❄ Capítulo 1 ❄

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Enero 15, 2016.
Nueva York.

06:00 a.m, hora en que 3/5 de la ciudad emprende camino hacia sus empleos, hora en que 1/5 de la ciudad decide regresar a sus hogares para dormir, cansados de una noche repleta de alcohol, hora en que el 1/5 restante de la ciudad se abraza a sus parejas y sonríe con somnolencia, sintiéndose feliz por tener a esa persona a su lado y sintiéndose demasiado a gusto con el calor que se brindaban mutuamente aquella helada mañana.

06:00 a.m hora en la que Louis Tomlinson debería levantarse para ir a trabajar, al igual que 3/5 de la ciudad de Nueva York, pero no lo hace porque está demasiado cansado gracias a Andrew y a las diferencias de horario.

Louis gira lentamente en la cama, abrazando a su almohada y moviéndose de modo que esta queda debajo de él, presionando su vientre. Louis gime en frustración al sentir el vació en su estómago ser presionado por la áspera textura de esa almohada de oferta, y decide regresar a la comodidad que su almohada importada, regalo de Andrew, le brindaba todas las noches. Gira nuevamente, intentando alcanzar la esponjosa superficie con su rostro, sin molestarse en abrir los ojos.

«Yo sé exactamente dónde estás, pequeña.»

Louis esboza una leve sonrisa, sin permitir que sus dientes se vean, que desaparece más rápido de lo que apareció cuando el rostro del chico impacta contra la punta de la mesita de luz.

—Mierda —Louis jadea con dolor y salta fuera de la cama, sintiendo cómo el frío le congela los huesos, y algo más—. Maldita mierda—murmura, abriéndose paso hasta el cuarto de baño y observando su rostro en el espejo: Nada de sangre, sólo un pequeño rasguño por sobre su ceja izquierda.

«Nada grave.»

El chico mira a su alrededor, sintiéndose afortunado de vivir, como todas las mañanas.

Sonríe ampliamente y se dirige a su habitación, tomando unos boxers y unas Vans con la parte trasera doblada, permitiendo que introdujera su pié por detrás, sin necesidad de desatar los cordones o calzar su pié correctamente por donde es debido. Luego de eso, camina hacia la cocina y abre la nevera, tomando la leche, luego se desplaza hacia la alacena y toma unos cereales, mezcla las dos cosas en un tazón y se sienta a comer, encendiendo la televisión frente a él en la mesa de la cocina.

Introdujo una cuchara con leche y cereal en su boca y entonces fue consciente de que algo faltaba, bufó y se puso de píe, caminando hacia la habitación y tomando el ¡phone que se encontraba sobre su traidora mesa de noche. Revisó ilusionado la casilla de mensajes, sólo para descubrir que no había nada allí.

«Andrew debe de estar dormido.»

Pasó una mano por su cabello, jalando de éste hacia atrás, sintiendo que ya no tenía nada de hambre

Estaba cansado de la distancia, tenía 24 años ahora, era un hombre, sabía qué era lo que quería y Andrew definitivamente entraba en esa lista.

Andrew era todo lo que Louis podía desear, era todo lo que alguna vez había deseado y un poco más. Tenía unos brazos musculosos que conseguían estar bronceados durante todo el año, unos ojos marrones claros y su cabello era dorado como el oro. Él era perfecto y Louis amaba el hecho de que Andrew compartiera su pasión por la fotografía.

Actualmente, el alma gemela de Louis se encontraba en Italia, reemplazando a su jefe, intentando que los eligieran para tomar las fotos de la colección Otoño-Invierno de una marca de productos de moda muy importante a nivel mundial; si Andrew lograba que los escogieran, no sólo conseguiría un ascenso, sino que la pequeña empresa para la que trabajaba podría despegar y conseguir el reconocimiento que tanto merecía.

Louis no podía estar más orgulloso de su novio.

Tomó su cámara, ubicada en la mesa del comedor, y decidió que saldría a fotografiar a las personas, como siempre hacía, todas las mañanas.

Estaba a punto de salir de su apartamento cuando se detuvo, depositó su preciada cámara a un lado de su cuerpo y, golpeando su frente, decidió que sería mejor para su salud que se cubriera del frío antes de salir; toma unos pantalones negros, con unas líneas de colores a los costados, una remera y un suéter, además de que se acomodó sus zapatillas correctamente, cubriendo su pié en su totalidad, sabiendo que se arrepentiría de no llevar un buen par de medias más tarde, cuando sus dedos comenzaran a perder la sensibilidad y él se viera obligado a regresar al apartamento para meter sus pies en agua caliente.

Tomó unos dólares por si acaso y luego, recogiendo la cámara como era debido, salió del lugar al que, vaciamente, llamaba hogar.



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Ok, HOLA! Bueno, éste es el primer capítulo, espero que les guste; ya sé, está algo aburrido, pero Harry no tarda en aparecer, LO JURO.


En fin, voten y/o comenten, y ante cualquier duda, no duden en escribir.


Nos leemos.


Gucci ✧[ L.S ] [ A.U ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora