DESENCADENANTE

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16 de mayo, 2014.

Hoy por fin es el día, el día que llevo esperando durante dos años. Llevo esperando este día desde que León me lo propuso, desde que me dijo que me deseaba, desde que me pidió ser su amante.

Me levanto feliz, pensando en lo que pasará hoy y como tengo que ir al instituto decido vestirme después de diez minutos en Babia, decido ponerme algo "sexy" así que me pongo unos pantalones cortos y una camiseta negra algo escotada, de zapatillas mis Mustang de color verde, me maquillo un poco y salgo corriendo para no llegar tarde.

Llego unos cinco minutos antes y me quedo en la puerta con mis amigos Jorge, Jesús (Jesusito para los amigos), Amaya, Marina y Elena. Mientras hablanos veo a León que me esta observado con su mirada que derretiría a cualquiera y decido retirar la vista. Estamos allí todos juntos hasta que suena el timbre.

- Aurora, ¿entras ya?- me pregunta Elena.

- No, me quedare un rato aquí con Amaya en lo que se acaba el cigarro.

- ¡Vale nos vemos dentro!

- Que si, pesaíta-. Le contesta Amaya y ambas reímos.

Las tres primeras horas pasan rápido y a la hora del descanso me junto con mis amigos y nos vamos directamente al gimnasio. Estamos ensayando un baile para el último día de clases llamado Hush-hush.

Allí hablo con mi amiga Elena.

- Hoy he quedado con León para...- le digo.

- ¡Guay! A ver si esta vez no se echa atrás.

- A ver...

En la hora de geología me toca con Amaya y Marina. Mientras el profesor pone un documental hablamos y Amaya me escribe en la frente con rotulador "SERSY".

A la hora siguiente me toca catalán con él que al ver mi frente me dedica una sonrisa picarona. Deseo que llegue la hora de tenerlo para mi solita.

Cuando suena el timbre que indica el final de la jornada salgo como loca y cuando llego a cada le envio un mensaje por WhatsApp.

" Hola, al final hoy si o no? "

Su respuesta no tarda en llegar.

"K vah, me han puesto entreno a las cuatro".

Al final se ha echado atrás, otra vez... Como al final esta tarde no haré nada interesante haré lo que hubiese echo un viernes normal, es decir, leer.

Después de comer estaba leyendo cuando suena mi teléfono, es un mensaje de León, de mi León.

" Al final no tengo entreno, te vienes ahora? "

Lo único que soy capaz de decir es "sii"

Me voy corriendo hacia la ducha. Me ducho rápido y me visto con unas leguins negras y una camiseta lila con unas zapatillas verdes y salgo corriendo a donde hemos quedado.

Llego puntual y lo veo esperándome tan apuesto y sexy y se me seca la boca.

Cuando ya estamos en su casa me lleva a la habitación de sus padres. Cada vez estoy más nerviosa...

Ambos sabemos el porque hemos quedado, porque estoy allí, así que saco del bolso un par de preservativos y los dejo sobre la cama.

- Bueno, ¿como lo hacemos? La última vez dijiste que te gustaba llevar el control.

Su voz esta cargada de erotismo y seducción y no soy capaz de contestarle, lo único que deseo es besarle y lo hago, lo agarro, lo acerco y comienzo a besarlo. Había esperado este momento desde hace más de dos años y por fin estaba sucediendo.

El beso se vuelve más intenso y exigente. León posa una mano sobre mis pechos y la otra mano sobre mi culo, yo le saco la camiseta y ante mi queda su torso perfecto que comienzo a besar. Se separa de mi y se sienta en la cama mientras yo sigo de pie, por encima de las leguins empieza a tocar mi sexo y yo gimo y le beso. Él me baja las leguins quedandome en tanga y acerca su nariz a mi monte de Venus mordiéndome suavemente. Se levanta y me sienta a mi que le desabrocho el pantalón y se lo bajo juntamente con los calzoncillos. Ante mi queda su pene erecto y sabiendo que él lo desea, no hace falta que lo diga, lo me lo llevo a las boca chupándolo y haciendolo gemir. Cuando estoy a punto de recibir mi recompensa me para, se pone de rodillas abriendome de piernas y empezando a pasear su boca por mi sexo. Me encuentro cerca del clímax cuando el introduce un dedo en mi vagina y moviéndolo haciendo que yo estalle de placer, él lo nota y sonríe pícaramente mientras se pone un preservativo y me penetra suavemente.

Empieza a moverse lentamente pero yo quiero más, quiero que me mueva rápido y fuerte así que le cojo del culo para conseguirlo pero no lo consigo así que lo dejo hacerme a la suya volviéndome loca porque deseo más de él.

Llegamos al clímax juntos fundidos en un apasionado beso

Permanecemos así un buen rato en el cual León sigue dentro de mi. Nunca había sido tan feliz, acabo de darme cuenta de que lo que acaba de pasar no ha sido follar sino hacer el amor, pero toda mi felicidad se esfuma en un segundo.

- Pff, me duele un montón la cabeza- me dice León.

Se pillar una indirecta así que decdo vestirme y marcharme de allí.

Mientras me visto voy pensando el lo idiota que he sido pensado que después de esto él querría algo más conmigo. Nunca antes un tío me había humillado tanto. !León es un auténtico gilipollas!

Cuando voy saliendo de su casa no puedo más y le suelto más borde imposible:

- Bueno adiós, ya quedaremos otro día, si quieres, claro.

Me voy de allí lo más rápido que puedo intentado borrar la humillación que acabo de recibir.

Y cuando ya no puedo más lloro y no me importa estar en la calle o que la gente me mire con lastima, necesitó llorar para aliviar un poco el dolor que me causa el desprecio del hombre que amo.

Sigo deseando másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora