Capítulo 2

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Elendil sintió unos ruidos a su lado y se despertó. Estaba sudada y le caían dos solitarias lágrimas por sus pálidas mejillas. Acababa de tener una pesadilla, pero había sido demasiado real. Y de pronto escuchó una voz, que reconoció rápidamente, era la voz del sueño:

-Ven conmigo, ven conmigo y despiértame. Ven, tienes que acabar la tarea. Despiértame y acaba con lo que él empezó. Ven conmigo. Acaba con ellos.

La voz era espeluznante, era cómo un susurro, una voz fría y áspera que parecía estar por detrás de las paredes. Ella no tenía el valor de levantarse o girar la cabeza. Y desde la lejanía vio a un chico acercarse con la varita conjurando el hechizo Lumos. Ese chico le resultaba familiar a Elendil.

-¿Qué estás haciendo aquí?- Preguntó casi escupiéndolo.

- Me perdí después de cenar, no sé cómo volver.- respondió ella con voz débil. Seguía asustada por la voz que seguía resonando detrás de ella.

- Cómo si tuvieras tres años. ¿Por qué no preguntaste a nadie? ¿Por qué no sigues buscando y dejas de gritar en medio del pasillo?

-Oh, ¿Estaba gritando?- pregunto murmurando todavía más blanca de lo normal. – Es que estaba soñando, lo siento, no quería molestar.- el chico solo suspiro y contestó.-

- Bueno, pues ahora que ya estas despierta vete a dormir a otro lado.- comentó ya con un tono más suave.

-Ni en broma.-dijo ella inmediatamente.- Yo de aquí no me muevo.- Ella no quería encontrarse con el propietario de la voz que todavía podía escuchar como un susurro muy lejano.

-¿Y ahora qué problema tienes? ¿Qué, te da miedo la oscuridad?- Preguntó el chico rubio ya perdiendo la paciencia.

-No, pero no me quiero encontrar con él. Si lo toco va a pasar algo malo. ¿Es que tú no oyes esa voz?

-Ven conmigo, ven conmigo y despiértame. Ven, tienes que acabar la tarea. Despiértame y acaba con lo que él empezó. Ven conmigo. Acaba con ellos.

- Yo no escucho nada, creo que necesitas ir a la enfermería. Estas más loca que Luna Lunática. – Respondió y por primera vez se miraron a los ojos, y los dos quedaron hipnotizados. En los ojos plateados del chico se reflejaba la luz que desprendía la varita, y en los de ella se veía la oscuridad. Eran como opuestos- A ver- dijo sentándose, y sintiéndose mal por ella porqué en sus ojos podía ver el miedo.- Empieza por explicarme que sueño tuviste.

-El sueño empezaba y yo estaba perdida. Todo el mundo estaba durmiendo y los pasillos estaban oscuros, justo como ahora. –Empezó Elendil a contar su sueño.- Yo conjuraba un Lumos e iba buscando las habitaciones. Y de pronto sentía una extraña voz que me decía que lo tenía que encontrar. Me susurraba, parecía como si tuviera a una misteriosa persona delante que me susurraba cosas. Iba siguiendo la voz hasta llegar a unos baños que parecían no haberse usado en años. En ese baño había una chica que me gritaba cosas. Me decía cosas muy extrañas e incoherentes: No te acerques, yo morí por esa cosa, no vayas, no mires, no hagas ruido no lo toques, te va a matar. Pero de fondo se seguía escuchando la otra voz, nada parecida a la de la chica, los dos me decían cosas opuestas. Y no me resistía, me giraba y tocaba una pared de donde salía la voz diciéndome: mata, mátalos, acaba con ellos. De pronto aparecía en una sala oscura con dos estatuas y serpientes de piedra. Una de la cara de un hombre, y la del lado de una serpiente enorme. De la estatua de la serpiente enorme salía esa voz, y entonces cambió los mensajes, me decía que lo salvara, que lo ayudase a salir. Yo me acercaba a la estatua, y cuando la tocaba la piedra se convertía en una viscosa piel de serpiente. La estatua se convertía en un basilisco, estático y esperando a que le diera la orden de matar. Y en el momento que me giraba me encontraba con dos chicos mirándome y una chica pelirroja tumbada al suelo. El chico menor solamente me daba una mirada desaprobatoria y triste, mientras que el que era más grande me decía: acabarás con mi tarea. – acabó suplicándole al chico.- Por favor ayúdame.

