Cómo Conquistar A Una Chica.

Parte 28

-Hija, levántate es hora de ir a la escuela- Me dijo mi mamá bajando las escaleras.
Me levanté, busque mi uniforme, me cambie, busque mi mochila, y me levante. Aun me dolía la pierna y me costaba caminar, pero aún así junte fuerzas y empecé a bajar las escaleras, paso a paso, con cuidado, mi mamá se reía desde abajo. La mire enojada, pero también de reí, me extendió su mano para agarrar mi mochila, y se la pase. Termine de bajar las escaleras, y me dije: ¡de nuevo a la rutina!.
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Llegue a la escuela, con mi uniforme, mi mochila en la espalda, las muletas y una sonrisa. A penas puse un pie en mi aula, tenia a mis compañeras ensima preguntando que me había pasado. Osea hace dos semanas que no vengo y recién ahora se les ocurre preguntar, más allá de mis pensamientos las recibí con una sonrisa, como lo hago siempre. A la única que le sonreí verdaderamente fue a Julia, a ella en serio la quiero.
-Hola Marti, ¿como estas?-
-bien bien, mejor- dije omitiendo las demás preguntas.
Fui directo a mi banco y vi que estaba ocupado por otra mochila, me di vuelta a mirar a Julia, mi única amiga me rechazaba.
-¿Que significa esto?- le dije nerviosa, esperaba que fuera un error.
-que ahora me siento con Florencia- dijo sonriendo. Mire las demás mesas y vi como todas estaban ocupadas, excepto por la única que hay en el medio. Eso me dolió y aun más saliendo de Julia, sabiendo lo que odio el rechazo que me haga esto duele. Puse mi mochila ahí con los ojos con lágrimas, no quería llorar, no iba a llorar.
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-Al final no nos contaste de todo lo que paso- dijo Carla.
Yo solo sonreí, vi que era el cambio de profesor, que todas mis compañeras me miraban esperando una respuesta y dije rápido.
-me caí, Santiago me levanto me llevo a su casa, después mi mamá me llevo al medico, tenia la pierna quebrada, me pusieron yeso, no podía venir a la escuela, la pierna dolía, dos semanas después Santiago me llevo al medico me lo sacaron, y acá estoy, ¿felices?- contesté casi sin respirar.
Mis compañeras quedaron todas mirándome casi sin entender, creo que procesan todo lo que les dije. Justo en ese momento llegó el profesor de historia, que rápidamente nos hizo sentar, y callar a todos, así que mis compañeras se tuvieron que conformar con la respuesta. El profesor me miró creo que asombrado y dijo:
-Niña- a todas nos trata asi- ¿que hace aquí?-
-vine a estudiar- contesté a lo que todas mis compañeras rieron.
-si, ya se- dijo algo enojado- pero y ¿su yeso?-
Alguna de mis compañeras contestó por mi y seguimos la clase.

Holaa! Sigue la historia, en un capítulo casi sin Santiago, pero ya les tengo algo preparado que no les va a gustar, igual espero que sigan leyendo, y les cuento que al final de los capítulos hay una estrella, si la presionan me da un voto, que son de mucha ayuda, en fin.
Gracias por leer nos vemos en el próximo capítulo.