Cómo Conquistar A Una Chica.

Parte 50

Llegaba a la escuela, totalmente vacía como desde que Santiago me dejo de venir a ver. La respuesta a la pregunta que me hizo el último día que nos vimos, había quedado inconclusa, ninguno de los dos la podía responder, no había sido el final, pero tampoco seguíamos como antes, simplemente no sabíamos que pasaba.
Estaba vacía, eso me hacía sentir tan mal, nada me venía bien, Santiago me trataba mal, Brenda era un recuerdo, mis compañeras seguian sin influir en mis sentimientos.
Al llegar a la escuela, me senté en mi lugar, estaba más apagada que de costumbre, sólo me senté y mire el pizarrón, no saludé a nadie.
La primeras horas de clases falto el profesor, por lo tanto era hora libre, algunos de mis compañeros se pusieron a escuchar música y reír, o a usar sus celulares, sacarse fotos, algunas chicas se pintaban las uñas, ¿y yo? yo escribía. Escribía tan rápido como me daban las manos, y las lagrimas empezaron a salir de mis ojos, antes de que alguien pudiera verme, me levanté y salí de mi curso, dando un portazo y corrí hasta el baño.
Al llegar me mire en el espejo, ya no me sentía linda como antes, ya no me sentía capaz de conquistar a cualquier chico, ya no me sentía fuerte, ya no era la de antes de conocer a Santiago. Y lloraba por eso y mil cosas más, agarre mi celular con la intención de escribirle para sentirme mejor, pero al ver su foto de perfil me sentí peor, era él y una chica, Luciana o Cristina o Eugenia, o quien sabe que chica que conquistó su corazón. Y lloré de nuevo, las lágrimas no paraban. Estaba sola, al parecer nadie se habia dado cuenta de mi ausencia en el curso.
Me senté en el suelo, en la esquina detrás de la puerta, allí donde nadie me vería.
-Marti- escuche decir a Carla.
Me hice una pelotita contra la pared, entró y no me vio, pero se giró para mirarse en el espejo, y me vio.
-Marti- me dijo casi con pena -¿que pasa?-
Sólo la mire y no dije nada, porque no tenía nada que decirle, nada me salía, no tenía nada.
-Martí, nosotras dos no somos amigas, pero vos tenes que saber que las chicas del curso y yo estamos para vos-¿Porque siempre tenía que ser tan buena?.
Clara me miro con dulzura, y me tomó de las manos, no aguante y la abracé, necesitaba tanto una muestra de cariño.

Hola! Últimamente me pasaron muchas cosas que me motivaron a escribir.
Espero que les guste el capítulo!