El chico rubio sólo la miró como si acabara de ver a un muerto viviente, mientras ella se preguntaba mentalmente si el chico habría estado atento.

-Perdón pero descríbeme como eran los dos chicos.- dijo de repente.

-El mayor tenía el pelo castaño ojos verdes y llevaba una túnica de Slytherin. Ah sí, y tenía un libro en sus manos. Y el otro tenía el pelo negro llevaba gafas e iba con una túnica de Gryffindor.

-Joder, esto no debe ser bueno.-murmuró para él mismo- Otra pregunta, ¿El chico de Gryffindor tenía una cicatriz?

- No lo sé, probablemente.- dijo dudosa intentando recordar bien la cara del chico.

-Este sueño es muy raro, por si acaso tú no andes sola por la escuela. Yo te recomiendo que hables con el profesor Snape, el jefe de mi casa. –dijo el chico rubio.

-¿Por qué tengo que tomar precauciones?

-Es difícil de explicar, tu sueño es una mezcla sobre algo que pasó y algo que, supongo yo, podría pasar.- contestó lentamente haciéndola sorprender.

- Vale, mañana hablaré con él, pero entonces, ¿me estás diciendo que los rumores que decían que un monstruo atacaba a los alumnos son verdad?

-Lamentablemente si, aún que tenemos prohibido decir a alguien lo que pasó. La mayoría de estudiantes solamente saben que había un monstruo pero no saben qué era. Yo lo sé porque el profesor Snape confió en contármelo.-contó rápidamente el chico.-Venga todavía es muy temprano, si quieres puedes dormir en mi habitación hay una cama que sobra.

-Muchas gracias, enserio.- respondió ella levantándose.-  ¿Qué casa eres?

- Soy Slytherin- dijo con un tono orgulloso en su voz- Por cierto me llamo Draco Malfoy.- le dijo estirando su mano.

- Oh mierda, ¿tú eres un Malfoy? Cómo no he podido reconocerlo. Encantada de conocerle señor Malfoy.- Dijo rápidamente con la cabeza baja y con la cara roja de vergüenza. Los Malfoy son una de las familias más prestigiosas del mundo mágico. Elendil se había informado lo suficiente como para saber que tenia que hablarle con respeto- Soy Elendil Leyless. – y le dio su mano

- Un placer señorita Leyless. – Dijo medio burlándose - Pero ya te he visto descompuesta llorando y temblando de miedo. ¿No crees que el tratarme de usted igual esta de más?

Empezaron a andar hasta llegar delante un muro y el rubio murmuró: Sangre Pura. A Elen se le erizaron los pelos de la nuca y se estremeció. Si él era un Malfoy cuando se enterara de que ella es una Sangre Sucia la iba a echar a patadas de la sala común de Slyhterin. Así que decidió no decirle nada. Cuando ella se fijó entre el muro se había abierto un pasaje para poder entrar. Ella lo siguió hasta subir unas escaleras hasta una habitación. Había dos chicos allí durmiendo. Se tumbó en la cama que él señalo, y en el momento que cerró los ojos cayó inmediatamente dormida.

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¡Saludos de la Hija de Slytherin! 

Ya sabemos del primer sueño de Elendil, ¿porqué sueña sobre cosas que pasaron y que pueden llegar a pasar? si queréis averiguar vais a tener que seguir leyendo. Draco tenia que ser la primera persona con la que hablara de Hogwarts. 

Por cierto, dejo que vosotros imaginéis a quien queráis como Elendil. Solo decir que tiene los ojos verdes, muy verdes (casi esmeralda) y el pelo oscuro casi negro. Los ojos són importantes para la historia y la herencia magica de Elendil.

¡Nos leemos ! xx slytherinsdaughter






Slytherin, La Heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora