todos (los obligó) a que se arreglaran lo mejor posible y los reunió en el gremio. Erza andaba de arriba para abajo, arrastrando a Jellal con una cámara de fotos, tomando fotos a todos, aquí y allá, a diestra y siniestra, obligó a Gajeel a peinarse y a Gray a ponerse un traje, hasta los gatos se habían acicalado para la ocasión.
Tomaba fotos de los miembros posando en grupos y equipos: todas las chicas, todos los chicos, los equipos de misiones, todos los Dragón Slayers, todos los clase S, todos los nuevos, los mas jóvenes, los viejos, el gremio entero, la familia Strauss, la familia Dragneel, las parejas y las posibles... y así paso el día de fotos. Al final todos estaban tan agotados de posar para Erza, que mejor se dedicó a tomarles fotos desprevenidos, captando los momentos con mayor esencia dentro de un día típico del gremio.
Por la noche, como era costumbre, Natsu, Lucy, Happy y Nashi salieron a dar un paseo por las calles de Magnolia y se detuvieron en el primer puesto de comida que encontraron. Sin embargo el dinero se les acababa y fue entonces que Lucy recordó que no había pagado la renta de ese mes.
Llegaron a la casita en las afueras y pusieron a Nashi a dormir. Se sentaron en el sillón a contemplar las llamas que Natsu había hecho prender en la chimenea.
- Oye Natsu – dijo Lucy, quien había estado sentada a su lado con la cabeza apoyada en su hombro y este a su vez había pasado un brazo sobre los hombros de Lucy.
- Dime Lucy...
- Deberíamos hacer algún trabajo. Desde que Nashi apareció no hemos ido y...bueno necesito dinero.
- No podemos dejarla sola.
- Puede quedarse con alguien del gremio, es una niña grande y fuerte – dijo Lucy. Natsu permaneció en silencio pensativo así que Lucy continuó – Podríamos pedirle a Mira-san que la vigile por un día o dos, y estoy segura que...
- No.
- Natsu... - Lucy lo miró. Natsu tenía la mirada pérdida en el fuego de la chimenea.
- No quiero dejarla sola... no quiero que piense que he vuelto a abandonarla. La familia debe estar unida, Luce.
- Natsu, no vas a dejarla otra vez, sólo iremos a un trabajo porque necesitamos dinero, tanto para mantenerla como para nosotros...tú tienes tu casa pero mi apartamento no se pagará solo y no tengo el dinero, si no pago no tendré un lugar adonde volver...
- Siempre puedes volver aquí, vivimos aquí ahora...
- Esto no será para siempre...
- ¿Es porque no somos una "familia de verdad"? ¿Por eso piensas que esto no será para siempre?
- Natsu...
- Sé lo que piensas Luce, crees que no podemos ser una familia de verdad porque no somos una pareja de verdad, pero...eso tiene arreglo – Natsu se giró completamente hacia Lucy, acorralandola contra el respaldo del sillón. Tomó su rostro entre sus manos y la miró fijamente a los ojos – Debí haber hecho esto hace mucho tiempo...
Lucy sentía su rostro enrojecido y caliente, podía sentir como la sangre corría por sus mejillas y una corriente eléctrica atravesaba su cuerpo. A medida que el rostro de Natsu se acercaba poco a poco, iluminado solamente por las llamas de la chimenea, su corazón latía descontrolado y podía sentir su aliento en su boca...
- Bessssssssssssssssssssoooo - Ronroneo Happy observándolos por entre el barandal desde el piso de arriba.
- ¡¡Happy!! – exclamaron ambos a la vez y se separaron de golpe. Natsu había estado a punto de besarla, mientras Happy se partía de la risa.
- ¡No enrolles tu lengua, gato! – dijo Lucy avergonzada.
- Shhhh, Happy, calla o despertaras a Nashi – dijo Natsu volviendo a su posición original en el sillón.
Mantuvieron silencio incómodo durante algunos instantes. Luego Natsu habló.
- ¿Quieres dinero? Vamos a un trabajo. Pero me niego a dejar a mi hija sola...
- De ninguna manera, es una niña, puede ser peligroso – dijo Lucy.
- Tú misma dijiste que es fuerte.
- ¡Pero no por eso la vamos a exponer a ir a un sitio peligroso!
- Es una miembro de Fairy Tail, esta lista para cualquier cosa...
- No, no lo está. Es tan solo una niña. Siempre haces las cosas a tu modo pero no por eso siempre saldrán como tú quieras...! Si algo le pasara...
Se miraron molestos, Lucy se separó de él. Natsu se levantó y se dirigió hacia la hamaca.
- ...Es nuestra hija. No importa si viene del futuro o de donde venga, está aquí y ahora, así que seré su padre y haré todo por ella...yo la amo...
- Yo también la amo, Natsu, por eso no podemos exponerla a un trabajo. No quiero perderla...
- No lo harás... - Hubo otro silencio incomodo – Mañana iré a ver al gremio y veré algunos trabajos.
- ¿Qué? ¿Irás sólo?
- ¿Sugieres algo más? – Lucy se quedó en silencio – Bueno, en ese caso creo que iré a tomar algo de aire fresco - Natsu caminó hacia la puerta, abrió la puerta y se fue dando un portazo.
Lucy suspiró "¿Cómo demonios me metí en este lío?". Apagó las luces y se fue a meter a la cama sin saber que la pequeña Nashi había escuchado todo.

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Por Nashi
Fiksyen PeminatLa vida en Fairy Tail transcurría como de costumbre, pero un día una visitante inesperada cambiaría la vida de todos en el gremio. ¿Como enfrentaran este nuevo y diferente reto los miembros del equipo Natsu? Un giro inesperado que forzara a nuestros...