One-Shots.

Dante Sparda.

Notas(?)

Anime/Videojuego= Devil May Cry.

Posibles spoilers de la saga, más concretamente: Devil May Cry 3, Devil May Cry 4 y DMC.(Llamado también 5 o 0).

(T/N)= Tu nombre.

(C/C)= Color cabello.

(C/O)= Color ojos.

(C/F)= Color favorito.

(C/P)= Color piel.

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Quien diría que ser hermana de Lady, la cual, también comenzaste a llamar con ese apodo, tendría tantas ventajas.

La primera, bastante habilidad en combate, principalmente con armas de fuego, fuerza, sabiduría, y porque no decirlo, belleza.

Además de heredar igualmente esos hermosos y misteriosos ojos bicolor, el izquierdo (C/O), mientras el derecho (C/F).

Te encontrabas en la puerta de un establecimiento, "Devil May Cry", junto con tu hermana, la cual dijo que tenía que arreglar algunos asuntos con el dueño. Decidiste acompañarla.

Al adentrarse en aquel lugar parecía bastante viejo, un tanto lleno de polvo, notaste rápidamente que había una rockola antigua en una esquina, al lado de un pequeño bar.

Caminabas detrás de Lady, pero te apartaste de ella al ver una caja de pizza en un gran escritorio, sin dudarlo ni un segundo, tomaste un trozo para después arrojarte en un sillón cercano.

-Me gusta, es viejo pero interesante.-Comentaste mientras dabas un bocado al trozo de pizza, estaba un poco fría.

-Tal vez el dueño también te agrade...Tiene el estilo de este lugar.-Dijo sin verte, mientras elegía una canción en la rockola.

Masticabas tranquilamente, hasta que sentiste una presencia detrás de ti, oscura, pesada.

Sin dudarlo ni un segundo arrojaste el trozo hacia aquel ente, dando rápidamente la vuelta mientras tomabas tu revólver.

-¿Nunca te han dicho que la comida no debe desperdiciase?.-Río arrogante el hombre delante tuyo, cabellos blancos un tanto largos, ojos azules, bastante apuesto a decir verdad, sostenía el trozo de pizza anteriormente lanzado con la mano derecha.

-Demonio.-Escupiste de manera venenosa, el odio hacia los demonios era algo que también heredaste de tu hermana.

-No completamente.

Sin dudarlo disparaste, justo en la frente.

El hombre cayó de espaldas, en el suelo se formó un pequeño charco de sangre, no mucha.

Lady se acercó a tu posición, con una sonrisa en el rostro.

-Buen tiro.-Alardeo mientras tomaba tu hombro.

Cuando terminaste de guardar el arma en la correa de tu muslo escuchaste el cómo se levantaba.

-Tsk, dejará una marca.-Se quejó mientras tocaba su frente de la cual aún goteaba un poco de sangre.

Estabas por tomar nuevamente el revólver pero no lo encontraste.

-¿Buscabas esto?.-Pregunto a tus espaldas lanzando el arma al aire y tomándola, como si de una pelota se tratase.

-Tú, maldito.-Gruñiste decidida a acabar con él, pero tu hermana nuevamente tomo tu hombro.

-Tranquila.-Susurro mientas extendía su mano al peliblanco, el cual le arrojó de regreso tu arma, ella te la entrego.