L.O.T.O.

10. Alegra.

¡Un día realmente hermoso! pensó ella mientras salía de la cama.

Desde que sus padres no estaban, las mañanas eran un poco mas aburridas pero nada que ella no pudiera resolver con ayuda de su querida tortuga y un poco de piruetas.

Recordó con nervios el baile que tendría que presentar hoy, deseo que sus padres estuvieran para verla pero al menos tenía a Eva que la iría a ver

- ¡Cierto! ¡debo ir por Eva! - Se dijo ella misma mientras corría por la calle hasta llegar al estudio de fotografía donde se encontraba su amiga. Escucho a una mujer gritando que no podía entrar en el lugar pero no le dio mucha importancia, ella sabía que su amiga estaría realmente aburrida en ese lugar así que solo comenzó a girar ignorando la advertencia de la mujer y entrando al lugar. Escucho como su amiga la llamaba con alegría. era tierno que se alegrara por verla. y el estudio era lindo tenia muchas luces.

- ¡Hola! vine por ti, me dijeron que no entrara perdón... -Dijo sintiéndose un poco mal por no hacer caso de las advertencias de la mujer.

- Eso no importa! Mamá! me voy ya llegaron por mi.

- Espera dulzura faltan algunas...

- ¡No hay tiempo lo siento! - tras ese grito Eva la tomo por le brazo y la saco del estudio, sintió un poco de lastima por la madre de Eva, era una mujer buena quería lo mejor para su hija pero no lo hacía de la mejor manera, todos cometemos errores y ella sentía que su amiga debía apreciarla un poco más, después de todo, ella extrañaba mucho a su mamá.

Después de eso el camino a la escuela fue como siempre, Eva hablando sobre su nuevo romance ella escucho atenta le importaba su amiga era extraño verla hablando de todo eso pues la escuchaba pero su mente estaba en otras cosas, las hojas, el sol, todos los perros que pasaban cerca, ella amaba los perros! eran hermosos y felices y enérgicos y divertidos! llegaron a la escuela al conocido pasillo con los seguidores de Eva, no le importo mucho y estaba ocupada discutiendo con Eva como debía hacer un paso de la rutina o al menos eso hacía antes de que apareciera ese chico fastidioso.

- ¿Decidiste acompañarme a mi fiesta de hoy? - Dijo un chico que llego donde estaban con tono seguro. Esta bien pensó ella, era algo triste que la dejará de lado por algún chico, escucho como Eva intentaba deshacerse del plan pero sabía que en realidad si había aceptado en primer lugar era porque probablemente se había olvidado del baile o tal vez no, no importaba mucho igual no esperaba mucho de las personas saber que tenía amigas era suficiente para hacerla sonreír, porque recordaba lo difícil que fue acoplarse a esa escuela cuando llego de la vida que llevaba con sus padres apreciaba mucho a sus amigas en ese momento eran su familia, ellas y su tortuga y tal vez un perro! no le molestaría tener uno, la animaría mucho. Cuando se dio cuenta que se había perdido en sus pensamientos y regreso lo escucho fuerte y claro.

- Yo quiero ir con la chica más hermosa.

Eso no era bueno. No le tomo mucho tiempo darse cuenta que se lo había dicho a Eva, la palabra.

Luego de eso comenzó a escuchar la risa nerviosa de su amiga, por algún motivo que le dijeran que era linda la ponía así, no le veía mucho sentido a la reacción un tanto exagerada de Eva pero no le gustaba ver a su amiga en esa situación.

- Lo siento pero ella irá conmigo. Búscate otra a quien llevar. Ya se! te presto a mi tortuga - intervino con una sonrisa- ella ama las fiestas. Adioos - Dijo mientras agarraba a su amiga y caminaba camino hacia el salón de clases, solo se la quería llevar a de ahí. Cuando llegaron al salón la recostó en la silla y fue a buscarle algo de comer.

Bajando por las escaleras vio el cartel de una bailarina y decidió imitar la posición de la figura, ella amaba el baile le gustaría solo tener eso, eso sus amigas, su familia y un perro! pero perdió la posición mientras pensaba con algo de decepción que no la verían en su baile de hoy aún así sacudió la cabeza y agarro la barra de cereales, no se preocuparía por eso, confiaba en Eva y ese año estaba dispuesta a e¡intentar encajar mejor. cuando llego al salón de clases vio a Sátira hablando con Eva. Después de un intercambio de saludos la chica baja menciono el trabajo de política. Ella no había podido estar en clase ese día por estar en clase de baile.