A la espera

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Un frio día de invierno había llegado de improvisto, ventiscas heladas golpeaban con furia el vidrio de mi ventana, amenazándola en romperla. Se escuchan los gritos de viento intentando entrar por las grietas del techo. Solo estoy en silencio observando la danza extravagante de los copos de nieve cayendo al vaivén del viento, una danza extraña vulgar pero tan atrayente, es un hermoso despliegue de emociones paganas y seductoras. Tengo tanto miedo, ese frio amenaza en entrar a mi casa y hacerme parte de su paisaje helado, los muñecos de hielo hechos por los niños vecinos son la fija imagen del dolor ante el frio.

No quiero permanecer sola en esta lugar vacío y carente de vida, quiero escuchar a mi mamá gritarme que me abrigue, quiero escuchar la risa sonora de mi padre burlándose de los regaños de mi madre, como deseo volver a ver a mi hermanito correr escaleras abajo con sus guantes de lana color verde que ya ni le quedan. Oh... como extraño los ladridos de Café, ese ruidoso perro que solo nos hacia reír por sus locuras, esta casa ahora esta ahogada en un eterno silencio. No quiero ser parte de esta soledad y vacío no quiero sentirme atrapada entre un muro de murmullo en una casa hecha pedazos, no quiero oír a los vecinos quejándose de mi hogar. Es mi casa por favor déjenla permanecer así como está.

Se que este eterno invierno cesara algún día, se que volveré a ver el sol tan radiante como un dulce día de verano, sentir sobre mis mejillas el ardor de las quemadas y el dolor del frio entrando en mi huesos, se que volveré a ver las flores de mi jardín florecer, se que volveré a sentir su dulce ahora ahogando mis pulmones y no sentir como escapa de mis pulmones todo el aire caliente de mi.

Ya hace mucho tiempo que ese dolor se hizo parte de mi vida, ya hace mucho tiempo no vuelvo a sufrir del dolor como solía hacerlo antes. He aprendido a vivir con el pero no deja de provocarme miedo y angustia, quiero volver a ver a mi madre, volver a ver a mi padre y hermano. Extraño a mis amigos de la calle, ¿Dónde están todo? ¿Dónde se fueron? ¿Habrán escapado de este eterno invierno que se ha apoderado de todo el vecindario?

Aun estoy en el sillón junto a la ventana a la espera de mis padres y mi hermano. Aun me mantengo fiel a la espera de todo o alguien que recuerde que sigo aquí.

No quiero abandonar esta casa llena de quejidos y podredumbre, no quiero abandonar mi único lazo con mi familia. Papi, Mami, hermanito y Café, aun sigo aquí esperándolos...

¿Cuándo volverán por mí?

Sigo aquí esperándolos... estos 50 años sigo aquí esperándolos en el frio...

Vengan por mí.


Relatos cortos (Por ahora suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora