Era un noche calurosa, así que decidí salir a tomar algo de aire, estaba harto de escuchar es escandalo de mis amigos ahogándose en litros de alcohol. Me sentía cansado y agotado por un día largo en este crucero. Detestaba ver como mis amigos se llevaban a la cama chicas sin siquiera conocerlas. Mientras caminaba hacia la proa de enorme crucero, divagando en mis pensamientos pesimistas; vi de repente la imagen de una dulce mujer. Su apariencia era delicada a la luz de las estrellas, sus cabellos ondulados bailaban y luchaban contra el viento, tenia una hermosa bata blanca que se movía al vaivén del viento, se encontraba apoyada a la baranda de seguridad de la proa del barco. Se le escuchaba cantar una dulce melodía o solo seria mi imaginación. Finalmente decidí estar a su lado, aunque fuera solo para mirar al oriente.
-¿Qué hace una joven chica a estas horas de la noche?-. Le pregunte curiosamente. Sus ojos eran bastante grandes pero muy hermosos, su piel trigueña contrastaba con sus ojos verdes.
-Pues ver lo que las demás personas deciden ignorar-. Respondió cálidamente sin desviar la mirada de los románticos luceros.
-¿Qué quieres decir?-. Le pregunte curioso, No entendía que clase de respuesta era esa.
-Pues, si puedes ver. Mira hacia el cielo, ellos nos estaba viendo divirtiéndose de nosotros. Pero nosotros hemos decidido ignorarlos. Algunos se quedan quietos observándonos con atención, estudiándonos y aprendiendo de nosotros. Otras solo pasan y saludan-. Respondió, cada palabra era un acertijo que sinceramente no estaba dispuesto a indagar.
-Sabes que esa clase de respuesta te catalogan como una loca ¿No?-. Le dije, sabía que era algo descortés de mi parte, pero estaba agobiado y al aparecer ella seria con quien descargaría mi frustración.
-Se que mis respuestas pueden ser tomada como cosa de locos, pero ¿Qué seria de la vida si no tuviéramos una gota de locura en nuestro ser?-. Me respondió sabiamente, me quede enmudecido y con las manos temblorosas. Pero sin tener la menor idea de mis pensamientos, continúo. – Si no tuviéramos una gota de locura, estaríamos ahogándonos en pensamientos “Terroristas” todo nos parecería aburrido y vano. Nos asfixiaríamos por lo mas mínimo y no podíamos disfrutar de la vida-.
En ese momento, la bebida que tenia en mis manos se me resbalo de las mano hasta caer al suelo de la cubierta del crucero, aquella dulce mujer había fijado su intensa mirada en mis ojos vacíos, sentía como una malo cálida me sacaba de las profundidades de mi ser. Su dulce sonrisa provoco que reaccionada de igual manera.
-A esto es lo que llaman amor a primera vista-. Le dije, fueron palabras locas pero… eran ciertas.
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Relatos cortos (Por ahora suspendida)
RandomMuchas historias estan basadas en hechos reales. Pero en ocasiones las expresamos de maneras distintas.