Slytherin, La Heredera.

Capitulo 3

Elendil despertó con unas voces que gritaban a su alrededor. Y como toda Leyless cuando la despiertan se levantó de mal humor.

-La tendríamos que despertar Draco.- dijo alguien que ella no conocía.

- Pobrecita, se ve muy tranquila, yo voto por dejarla dormir.- contestó otro que tampoco conocía.

- Como Snape se entere que acabamos de pasar la noche con una chica de Beauxbatons en nuestra habitación nos va a torturar- dijo la primera voz.

- Repito, no la vamos a despertar, de hecho, yo me sumo a dormir con ella- Sentenció uno de los chicos. Un segundo después Elendil notó que su cama se hundía y a su lado alguien se acababa de estirar.- Que duermas bien Ángel.- susurro bromeando el mismo en su oreja.

- ¡SAL DE LA MALDITA CAMA BLAISE ZABINI! Te he dicho que la tenemos que despertar.- dijo la primera voz.

-¡Por Salzar, queréis callaros los dos! Zabini sal de la cama ahora mismo, y Nott, creo que gracias a tus gritos ya está despierta estúpido.- dijo poniendo fin a la discusión una voz reconoció como la voz del Malfoy.

-Uf, al menos hay una persona inteligente en esta habitación- dijo Elendil.- Y que quede claro que ni Snape ni nadie se va a enterar de esto. Si os preguntan, me visteis dormir en el pasillo.

-De acuerdo, pero levanta de la cama de una vez que tenemos que ir a desayunar.-Dijo uno de los chicos.- Por cierto soy Blaise Zabini, un gusto.-dijo él haciendo una reverencia junto a un extraño gesto con la mano.

- Elendil Leyless.

- Y él es Theodore Nott.

-Un placer- dijo el cogiéndome la mano. Elendil sólo pegué un tirón para que la soltara.

-Y él es Draco Malfoy. –volvió a decir Blaise.

- Eso ella ya lo sabe.- Dijo Draco con amargura.- ¿bajamos ya?

Y sin decir nada se fueron al Gran Comedor. Ella iba mirando los pasillos y fijándose en cada detalle para recordar esta escuela. Hasta que chocó con alguien.

-Perdón- dijo Elendil sin saber todavía con quien había chocado.

-A él no le tienes que pedir perdón. Es la comadreja que tendría que decir eso.- dijo Draco en tono de regaño, a lo que Elendil asintió y subió la vista para encontrarse con un chico pelirrojo que era de más o menos su edad. Llevaba una túnica Gryffindor que parecía muy usada.- Con el no puedes ser amable Elendil, es un Traidor de Sangre, el cuál encima es pobre.

-Bueno, pero por suerte yo no soy un estúpido egocéntrico que solamente piensa en la sangre.- respondió el pelirrojo.

- Pues por lo menos Draco puede pagarse una túnica y no tiene que usar ninguna de segunda mano. – respondió Elendil enojada. No podía hablarle así a un Malfoy, pensó Elendil, por Merlín, que si él ya es pobre la familia Malfoy lo dejan en la ruina. Draco se quedó por unos momentos mirando a Elendil, hasta que le dio una media sonrisa y se giró para seguir su camino.

Mientras, el chico pelirrojo miraba extraño a Draco. Nunca lo había visto sonreír de verdad, sin esa cara de arrogancia. Pero después se dio cuenta de que lo acababan de insultar otra vez.

- Te recomiendo que no te juntes con Draco y sus amigos, porque vas acabar mal y odiada por todos los otros. Incluso tus amigas de Beauxbatons te van a odiar.

- Pues yo te recomiendo que no te metas ni en mi vida ni en mi camino. Y para tu información, no tengo amigas en Beauxbatons pues la mayoría de chicas ya me odian- le dijo Elendil seguido de un guiño y me fui en la dirección que Draco y sus amigos se habían ido.