Estamos en guerra

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Capítulo 4. Estamos en guerra.

Las clases terminaron, Santana esperaba en el estacionamiento de la escuela a Quinn... mientras tanto Sam llegó al mismo lugar.

Sam. Santana, necesitamos hablar.
S. No lo creo.
Sam. Perdóname, no quise comportarme así contigo, pero compréndeme soy un adolescente, la mayoría del tiempo sólo pienso en tener sexo contigo, no lo puedo evitar.
S. No me gusta la manera en cómo me tratas a veces .
Sam. Lo siento, sé que soy un idiota, pero te amo demasiado, no quiero perderte por algo así, prometo no volverte a presionar para nada, esperaré hasta que quieras estar conmigo, pero no me dejes.
S. Sam, yo también te amo y te juro que quiero entregarte mi virginidad a ti, pero aún no es el momento indicado, además no quiero perderla sólo porque nos ganó la calentura, quiero que sea especial y en un lugar decente.
Sam. He estado ahorrando para poder pagar un buen hotel.
S. Hotel? (mueca)
Sam. Sabes que en mi casa es imposible que lo hagamos, mis hermanitos siempre están ahí y en tu casa... pues tu papá me da miedo.
S. Jajaja eres un cobarde Sammy.
Sam. Lo sé. (suspirando)
S. Está bien... te daré otra oportunidad, intentaré ser un poco más flexible contigo en ciertas cosas, eres un chico guapísimo y no quiero que una de esas perras que andan tras de ti me quite tu amor.
Sam. Eso jamás pasará.
S. Más te vale.

Finalmente Quinn apareció.

S. Vaya, hasta que la reina decidió honrarnos con su presencia, tengo más de media hora esperándote.
Q. Lo siento, estaba ocupada.
S. Si claro, me imagino con quién.
Q. Eh?
S. Nada, sube al auto mientras me despido de mi novio.

Ya en el auto, la chica no pudo dejar de observar las muestras de cariño que los jóvenes novios se daban frente a ella, suspiró y tomó entre sus manos el relicario, cerró sus ojos y empezó a recordar, hasta que esos pensamientos fueron interrumpidos por el estruendo de la puerta del auto al cerrarse.

S. No te duermas Fabray.
Q. No estoy durmiendo.

De camino a casa de los López...

S. Y qué hacías charlando con Noah Puckerman?
Q. Cómo?
S. No te hagas la tonta, te vi perfectamente platicando con él, de dónde lo conoces?
Q. Pues de aquí, chocamos por el pasillo y tumbó mis libros, me ayudó a recogerlos y empezamos a charlar, es un chico muy amable y simpático.
S. Mmmm.
Q. Qué?
S. Eso que acabas de describir es algo que Puck JAMÁS haría.
Q. Qué tanto lo conoces?
S. Lo suficiente como para saber que es un patán, acosador y el causante de que muchos de los chicos de la escuela siempre andan muy "alegres".
Q. Qué quieres decir?
S. Que es un dealer.
Q. Y cómo lo sabes?
S. Es un secreto a voces en la preparatoria, pero obviamente todo el mundo le teme a excepción de mí por su puesto, por eso nadie lo ha delatado.
Q. Y por qué no lo has hecho tú? Ya que dices no temerle.
S. Porque me importa un rábano lo que haga con su vida y la de los demás, tengo suficientes problemas como para ocuparme de los que no me incumben.
Q. Ya veo.
S. En fin, sólo te daré un consejo, aléjate del chico, porque si no lo haces, sólo tienes dos caminos estando a su lado: 1. Quedar embarazada de él y 2. Convertirte en un ser muy "alegre"
Q. Pensé que no te incumbían los asuntos de los demás.
S. Y es verdad, pero mis padres me pidieron cuidarte, sólo hago lo que ellos me pidieron.
Q. No hace falta que lo hagas.
S. Genial, es bueno saberlo, un peso menos sobre mí.

Mi Hermana Adoptiva. (Quinntana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora