Capítulo 7.

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Emily.

Mi mirada inquietante no paraba de deslizarse hacia el rostro verdoso de Ron. Procuraba no hacerlo enfadar o molestarse. En realidad y aunque me costara reconocerlo, estaba preocupada.
Aunque no sólo por él sino por todo lo que estaba sucediendo éste año. El elfo doméstico en casa de Harry, la columna, el Sauce Boxeador, la varita rota de Ron (aunque esto último fue por culpa del mismo), el vociferador... (esto también, ejem), no sé, estaba siendo bastante movido. Pero sabía que las dos primeras cosas estaban relacionadas.

Alargué la mano hacia la lechuza de mi familia. Traía algo pero no como Ron sino una pequeña nota. Afortunadamente, no me echaban demasiado la bronca pero si me ponían un pequeño aviso de que si volvía a pasar, habría un buen castigo.

¿Castigo? Bueno... Me era suficiente tener la muñeca izquierda torcida (la venda era realmente molesta) y varios rasguños en el rostro. Eso sí, mi varita estaba intacta.

—Vamos... —me esforcé en animarlo y con mi mano sana, toqué su hombre para intentar animarlo— Nos toca Herbología y es mejor que no lleguemos tarde después de esto.

Él asintió débilmente y yo sólo le dediqué una sonrisa a Harry y Hermione. Por cierto, ésta última no me había dejado descansar en toda la noche. Todas las horas en vela explicándole hasta el más mínimo detalle lo que había transcurrido mientras ella no estaba.

Entramos en el invernadero y me coloqué al lado de Hermione y Harry bajo mi pesar. Ron se había tropezado con la zancadilla de un maldito Slytherin. Por supuesto no era otro más que Draco Malfoy al que decidí no hacerle caso y atender a la profesora Sprout.

No hacía falta mucho sino sacar las mandrágoras y volver a enterrarlas. Lo supe nada más ver las macetas y las plantas sacudirse un poco dentro de ellas. Lo hacía todos los veranos en casa de mis abuelos junto a toda mi familia, junto a Eleanor y...

Levanté la mirada hacia la pelinegra. Ella parecía mantener una disputa en voz baja con su amiga así que rápidamente desvié la mirada hacia la explicación de la profesora. Aunque, sinceramente, aún así, no prestaba atención.

Al acabar, no tardé mucho en volver con Ron y finalmente pude sentarme con él en la siguiente clase que fue con McGonagall, Transformaciones. A pesar de que era nuestro primer día de clase, no se cortó en ponernos una montaña de deberes.

—¡Es odioso! —me lamenté observando la pila de libros que llevaba entre mis brazos y colocándola logrando por medio de magia que no se cayera, sentándonos en la mesa de Gryffindor— ¡Es decir...! ¡Podía ser más considerada, es nuestra jefa de casa!

—¿Qué nos toca después? —habló Ron desanimado. Giré mi cabeza hacia Hermione. Ella ya tenía su horario en la mano y me pasó el mío, por consecuente que Ron me lo quitara.

Ya recapacitaría sobre si debería ayudarle a subir su autoestima, maldito amante de las ratas, robachocolate, noaceptogaleonesapesardeque...

—¿Y esto? —señaló la próxima clase. Defensa Contra Las Artes Oscuras. Frunció el ceño y noté un rubor escarlata en sus mejillas— ¿Por qué tienes corazones alrededor de la clase? ¿Es por Gilderoy?

—A mí no me gusta, lo habrá puesto Hermione. Ella siempre escribe mis horarios. ¿Ves? No es mi letra. —negué con la cabeza, con reprobación y alcé la mirada sólo para ver como Hermione y Harry reían en silencio, observándonos. Sin comentarios.

Lo peor era que la clase la compartíamos con Slytherin y yo no tenía ninguna gana de sentarme en la mesa de al lado de Eleanor, que era donde siempre me sentaban al tener el mismo apellido.

Justo cuando decidía levantarme para quitarle el postre a Ron por cuarta vez, algo golpeó mi rostro haciéndome caer al suelo. A continuación, oí un flash de foto.

—Por las barbas de Merlín... —protesté, abriendo primero un ojo y después otro antes de ver a un niño mirándome con energía, saltando sonriente, y dando vueltas.

—¡Perdona, soy Colin Creevey, primer año, en Gryffindor! Como Harry. ¡En fin! ¿Tú eres amiga de Harry Potter, no? ¿Tendrías el placer de presentármelo?

Mi cabeza daba vueltas y ese niño aún hacia girar más el tiovivo del mareo. Agarré su brazo sin respuesta alguna y lo llevé junto a mis amigos, forcejeando para que no se escapara del nerviosismo.

Y después... Las clases de Gilderoy Lockhart.

Lo bueno es que el postre de Ron estaba delicioso.

¡Aquí estoy de nuevo? ¿Nadie me echaba de menos, cierto? Por lo menos, ¿a Emily sí, no? *\(^o^)/* ¡En fin, no hay mucho que añadir! Veamos que deparan las clases de DCLAO. Seguramente el examen teórico de Gilderoy Lockhart y los malditos duendes. Pero todo eso... Con Emily y Eleanor juntas. (๑•̀ㅂ•́)و✧
¡Nos vemos o más bien, leemos!
-Leyre.

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⏰ Última actualización: Sep 12, 2016 ⏰

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Las hermanas E «Segundo año».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora