REENCUENTRO

8 0 0
                                    


Después de lo ocurrido con Adam no paso nada más. Discutimos más de una vez, se atrevió a acusarme de romperle el corazón ¡por favor! solo fue un polvo y ya está. 

En agosto nos fuimos a la costa brava y Amaya se vino con nosotros. Pasamos una semana estupenda en la cual salimos a navegar en lancha, bajamos todos a la cala de la playa. Adam bajó algun que otro día con nosotras pero se perdía y cuando lo encontrábamos se estaba liando cn alguna guiri diferente cada día. Confensó que intentaba darme celos, como si a mi me importara con quien se intercambiaba saliva.. .

En septiembre tocó volver a la normalidad y eso comportaba la vuelta al instituto pero ahora sería diferente, empezamos bachillerato.


Me levanto todavía con sueño, si no me equivoco a penas habré dormido tres horas. Espero acostumbrarme rápido a levantarme temprano otra vez. Me visto con algo cómodo: un short, una camiseta de tirantes que deje ver mi tatuaje y unas zapatillas, quiero verme guapa ya que hoy lo volveré a ver así que me maquillo un poco y me hago una trenza de lado.

Una vez León me dijo que le ponían las trenzas, así que juguemos. 

Llego al instituto cinco minutos antes de que toque el timbre como de costumbre y me junto con Amaya, Marina y Jesús. Solo quedamos nosotros. 

- Auroraaaaaaaaaaaaaaaa- grita Jesús y me abraza. - Te he echado de meno.

- Y yo a ti- le digo devolviéndole el abrazo.- Quiero entrar puntual el primer día que tengo inglés.

- Aaahg- dice Amaya la cual odia el inglés.- Vale, entremos. 

El pasillo está lleno y con caras que no conozco , supongo que serán los nuevos que vienen a hacer bachillerato en este instituto. 

Mientras avanzo hacia a mi clase lo veo, su clase es la de mi lado. Paso por su lado y ni siquiera me mira, bueno a lo mejor no me ha visto. llego a mi clase y mientras esperamos a que llegue el profeso me pongo a habla con mi amiga Fátima. De reojo lo miro pero él sigue sin verme. Espero que sea porque esta muy sobado o algo.

Pasan las tres primeras horas y llega la hora del descanso y quedo en encontrarme con mis amigos en la puerta de entrada del instituto. Estoy esperando afuera cuando veo que León va saliendo con un grupo de chicos que no había visto antes, están riendo y haciendo el tonto. Se me sale una sonrisa bobalicona por él pero cuando pasa por mi lado ni siquiera me dirige ni una mísera mirada fugaz y esta vez no es porque no me haya visto. 

La sangre me hierve. Me gustaría gritarle delante de sus amigos lo cobarde que es. Quiero que se coma mi puño. Deseo ser Snow para enviarlo a "Los Juegos del Hambre".

- Hey Au, tienes cara de conspiradora-dice Marina con su característica risa aguda.

- ¡Naah! Solo estoy pensando en como enviar al hijo de puta de León a los "Los Juegos del Hambre"  y sobornar a Cato para que lo degolle con su espada, a Marvel que lo atraviese con su lanza,  a Katniss que le clave todo un carcaj de flechas y a Finnick que lo ensarte con su tridente.

 - Queee malaaa Au- Amaya ríe como una posesa. Seguramente se ha unido a la mitad de la conversación porque ni cuenta me he dado.- Bueno si quieres luego el cadáver lo despedazo como a los jabalís. 


Seguimos hablando de conspiraciones contra hombres y el podre Jesús palidece en oírnos. Toca el timbre que indica que tenemos que entrar para otras tres horas de clases. A última hora me toca alemán y estoy muy emocionada ya que es el primer año que hago y estoy dispuesta a ser la mejor . 

La profesora empieza la clase y se da cuenta que no tiene rotuladores para la pizarra y me pide que vaya a por unos a conserjería. Salgo de clase y ahí está León solo, supongo que ya la habrá liado y ya lo habrán echado de clase, no me sorprende. Paso por su lado haciendo como si no estuviera.

- ¿Vas a pasar de mi sin saludarme ?- me dice todo egocéntrico.

- "¿Vas a pasar sin saludarme?"- me burlo de él. ¿Es enserio, León?

- ¿Que?

-Nada 

Se levanta y se posiciona muy cerca de mí cara a cara.

- Dime gatita ¿me has echado de menos?

Su tono chulesco me pone iracunda ¡pues claro que te he echado de menos so gilipollas! Pero no se lo pienso decir, mejor opto por la ironía.

- Uy si.. Todos los días...

- Odio tu ironía, gatita.

- Que te den.

- Yo prefiero darte a ti. 

Dicho eso me coloca su mano derecha en mi nuca y la izquierda la pasa por mi cintura, me pega a él y me besa. Es un beso reclamador, exigente pero suave a la vez. Rodeo su cuello con mi brazos y le correspondo al beso. Lo disfruto, le muerdo el labio y rompo el beso.

- Gatita.. 

- Tengo que hacer un mandado que me ha pedido la de alemán. Nos vemos. 

Me voy rumbo a conserjería sin creerme aún lo que acaba de pasar. Me ha besado en medio de un pasillo del instituto. Ese beso demostraba que me ha echado de menos o al menos eso quiero creer.

Vuelvo a clase con los rotuladores que me había pedido la profesora y me pregunta porque me he tardadado tanto, obviamente no le voy a decir lo que realmente pasó así que le digo que había cola en conserjería. Me siento en mi sitio al lado de mi amiga Natalia.

- ¿Y esa sonrisa de enamorada?- me pregunta. 

Hasta ese momento no me había dado cuenta que estaba sonriendo como una tonta.

- Nada, solo que estoy contenta de estar aquí otra vez y de que hagamos alemán juntas.

- Eres muy rara, Aurora.

- Lo sé


Sigo deseando másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora