Me paso el día pensando en ese beso que me dio León. No es que me arrepienta de haberle correspondido al beso pero a lo mejor hubiese sido más adecuado separarme de él y pegarle una bofetada para que viera que no voy a a estar disponible a cada momento que él desee.
¿Pero a quien pretendo engañar? Si él me dice ven lo dejo todo
En los días siguientes no pasa nada relevante entre León y yo, vuelve a su actitud fría y distante cuando esta rodeado de sus amigos tan esnobs. Esa actitud que presenta cuando esta acompañado me empieza a tocar los ovarios.
Ha pasado ya casi una semana y estamos a viernes. Al igual que el lunes toca optativa a última hora y a mí me toca alemán pero la profesora no está así que podemos irnos a casa.
Salimos de clase y otra vez está León fuera en el pasillo seguramente porque ya lo habrán echado. Uno de sus amigos va a mi clase de alemán y al verlo lo saluda.
- Hey Leo. Que pringado eres. mientras yo me voy para casa tu te quedas pringando.
- Ni te creas- responde León levantándose y uniéndose al grupo de los de mi clase. - me aclopo con vosotros y ya.
Su ingenio me divierte. Va a hacer campana, el muy cabrón.
Veo que se para en su taquilla y que saca un casco aunque tenga el suyo en la mano. Seguramente llevará a su amigo a su casa en moto pero su amigo no se ha quedado a esperarlo. Paso por su lado ignorándolo cuando oigo que me habla.
- Otra vez ignorándome, ¿eeh?
- Aprendo del mejor en la materia- le digo con todo el orgullo que tengo.
Acaba de organizar sus cosas en su taquilla y se me acerca.
- La gatita está enfadada. Y con razón, lo sé. Soy un cabrón, pero si no te hago caso cuando estoy con mis amigos es porque a alguno de ellos les gustas y paso de que de pidan tu número y demás.
Me lo miro atónita.
¿Se cree que soy gilipollas o que?
A ver, soy consciente de mis limitaciones estéticas, no cumplo el modelo estético de pide la sociedad así que me diga que le gusto a sus amigos es inverosímil.
- Si no me quieres creer no lo hagas. Allá tu- me dice al ver mi cara de incredulidad.- Vamos, te llevo a casa.
- No- contesto secamente.
- Sí.
- No.
- ¿Porque?
- Pues porque no pienso deja que me lleves a ningún lado.
- Mala suerte. Te llevaré a casa y punto.
No le voy a contestar. No me va a llevar a casa y punto.
Empiezo a caminar fuera del instituto y él me persigue. Cuando estamos afuera yo cojo mi camino para ir a mi casa y él se queda quieto en la bajada para el aparcamiento de motos.
- Au, mi moto está por allí.
- Lo sé y mi casa está por la dirección contraria.
- He dicho que te llevaré a casa y te llevaré.
-¡Que no!- digo exasperada.
Se acerca a mi y me coge a hombro como si yo fuera un saco y empieza a ir dirección a su moto.
- Si te digo que te llevo a casa te llevo y punto- dice mientras de da un azote en el culo. Me quejo.
LLegamos hasta donde esta su moto y me deja en el suelo. Con toda la rabia levanto la mano para darle una bofetada pero el me ve las intenciones cogiéndome del brazo.
-¡ Auch! Me haces daño- me quejo. - ¡Suéltame!
- Mmm mi gatita esta peleona. Me gusta.- Me pasa el casco que sacó de su taquilla- Póntelo.
Al final desisto y me lo acabo poniendo. Me subo a su moto sin decir nada y me lleva a mi casa.
Pero si yo no le he dicho donde vivo ¿como ha sabido llegar hasta mi casa?
Me bajo de la moto, me saco el casco y se lo doy.
- Le pregunté donde vives a Jorge y él me lo dijo.
- Eres un psicópata.
- He venido varias veces durante las vacaciones pero nunca estabas. Me sentí un poco patético.
- Dios mío, en verdad eres un psicópata- digo riéndome. No me puedo creer que el me haya buscado durante las vacaciones.- Estaba de vacaciones en la playa y en la montaña. ¿Por que no me enviaste un WhatsApp?
- No lo se, la verdad. Bueno ya te he dejado sana y salva en tu casa así que ya he cumplido con mi misión.
Me siento abrumada. Y también me siento como una traidora. Tengo que compensarlo por haberme traído a casa y por haberme buscado sin ningún resultado. Creo que debería hacer algo para "compensarlo", por decirlo de alguna manera, y antes de que pueda pensar el que mis palabras salen de mi boca.
- Oye, estoy sola en casa y no me gusta comer sola así que si quisieras podrías quedarte a comer. Podría preparar algo rápido si tienes prisa..
Me mira con cara divertida, al principio pienso que se está burlando de mí pero luego comprendo que la idea no le disgusta.
- Gatita, ¿te quieres quedar a solas conmigo?
- No no no, bueno sí pero para comer, digo comer comida, ya sabes...- siento como mis mejillas se ponen rojas y él estalla en una carcajada.
- Aix gatita, tu quieres algo más, admítelo.
- ¡No!
- Anda subamos, comamos y ya veremos que pasa.
Estamos en la cocina mientras yo preparo unos tiagaelle a la carbonara y vamos hablando de temas triviales, del instituto, de nuestros veranos, étc.
Yo le explico casi todo lo que hice durante el verano, exceptuando mis aventuras sexuales, y él me explica su verano al detalle.
- Te eché de menos- dice.
Deseaba escuchar eso, pero con el remordimiento de mis aventuras veraniegas esa declaración duele. Yo también le eche de menos pero a ratos, obviamente no le voy a decir nada sobre eso. En verdad no sé ni que decirle. Supongo que bromear sobre el tema es una buena opción.
- ¿Tanto como a la profe de inglés?- bromeo.
- Hablo enserio, Aurora.
Vale... se suponía que era esto lo que que quería, ¿entonces porque me siento agobiada con esto?
- La comida estará lista en nada así que iré a poner la mesa- digo evitando su mirada
- Vale- dice resignado.
Acabamos de comer. No hemos vuelto a hablar del tema de antes.
Recojo la mesa y dejo los platos para lavar en la pica, voy al salón a encender la tele y poner música, Pongo el canal de los 40 principales y esta acabando la canción Bajo el mismo sol y justo empieza una de mis canciones preferidas, Often de The Weekend .
- Me encanta esta canción- dice León.- Es tan sensual con un ligero tono obsceno- su mirada es directa y está llena de deseo.
- Es mi canción favorita- consigo decir.
León está peligrosamente cerca de mí y yo quiero salir corriendo. Doy un paso atrás.
- Ven- me dice.
Me doy cuenta que si él me dice ven lo dejo todo.
Me acerco a él como me ha pedido y levanta mi barbilla depositando, al principio, un casto beso que empieza a intensificarse y sé a donde me llevara esto, me llevara a la perdición en sus brazos.
ESTÁS LEYENDO
Sigo deseando más
RomanceAurora es una adolescente que nunca ha tenido suerte en el amor y tampoco con las amistades pero cuando por fin cree que las cosas le irán bien todo se complicará.