Capítulo 1.

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Emily.

Solté una carcajada mientras escribía el nuevo invento de Fred y George. Me lo estaba pasando genial y pocas veces pensaba en mi aburrida vida en mi verdadera casa, a saber cómo estaría la fría indiferencia de Eleanor o el cariño que le tendrían mis padres a ella. No me importaba. La Madriguera me refugiaba con calor y cariño protegiéndome de cualquier cosa, de cualquier desafío, reto o maldad que me brindaba mi antigua vida, mi antigua familia.

Llevaba una semana en la Madriguera y parecía que conocía la casa de arriba a abajo al igual que sus dueños. El señor Weasley, gran fanático de las cosas muggles, me divertía hablando horas y horas con él sobre la función del teléfono aunque no sabía muy bien de que iba exactamente. La señora Weasley, ¡era todo lo que se podía describir como buena madre y buena persona! Era excelente en la cocina y era muy amable, hablábamos durante horas sobre sus hijos. No hablaba demasiado con Percy ya que éste me aburría mucho. Siempre molestaba a Ron con los artefactos de Fred y George, mis mejores amigos aunque también le ayudaba y jugábamos al ajedrez mágico a pesar de que siempre me ganaba. También averigüé que había tres hijos más. Uno de ellos una chica: Ginny. Era muy agradable y divertida además de firme y decidida, siempre me perseguía a todas partes y según ella era su nueva ídolo, aparte de Harry. Bill y Charlie eran los hermanos mayores pero no los pude conocer, aunque según lo que contaban parecían geniales.

-Oye -Ron nos llamó tumbado en la cama mientras leía una revista de quidditch y cogía ranas de chocolate-. ¿No creéis que Harry no nos contesta a las cartas?

-Es verdad. Me parece muy extraño -opiné sentándome a su lado mientras cogía una rana de chocolate-, pues él siempre decía que en menos de unas horas ya tendríamos la respuesta.

-¿Creéis que son sus tíos? -vaciló Fred parando de escribir. Suspiré, poniendo una mano en mi barbilla, titubeando. No sabía muy bien qué pensar si era sincera.

-Tengo un plan... -la voz de George llenó el vacío del silencio reflexivo- Pero aparte de ser peligroso, mamá nos mataría si saliera mal.

-¡Entonces...! ¿A qué esperamos? -emocionada Fred soltó una carcajada y no pude evitar contenerme una pequeña risa.

-¿De qué trata? -murmuré mientras leía el cromo.

-Podríamos coger el coche de papá... Ya sabéis, hacerlo volar e ir al Londres muggle para ir a buscar a Harry -dijo George mientras se levantaba de su asiento en la alfombra de su habitación-. ¿Qué pensáis?

-¡Por las barbas de Merlín! ¡Suena súper emocionante! -asombrada, abrí la boca encantada. ¡Otra aventura más en el verano! ¿Cuántas más se sumarían?

Después de discutir un poco, decidimos ponernos en marcha... Esa misma noche.

[...]

Querido Harry:

No sabemos si te llegará esta carta o no, pero igualmente te la escribimos. Bueno, más bien, te la escribo yo, Emily.

¿Cómo estás? Hemos observado atentamente como no respondías a ninguna de nuestras cartas pero te las quedabas ya que cuando nuestras lechuzas regresaban, no traían nada. ¿Seguro que estás bien, no pasa nada?

No importa la contestación, ni ninguna respuesta. Vamos en camino, te escribo esto desde el asiento trasero del coche volador de los Weasley. He pasado el verano en su casa. ¡Tengo muchas ganas de verte y estar todos juntos! ¡Como el primer año!

En fin, ¡vamos en camino!

Te quiere, Emily.

PD: ¿Has hecho los deberes? Yo sí o Hermione se pondrá furiosa y no me hablará, es lo más seguro.

Terminé de escribir la carta y saqué a Red de la jaula antes de colocársela en el pico y acariciar su plumosa cabeza rojiza, observando con admiración sus ojos color miel.

-¿La has escrito ya? -la voz de Fred llegó hasta mis oídos en forma de grito mientras dábamos una curva cerrada. Apreté a la jaula plateada contra mi pecho cerrando los ojos.

-¡Sí! ¡Ahora mismo se la mando! -chillé como respuesta mientras dejaba que mi lechuza volara fuera de allí a gran velocidad.

Me apoyé en el respaldo del coche. No estaba nerviosa, ni siquiera cansada. Sólo curiosa, incrédula, confundida, era todo lo que me describía. ¿Qué le pasaría a Harry? ¿Por qué no contestaba a nada?

Acabé mirando por la ventana mientras el coche daba sacudidas cada cinco segundos mientras comía grageas de todos los sabores que había traído Ron. Me reí cuando le tocó una con sabor a pies de color rosa.

-¡Ya viene! -George atisbó a mi lechuza a lo lejos, de nuevo volvía sin ninguna carta. Fue entonces cuando sabía que todo lo que estábamos haciendo estaba bien, por una buena causa, por una buena acción.

-¡Ya llegamos! -Ron se emocionó una hora después cuando sobrevolábamos la avenida donde Harry vivía. Alcé una ceja al descubrir que en la ventana de arriba había una verja. ¿Cómo habían osado hacer algo así? ¡Era como una cárcel!

Bajé la ventanilla del coche y llamé a su ventana con un nudillo mientras sonreía. Pude ver la cara de Harry pasar de la incomprensión a la felicidad. Estaba más delgado y más alto, sus facciones indicaban que había crecido.

-¿Qué hacéis aquí? -susurró asombrado.

-Salvarte, claro -sonrió Ron.

-¡Vamos! ¡Te libraremos de aquí! Aparta un momento, tenemos que poner...

[...]

-¡Ni una carta! ¡Las camas, sin una nota! ¡Se ha armado un lío! ¡Estaba muy preocupada por vosotros!

La señora Weasley irradabia furia. En cierto modo, daba algo de miedo. Se giró hacia Harry y hacia mí y nos sonrió agradable.

-Perdonad chicos, estos no tiene que ver con vosotros.

-¡Y...! ¿Qué hay de Emily? -acusador Ron me señaló con el dedo mientras yo le asesinaba con la mirada. ¡Cascarrabias!

-¡Eres una mala influencia para ella, Ronald! -le regañó Molly mientras fruncía el ceño- Enfadada no es ni la mitad que estoy.

-Pero, mamá... Le habían puesto barras de metal en la ventana -arrepentido, Ron intentó explicar.

-¡Espera que no ponga yo esas barras en tu ventana! -Molly se dio la vuelta caminando hacia la cocina.

En mi opinión, todo era muy divertido.

¡Holaap! Sí, soy yo, Leyre. ¡Yo! No tú. Sería algo raro, y daría miedo.

¿Cómo estáis? ¡Por Merlín! Ya tenemos la segunda temporada, y pensar que casi acabábamos con 2K en la otra novela. ¿Cómo es que los votos aumentaban tanto? Esperamos que pase lo mismo ^_^

Espero que os haya gustado. ¡Votad con una estrellita y si sois buenas personas, un comentario!

Leyre.

Las hermanas E «Segundo año».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora