“Has vuelto a llamarme a mi.”
“Oh, lo siento. Ya cuel...”
“¡No! ¡Espera!”
“Quiero decirte algo.”
“Adelante.”
“No puedo creer qué ese chico te haya pegado. Linda, no dejes qué nadie te haga sentir mal, y, ¡Dios! ¡Nunca vuelvas a dejarte pegar! Prometelo.”
“Adios, Lauren...”
Llamada finalizada.