“Hol...”
“Te estoy viendo.”
“Girate.”
“No sé quien eres.”
“Tampoco quiero que lo sepas hasta que no nos conozcamos oficialmente.”
“¿Me das una pista?”
“No.”
“No es justo que tú si sepas quien soy yo, pero yo no quien eres tú.”
“Ironías de la vida.”
“No entiendo porqué no querías que yo te viera.”
“Ya te lo explique, no te gustaría.”
“Te estoy mirando a los ojos ahora mismo.”
“Pero tú no a mí.”
“¿Camila?”
“Dime.”
“Eres hermosa.”
“Incluso con ese moratón en el ojo.”
Llamada finalizada.