Kamina.

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Notas(?)

Anime=Tengen Toppa Gurren-Lagann.

(T/N)=Tu nombre.

(C/O)=Color ojos.

(C/C)=Color cabello.

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Caminaba por el suelo de aquél lugar.

Tranquilo, silencioso, me producía ligeros escalofríos.

-¡Oye!, chica, ¿qué haces por aquí?.

Dirigí mis ojos (C/O) hacía aquella voz, chocando con unos orbes rubí que me miraban con asombro y preocupación. No respondí.   

-¿Te encuentras bien?, ¿cuál es tu nombre?, ¿estás sola?.-Me bombardeo con preguntas. 

Seguí sin responder, retrocediendo un poco, logrando ver su figura más detalladamente.

Un tanto alto, su piel era un poco bronceada lo cual hacia sobresalir bastante sus ojos rojos y cabello azul, en sus hombros había grandes tatuajes de un tono más oscuro que su cabello.

-No te asustes, no te haré nada, mira.-Se dio la vuelta permitiéndome ver el logotipo de la capa que tenía.-Soy Kamina, ¡el líder de la brigada gurren!.

-...Líder.-Susurre.

-¡Así es!, y como líder, te prometo no te haré nada malo.-Sonrió con confianza.

Dude algunos segundos, pero después de todo, ¿qué más podría ocurrir?, así que comencé a acercarme a él con las pocas fuerzas que tenía, pero, de repente, todo se tornó oscuro, lo último que escuche fueron sus pasos apresurados acercándose.


Abrí lentamente mis ojos, recibiendo en respuesta una luz cegadora.

-Ugh.-Tome la manta que me cubría para tapar mi rostro.-Eh, ¿una manta?.

-Veo que has despertado.-Una dulce voz me interrumpió.

Era una chica...Muy voluptuosa, cabello rojo largo, ropa reveladora, tenía una bandeja con comida.

-Soy Yoko.-Sonrió mientras dejaba la bandeja en una mesa al lado mío y ella tomaba asiento en el borde de la cama donde me encontraba.- ¿Te sientes mejor?.

-Oh...Si.-Asentí débilmente, realmente me sentía un poco mejor, pero mi garganta dolía.

-¡Eso es genial!, Kamina estaba muy preocupado por ti.-Junto sus manos con las mías.-Te desmayaste, él dijo que no pudo hablar mucho contigo.-Su sonrisa se esfumo.

-Lo siento, estaba asustada.-Dije sinceramente.

-Tsk, ¡él nunca aprende!, seguramente te bombardeo con palabrerías.-Soltó mis manos mientras se ponía de pie y refunfuñaba.-Es normal que te asustaras.

Reí un poco, ya que efectivamente el me bombardeo con sus preguntas, pero poco después tosí pesadamente.

-¡Oh, lo siento!, se supone que vine a cuidarte, no a matarte.-Se disculpó mientras tomaba la bandeja y la ponía delicadamente sobre mí.-Tu desayuno.-Sonrió cálidamente, realmente sonreía mucho.

-Gracias, eres muy amable.-Agradecí mientras tomaba un sorbo de lo que parecía ser té.

-No hay que agradecer, no hay muchas chicas por aquí, siempre es bueno hablar con una comúnmente y no solo de robots.-Rio.

-¿Robots?.-Por poco escupía mi bebida, robots fue lo que me atacó.

-Sí, ¿acaso nunca has visto uno?.-Pregunto sorprendida.

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