No quiero amarte (Justin Bieber)

Capitulo 5 -Fiesta de golpes-

Capitulo 5 -Fiesta de golpes-

Si creen que el primer día aquí no fue tan malo, entonces no lo han vivido.

Luego de que todos se fueron a dormir, él seguía despierto, ¿y yo? Seguía despierta sólo para saber que hacia él.

Conocí tres cosas nuevas, él tocaba guitarra, fuma y puede mantenerse sobrio después de 7 cervezas seguidas.

-¿Ya te levantaste?- la voz de Liss me hizo pegar un grito pero me tapé la boca enseguida.
-No he dormido, ¿que pasa?- ella llevó su mano al cuello y rascó. Conozco ese gesto.
-Megann no me digas que no, quiero salir, sabes que no puedo evitarlo - lo sabia...mierda.

-Vale, solo si no me obligas a llevar vestido- sonreí y ella suspiro pesado.
-Trato- sonrió. Eran las 6 de la mañana, el sol salió tan rápido que no pude admirarlo como quería. Liss se encargo de avisarle a medio mundo que iriamos a la ciudad, lamentablemente Elliot y Justin aceptaron enseguida.

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-¿Labial?- Penny me ofreció un labial rojo, y lo mire con disgusto.
-Sabes que no uso color fuertes- murmuré, sabia que si Liss escuchaba me convencería de usarlo, Penny volvió esta vez con un color mas claro, que a decir verdad entre este y el rojo, prefería el rojo.

-Viene con tu ropa de "chica mala"- dijo Liss a mi lado. -Ya vámonos - revise por ultima vez mi cabello liso y el labial; no muy convencida salí de allí y me subí al auto, Elliot tenia un hermoso Audi negro...lo envidiaba.

-Vaya Megann, te ves como una jodida perra- escuche desde el volante, me gire de inmediato al escuchar ese insulto, pero fue demasiado tarde, al darme vuelta vi que me miraba por el espejo retrovisor, sus ojos quemaban los mios por alguna extraña razón.
Desvíe los ojos de los suyos, y el lugar ya se había puesto tenso, lo ignore y reí.
-Pues es obvio querido Bieber, soy toda una perra- le dediqué mi mejor sonrisa, tuve que aguantar una carcajada cuando todos abrieron los ojos de par en par
El no dijo nada, sólo sonrió de lado y puso el auto en marcha. Liss prendió la radio y enseguida todos bailabamos al ritmo de Lush Life de Zara Larsson.
El viaje duraba más o menos 2 horas hacia la "civilización".
Aunque demoramos mas por que a la perra de Aiden le dieron ganas de echar el chorro.

La musica se escuchaba a tres cuadras lejanas del lugar donde la fiesta se encontraba.
Esta fiesta era de las raras, no había gente teniendo sexo con ropa en la pista, no habían borrachos y drogadictos peleando, ni siquiera habían perras siguiendo a las parejas par robarle el novio a las demás perras.

-¿En serio?- murmuré, la musica si era la misma de siempre, esa musica que te dan ganas de saltar hasta que el corazón no pueda más, pero la gente era el problema-¿Que pasa?- miré a Liss que al parecer estaba en Shock.

Justin con Elliot soltaron una carcajada que hizo que todos en el lugar se percataran de nuestra presencia, y más aún, los acompañaron con carcajadas fuertes, me tapé los oídos y pegue un grito de macha, si...de macha.

-¡Que empiece la fiesta!- gritó Elliot y Penny al mismo tiempo, de la nada todos empezaron a pedir mas tragos, y las zorras empezaron con la casería, ¿que mierda pasaba aquí?
Muchos de ellos saludaron a Justin, con una lejanía calculada.
¿Le temían?

Y entonces el pensamiento de que sea el chico malo de los libros apareció en mi mente, pero era ridículo, el no los golpeaba, el reía con ellos y eran desconocidos.
El no es un chico malo, de eso estoy segura.

-Quieres vodka negro?- al llegar a la barra el chico que atendía me sonrió, ¿Vodka negro?.
-¿Es fuerte?- dije sería.
-Solo si eres debil- se encogió de hombros y sirvió cuando asentí con la cabeza. Lo tomé sin ningún cuidado y el ardor invadió mi garganta. Abri mis ojos en grande y forme una O con mis boca.
-Dame otro- el sonrió y sirvió uno más, nuevamente lo tomé al seco. Y corrí a la pista con Liss.
-¿Probaste el vodka negro?- ella murmuró, asentí rápidamente con la cabeza y ella rió.
-Porque tiene...-

-Tienes los dientes negros como si se la hubieras mordido a un negro- dijo Justin detrás de ella, ¿Estaba bailando con Liss?. Espera...¡¿Dientes negros?!
Corrí al baño empujando todo lo que obstruía mi camino.
-Oh por dios- susurré al mirarme al espejo, efectivamente, mis dientes estaban negros, tomó agua y juego con ella en mi boca, la escupo y vuelvo a revisar. Limpios de nuevo.
Salí tranquilamente arreglandome el cabello, Penny estaba sentada en la barra y Elliot bailaba con dos chicas, ¿chicas?...perras.
-No te preocupes, el no quiere apegarse a ti porque sabe que te destruirá - le susurro a Penny cuando llegue a su lado, ella me miro confundida y al mirar a Elliot supo a que me refería.
-El no me interesa- se encogió de hombros, ¿esta negándolo? Esto es la primera vez que lo hace...¿estará borracha? No le hice caso y pedí dos chupitos

-Creo que ya haz tomado- dijo Penny arrebatandome el chupito.
-No te atrev...- tarde, ella ya se había tomado los dos chopitos.
-Borracha- susurré, pero se que lo escucho porque recibí un golpe en la cabeza.
-¿Sabes que?, ¿podrías darme una cerveza de 15 grados?- el chico asintió, me entregó la cerveza, si hoy quedaré inconsciente lo haré rápido.

-¿Que haces?- me giré asustada ante la voz de un desconocido, delante de mi había un chico mas o menos de mi edad, tenia tatuajes desde el cuello y hasta los brazos, por lo que se puede notar. Sus ojos marrones amenazaban a los mios con una cierta burla.

-No deberías tomar tanto - dijo con una sonrisa arrogante, ¿como sabe que he tomado algo más de la cerveza?

-No sabia que venía con niñero- pretendía seguir mi camino pero los fuertes brazos de aquel chico me negaron la pasada.

-Solo decía, ya sabes...para protegerte de chicos como yo- murmuró cerca de mi oído.
¿chicos como el?, ¿que tenían los chicos como el?
-No, no se- esta vez logré quitar sus brazos y seguí caminando, la salida estaba cerca pero nuevamente el me detuvo
-Oye, hay mas chicas dispuestas a prestarte el cu...- esta vez ni sus brazos o sus palabras me negaron hablar, el muy imbécil se atrevió a besarme, y lo peor de todo es que yo le permití hacerlo.
No por mucho tiempo, mi mano se formó en un puño y sin pensarlo mi puño impacto en sus costillas, el en menos de un segundo tenía sus manos en el lugar dañado, jadeando, y no sabia si era por el beso o por el golpe, dios quiera que sea por el golpe.
Me giré y finalmente pude seguir mi camino tranquila, el viento helado impacto en mi cara de manera rápida, mis mejillas instantáneamente perdieron el color rojo que tenían hace unos momentos y mi nariz probablemente estaba rosa.

-¿Que haces?, ¿ya quieres irte?- di un brinco y apreté mi puño, dispuesta a golpear, me gire y mi mano impacto en la nariz de Justin. Mierda
-Lo siento, creí que..- no pude terminar mi oración porque la mano de Justin estaba cerca de mi cara, cuando sus ojos hicieron contacto visual con los mios no duró mucho tiempo ya que con la fuerza del impacto caí al suelo.
Podía sentir su mano en mi mejilla, ardía, me quemaba y dolía, no tuve tiempo de reaccionar cuando tomó mi cabello.
Lo miré; sus ojos oscuros reflejaban los mios, vi mi miedo en los suyos por un segundo solo un segundo el miedo me invadió luego reaccioné...es ridículo.
Me levante como pude y le golpee la mandíbula. El cerro los ojos y los puños con fuerza, sentí picar mi cuero cabelludo, pero lo ignore y volví a golpearlo en la nariz, esta vez la sangre ya se hacia notar. El me empujo, mantenía su agarre en mi cabello...y pateó, pateó tan fuerte que quede inmóvil...indefensa.
Su respiración era fuerte y rápida, la mía era entrecortada ¿no había nadie alrededor?
Los recuerdos volvieron a mi mente y la furia invadió mi cuerpo, empecé a lanzar patadas y puñetazos a todos lados, todos...absolutamente todos aterrizaron en su cuerpo.
Logre levantarme, sabia que el con un golpe podía derrotarme en cambio yo...no sabia cuantos golpe necesitaba para derrotarlo.
Parecía que mis golpes le hacían cosquillas porque en ningún momento soltó su agarre.
Sentí mi estomago retorcerse y no sabia si era por los nervios de perder algo que era obvio o por el golpe que acabo de recibir. Con todas mis fuerzas mi puño impacto en su miembro, el gruño y me soltó.
Corrí, me acobarde y corrí aun con falta de aire por el golpe en el estomago.
Sabía que que el no me seguía, pero de todas formas corrí y encontré refugio detrás de un auto.