La Tercera Guerra Mundial.

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                     2 de Octubre de 2035

Estaba asustada. No sabía que hacer o a donde ir. Todo pasó tan rápido.
Lo único que me mantenía oculta de los durstig eran los cadáveres  amontonados en hileras de forma desordenada.
Tengo que sobrevivir, me dije, tengo que sobrevivir para encontrar a mi familia.

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                      Dos días antes

Era muy noche cuando todo comenzó.

Primero esa llamada. La llamada diciéndole a mi mamá que papá no regresará a casa hasta que pague los 3 litros de agua que debe. Los sollozos de mi mamá me partían el alma, sabía que lloraba bajito para que mis hermanos y yo no escucharamos. Eso es ser fuerte. Y por eso la admiraba.  

Después los golpes en la puerta de nuestra casa, tan fuertes y seguidos que creí que querían tirarla a cualquier costo. Y si, la tiraron.
Mi mamá nos había escondido a mis hermanos y a mi antes de que entrara quien quiera que quisiera entrar.
A mi hermanito de 5 años, Lucas, lo escondió en el ropero.
A mi hermanita de 3 años, Lidy, la escondió en la pequeña alacena que tenemos.
A mi, Lila, de 15 Años, me escondió atrás de una cortina, no tenía muchas opciones para esconderme, ya que yo era grande en comparación con  nuestras pequeñas cosas.
Mi mamá simplemente espero en la sala, como si los que quisieran entrar a nuestra casa fueran sus invitados para tomar el té y sólo Platicaría con ellos un rato. ojalá hubieran hecho sólo eso.
Entraron a la casa unas personas con armas y apuntaron a mi mamá a la cabeza. Mi mamá no se inmuto, pero podía ver el miedo en sus ojos.
Las personas que entraron empezaron a registrar la casa en busca de agua , personas, personas con agua, o cualquier cosa que tuviera agua. O vida.