Capítulo 4.

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Eleanor.

Gilderoy Lockhart definitivamente era la persona más engreída, tal vez por eso desde el momento en que entré a Flourish y Blotts, me cayó mal.

Mi mamá empezó a susurrar cosas enojada, sacándole una sonrisa a papá. Adele y yo nos adentramos para poder tomar los libros que nos pedían. No pasó mucho tiempo, cuando una voz nos interrumpió.

-¡Hola chicas! -Theo Nott apareció entre un tumulto de gente. Parecía muy agradecido de encontrarnos.

-Hola, Theo -lo saludamos las dos al mismo tiempo.

-Uff, pensé que nunca las encontraría, Gilderoy Lockhart es toda una personalidad.

-Ni lo digas, hay tanta gente que podría morir de ahogada -le dije, y saqué un libro, para ver su portada.

-A mí me parece guapo -Adele suspiró y miró a la dirección donde estaba toda la gente- Tiene una sonrisa muy... Eleanor. ¿Esa no es tu hermana? -la rubia apuntaba a una gran cantidad de pelirrojos, entre ellos estaban mis padres y mi hermana, si no fuera porque la conocía, podría haberla confundido como una Weasley más. A igual que mi mamá, quien se reía sobre algo.

Hice una mueca y dejé el libro en donde estaba.

Cuando pensé que no podía empeorar, Draco Malfoy, apareció enfrente de nosotros.

-Eleanor, tanto tiempo -el platinado tenía una sonrisa de medio lado, la cual odiaba, porque lo hacía ver más egocéntrico que nunca.

Sólo pasé a su lado. Si creía que le hablaría así como así, estaba equivocado.

Perdí a mi familia de nuevo, aparentemente, la gente no dejaba de venir, así que decidí esperarlos afuera. Pero algunas personas estaban tapando la salida.

-Y me está sacando de mis casillas así que si no quiere que llame a... -Emily se quedó callada después de que me vio, parecía como si acabará de ver a una banshee. Draco le dijo algo en voz baja a su padre.

-Con que tú eres Eleanor Seller. Realmente estaba ansioso de conocerte, después de todo, no pudimos cenar como teníamos acordado -Lucius Malfoy hablaba casi idéntico que si hijo. Aunque no me sorprendió. Draco parecía ser la copia más joven de su padre.

-Bueno, la agenda de papá es muy apretada, espero que entienda -le sonreí sin mostrar los dientes. El ambiente de volvió tenso. Un señor regordete y pelirrojo con las mejillas sonrojada, llegó a nosotros.

-¿Hay algún problema, chicos? -el señor realmente tenía una voz muy agradable.

-Vaya, vaya... Si es el mismísimo Arthur Weasley.

-Lucius -dijo el señor Weasley, saludándolo fríamente.

-Mucho trabajo en el Ministerio, me han dicho -comentó el señor Malfoy-. Todas esas redadas... Supongo que al menos te pagarán las horas
extras, ¿no? -se acercó al caldero de la niña pelirroja que estaba al lado de Emily, y sacó de entre los libros nuevos
de Lockhart un ejemplar muy viejo y estropeado de la Guía de transformación para principiantes-. Es evidente que no -rectificó-. Querido amigo, ¿de qué
sirve deshonrar el nombre de mago si ni siquiera te pagan bien por ello?

El señor Weasley se puso aún más rojo que Ron y la niña pelirroja.

-Tenemos una idea diferente de qué es lo que deshonra el nombre de mago, Malfoy -contestó.

-Es evidente -dijo Malfoy, mirando de reojo a los padres de Hermione, que lo miraban con aprensión-, por las compañías que frecuentas, Weasley...
Creía que ya no podías caer más bajo.

Entonces el caldero de la pelirroja saltó por los aires con un estruendo metálico; el señor Weasley se había lanzado sobre el señor Malfoy, y éste fue a dar de espaldas contra un estante. Docenas de pesados libros de conjuros les
cayeron sobre la cabeza. Fred y George gritaban: «¡Dale, papá!», y la señora
Weasley exclamaba: «¡No, Arthur, no!»

La multitud retrocedió en desbandada,
derribando a su vez otros estantes.
-¡Caballeros, por favor, por favor! -gritó un empleado.

Y luego, más alto que las otras voces, se oyó:
-¡Basta ya, caballeros, basta ya! -Hagrid vadeaba el río de libros para acercarse a ellos.

En un instante, separó a Weasley y Malfoy. El primero tenía un labio partido, y al segundo, una Enciclopedia de setas no comestibles le había dado en un ojo. Malfoy todavía sujetaba en la mano el viejo libro sobre transformación. Se lo entregó a la niña, con la maldad brillándole en los ojos.

-Toma, niña, ten tu libro, que tu padre no tiene nada mejor que darte -librándose de Hagrid, que lo agarraba del brazo, hizo una seña a Draco y
salieron de la librería.

-No debería hacerle caso, Arthur -dijo Hagrid, ayudándolo a levantarse del suelo y a ponerse bien la túnica-. En esa familia están podridos hasta las entrañas, lo sabe todo el mundo. Son una mala raza. Vamos, salgamos de aquí.

Dio la impresión de que el empleado quería impedirles la salida, pero a Hagrid apenas le llegaba a la cintura, y se lo pensó mejor. Se apresuraron a
salir a la calle. Los padres de Hermione todavía temblaban del susto, mis padres intentaban calmar al señor Weasley, y la señora Weasley, que iba a su lado, estaba furiosa.

-¡Qué buen ejemplo para tus hijos... peleando en público! ¿Que habrá pensado Gilderoy Lockhart?

-Estaba encantado -repuso Fred-. ¿No le oísteis cuando salíamos de la librería? Le preguntaba al tío ese de El Profeta si podría incluir la pelea en el
reportaje. Decía que todo era publicidad.

Emily parecía discutir algo con los Hermione, Harry y los Weasley, incluida la niña pelirroja que no conocía.

-Wow, qué escena ¿no creen? -mi amigo el pelinegro parecía muy emocionado, como si nunca hubiera visto algo interesante en su vida.

-Mis papás nunca lo creerán -me podía imaginar que Adele estaba pensado en lo que diría su siguiente carta a sus papás.

-Parece ser que los Weasley son una familia que le gusta llamar la atención, justo como a Emily -miré hacia mi hermana que parecía estar más que a gusto.

-¿Aún no se hablan? -la voz de mi amiga parecía preocupada.

-No, y no creo hacerlo muy pronto -dejé zanjado el tema, pero Adele siguió intentando.

-Todo ese asunto fue por culpa de Draco, deberían hablar, tal vez te perd...

-No, tú no entiendes, la conozco, somos orgullosas. Además creo que ella parece feliz con sus nuevos amigos.

Después de un rato, cada quien se fue a sus respectivas casa.

Me di cuenta que Emily ahora era una Weasley.

Hola, hola.
Ya sé que pasaron como tres calendarios mayas para que actualizara, pero sucedieron muchas cosas raras en mi vida, pero nunca me olvidé de ustedes, porque las amo❤.
Así que aquí está el capítulo. ¿Qué les pareció? ¿Demasiado drama? Lo creo.
Bueno, ya saben, no olviden su estrellita y comentario.
¡Cambio y fuera!
-Denisse.

Las hermanas E «Segundo año».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora