Miro el calendario de evaluaciones que esta pegado en la pared del curso, lo odio y lo peor es que lo tuve que hacer yo misma, tengo muchas evaluaciones este mes, lo bueno es que es el ultimo mes, después vacaciones. Ya todo se termina, se acerca la libertad, pero antes, el infierno. Tengo pruebas todos los días.
La profesora de Matemáticas entra al aula con su típico saludo "Hola chicos ", solo queda 1 hora para salir, se sienta, saca sus libros. Se para y empieza a hablar nos sobre las evaluaciones finales, por suerte sólo rindo 1, de las 3 que son. Escribe los temas en el pizarrón, voy a tener que estudiar, odio esto.
La hora pasa rápido, ya quedan 5 minutos para salir, veo que todos empiezan a guardar sus útiles, yo por mi parte, le estoy prestando atención a la profesora, sé que le molesta que lo hagamos, y que baja puntos por esto. Llega la preceptora al curso, nos dice que ya podemos irnos. Todos nos paramos rápido, meto mis cosas dentro de mi mochila lo antss posible, y me voy.
Camino por la vereda, miro hacia atrás para ver si viene el colectivo, y si, viene, corro, siento a mi pie golpear contra el cordón de la calle, el colectivo no para, mi pierna golpea contra un fierro, se me paso el colectivo. Que bronca, las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas al ver mi pierna, tengo un raspón muy grande y mucha sangre. Me siento en el piso y busco mi botella de agua, no está, me arde mucho, tengo la pierna hinchada.
Veo adelante, hay una mano extendida, la agarro, miro al dueño de esa mano, es Santiago. Intento pararme y no puedo.
-Marti, ¿que te paso?- me dice.
-me caí-
-bueno, espera que llamo a mi mamá y te llevo a mi casa-
-no, no hace falta, voy a llamar a mi mamá- le digo aún con lágrimas en mis ojos, la verdad es que me duele demasiado
-tu mamá no sale de trabajar hasta dentro de tres horas, mi mamá viene en seguida- Miro como agarra su celular y llama.
-no Santi- me calla, habla con su mamá, no se que dice.
-listo, ya llega, esta cerca-
-voy a llamar a mi mamá-
-bueno dale-
La llamó, le explico que paso y me da permiso, me dice que me va a buscar en cuanto pueda, le paso la dirección y me despide con un "te quiero hija".
-Ahí está mi mamá- me dice Santi, veo a la calle y es un auto, es una mujer alta y flaca, con el pelo castaño, muy bien vestida. Me mira de manera muy dulce, tal como lo hace su hijo- agárrate, que subimos al auto-
Me ayuda a levantarme, y subimos a la parte trasera del auto, su mamá nos mira por el espejo retrovisor.
-Hola chicos- nos dice- antes que nada toma- me da un paquete de pañuelos.
-hola, gracias- arranca el auto.
-así que vos sos Marti, yo soy Marcela, Santi me hablo de vos- Miro a Santi, que esta sonrojado-
-¡mamá!, ¿que vamos a hacer?-
-los voy a pasar a dejar a casa, yo voy a trabajar- contesta- ah por cierto, llamo tu amigo Cristian-
-¿que quería?- dice Santiago.
-saber que ibas a hacer ahora, porque se quedaba sólo en la casa y te quería ver- dice y estaciona- bueno, acá es, los veo en un rato, hay comida-
Santiago, me ayuda a bajar del auto y entramos a su casa, tiene una casa chica, pero muy linda. Lo primero que veo es el living-comedor, hay una hermosa mesa, con 6 sillas, a la derecha hay un sillón color marrón claro, y un televisor. A la izquierda hay una escalera. Al fondo a la derecha se ve la cocina y a la izquierda se ve una puerta que supongo es el baño.
-veni al sillón- me acerca al sillón, me siento- ya vengo, no te muevas-
Se va al baño y vuelve con un botiquín, una botella con agua y hielo. Se me acerca, veo que saca del botiquín algodón, lo remoja con el agua de la botella y me limpia la sangre, ahora saca gasa le agrega un líquido marrón y me lo pasa en la rodilla, me pone una venda. Ahora me pone hielo en la pierna, donde esta hinchado. Es todo un caballero, y es muy hábil,
-hice un curso de primeros auxilios- me dice sonriendo- aunque me parece que tu pierna esta quebrada-
-no, yo no creo- contestó asustada-
-no te preocupes, solo te pondrían un yeso-
-me da miedo-
-con migo, no tenes que tener miedo- me dice y siento una hermosa sensación de proteccion-vamos a comer, yo no comí nada hoy, mi mamá dejo fideos-
Me dice, se para va a la cocina, vuelve con dos platos con fideos, que se ven muy ricos, los pone en la mesa, me paro con mucho dolor y me siento en la mesa, trae dos vasos y jugó. Se sienta en la mesa, y empezamos a comer. Me gusta esto, es muy bueno, pero el sigue sin gustarme.
-Perdón que me meta- le digo y Santiago me mira confundido- pero ¿que paso el otro día que llamaste a Cristian?-
-Eso... lo que pasa es que murió mi abuelo- instintivamente pongo mi mano sobre la suya - pero no pasa nada, tampoco me llevaba muy bien-
-de todas maneras, yo se que duele-
Nos quedamos mirando unos segundos, tiene una mirada dulce, se que es bueno, sus ojos azules me gustan.
-bueno- dijo Santiago, se nota que quiere pasar el momento - voy a llamar a Cristian-
Se para y busca el teléfono, al encontrarlo me mira y sonríe, veo como llama por teléfono. Me tomo el jugo que queda en mi vaso, miro las escaleras, son de madera, arriba sólo se ve un piso tambien de madera, allí deben estar las habitaciones, el lugar donde Santiago me escribe todos los días.
-Marti, en 10 minutos más, llega Cristian- lo mire asombrada.
- ¿lo invitaste?- la verdad que por alguna razón me quería quedar a solas con él un rato más.
-si, te molesta-
-lo estas afirmando-
-se te ve en los ojos- se acerca más a mi- tenes lindos ojos-
-vos tenes lindos ojos- sus ojos azules estan muy cerca, pero yo solo miro sus labios ¿quiero besarlo?.
- tenes las mejillas coloradas-
La verdad el también, mi atención sólo está en sus labios, esta muy cerca, cierra sus ojos, yo hago lo mismo...
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Cómo Conquistar A Una Chica.
Roman pour AdolescentsEstá es la historia de Martina, una adolescente que se cree que si quiere tener a un chico, puede, y es así. Pero el problema es Santiago, un chico que es igual a todos, aunque ella por alguna razón no puede romperle el corazón como a todos. Martina...