Carta no entregada

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                                                                                                                                                                                  03-Enero-2016

Querida:

Hoy fui a nuestro parque, y digo nuestro porque presencio nuestro mejor momento. Todavía nos podemos respirar en ese aire, nuestras sombras todavía juegan en las ramas de aquel árbol donde debimos grabar nuestros nombres pero se nos olvidó. No diré que lo visito con frecuencia, pues hace meses que no voy. A pesar de que es invierno los arboles lucen igual que aquella tarde de verano, a pesar de que ha pasado más de año y medio el parque sigue igual de solo. Tengo que limpiar la banca con la mano debido al polvo que se conserva en la ausencia de personas que se sienten a hablar y mirar el atardecer. El parque es pequeño y escondido por si lo olvidaste.Cada vez que voy me siento a lo mucho una hora, en todo ese tiempo no veo a ninguna persona pasar, ningún perro orinarse en un árbol o alguna mariposa revolotear en el aire, pareciera que cada vez que voy el parque se encierra en esa maldita tarde de Abril. Somos el corazón de ese parque... ¿Qué es un parque sin historias de amor? Ese parque palpita por el recuerdo de nuestro amor, recuerdo el que nosotros tenemos pero ahí, en ese lugar nuestro amor sigue vivo, somos la única historia de amor que ese parque posee y aunque fue tan efímera y sincera los arboles siempre son verdes sin importar la estación, así hubiera sido nuestro amor pero éramos demasiados jóvenes para entenderlo.El aire sopla y siento como todo comienza, no te extraño y ya no te busco pero si llegas a ir de nuevo a nuestro parque me entenderías, no se puede escapar de los recuerdos y en ese lugar se pueden respirar y tocar. Es nuestra capsula del tiempo, todo se vuelve a sentir: el miedo, el frio, la felicidad, tú, sobre todo tú.Qué bonito se ve el atardecer sentado en esta banca, lástima que aquel día nos hayamos ido temprano, si te hubieras quedado más tiempo descubrirías la magia que esconde ese lugar, te hubieras enamorado de la forma en que el sol con sus últimos rayos teñía las nubes que combinan muy bien con los árboles, con las montañas lejanas y nuestro amor. Lástima que no te hayas quedado a ver el atardecer, sino seria tu lugar favorito, sentirías a ese lugar tan tuyo como tus libros de García Márquez.Poco más de año y medio, poco más de año y medio... Pareciera que fue más tiempo o que lo nuestro no existió pero si, existimos y nos enamoramos, lo olvidamos y nos reencontramos una y otra vez, y nos volvimos a olvidar. Y si, cada vez que te vi después de que terminamos pensaba en lo mismo: En lo hermosa que te veías siempre y nunca pude decirte. Y si, estando aquí sentado recuerdo todas las cosas que quise decirte y nunca se presentó la ocasión. ¿Decirte las cosas ahora? ¿En esta carta? Por supuesto que las leerías, la curiosidad siempre te mata, quizá por eso te gustan tanto los gatos. ¿Vienes a este parque de vez en cuando? Me gusta pensar que lo haces, pensar que cuando voy estarás ahí intentando subir ese árbol que nunca pudiste sin mi ayuda o marcando nuestros nombres en la corteza de los arboles como en las películas, te imagino haciendo cualquier cosa en ese parque, nuestro parque. Regresa de vez en cuando, no por mí, sino para que ese parque siga teniendo eso que lo hace tan especial, una historia de amor.

Con cariño; Andrés.



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