Gucci ✧[ L.S ] [ A.U ]

❄️ Capítulo 18 ❄️

¿Crear una cuenta falsa para "espiar" a un chico? Algo lunático pero actualmente normal. ¿Llevar a tu novio al café en donde sabes que ese chico estará gracias a tu cuenta falsa? Bizarro, pero aceptable si no sientes nada por el otro chico. ¿Dejar a tu novio por irte a quién sabe dónde con el chico? ...Mmm... ¿Bailar con el chico en una fiesta gay, rodeados de alcohol? Pues, nos gusta, pero, a tu novio, probablemente no. ¿Regresar en estado de completa ebriedad a la casa de ese chico y, aparentemente, dormir en la misma cama? ... ¿Sostenerte del borde de la cama del chico sólo para ver su espalda desnuda pasearse fuera de la habitación? ¡Alerta roja! ¡Escándalo a la vista!
Louis no estaba muy seguro de nada, sólo sabía que había despertado a las 2:15 pm, con un dolor punzante en su cabeza, recuerdos de una noche extraña, y en una habitación en la que todo lucía tan extraño como caro. También sabía que lo primero que había visto al abrir los ojos, había sido una hermosa y ancha espalda descubierta, paseándose justo fuera de la habitación. La cama estaba arrugada a su lado, y suponía que la bella espalda pertenecía a Harry, al igual que el olor en la almohada contigua y todo lo que había en la habitación.
Estaba algo perdido y no sabía si debía de llamar a Andrew. No tenía conocimiento alguno del paradero de su móvil y no sabía si debía esperar tener mensajes por parte de su novio o... no.
Las cosas probablemente estaban muy mal con Andrew, había actuado completamente mal con él en el café el día anterior y Louis lo había dejado, con un comentario hiriente, para irse con Harry. Por alguna razón, no le importaba en lo absoluto.
Se sentía un poco mal por cómo había dejado las cosas, pero todo era tan incierto cuando de Andrew se trataba, que era como construir una casa sobre arenas movedizas. Y Louis ya estaba cansado de hundirse y tener que construir nuevamente.
La reluciente espalda ante él se tensó. Louis sintió una corriente recorrerlo. Pensó en Andrew. Pensó en sí mismo. Se preguntó si no estaba reprimiendo algunos sentimientos. Harry se movió. La espalda quedó parcialmente fuera de su campo visual; se movió un poco para poder verla mejor. Creyó encontrar la respuesta a la pregunta anterior. No quiso pensar mucho en eso. Harry dio otros pasos hacia la izquierda. Louis volvió a acomodarse contra el borde de la cama para no perder al chico alto de vista. Pensó que debía hablar con Andrew. Las sabanas comenzaron a ceder. Harry se giró en su dirección. Louis se desparramó por el suelo.
—¡Louis! ¡Diablos! —Harry corrió hacia él, se arrodilló a su lado y luego cubrió sus labios. Louis cerró sus ojos con fuerza al oírlo gritar—. ¿Estás bien? —El chico más alto pasa sus dedos por la frente de Louis. Este último entreabre los ojos y lo observa. No lleva camiseta. Mierda—. Louis... —llama nuevamente.
—Sí, creo que estoy bien —responde finalmente. No pudiendo disimular su mirada fija en el pecho del chico. Harry no dice nada al respecto, sólo sonríe y se pone de pie, extiende su mano y el más bajo la toma rápidamente. Louis puede ver cómo los músculos de Harry trabajan al jalarlo hacia arriba. Demonios.
—¿Quieres desayunar? ¿O prefieres almorzar? —Harry los conduce fuera de la habitación, sin soltar la mano de Louis, quien no sabe qué responder.
—Pues... ¿Lo que tú quieras? Supongo, sí.
—No, Louis, lo que tú quieras. Estoy preguntando porque no tengo preferencia y quiero que escojas. Si quisiera elegir yo, lo haría —las declaraciones suenan firmes, pero no tajantes. Louis no se siente incómodo con el tono firme de Harry.
—Pues... es que no lo sé. En verdad me da lo mismo, no tengo...
—Louis —Harry lo interrumpe, girándose para verlo. Sus ojos verdes apuntando hacia abajo, clavándose en los azules del chico indeciso.
—Desayuno —suelta repentinamente, sorprendiéndose a sí mismo porque en ningún momento había tomado una decisión. Harry sonríe.
—Bien, buena elección.

[...]
Louis aparta su plato y clava su mirada en la pared. Se ríe y niega, regresando su mirada al chico delante de él.
—Eso no es cierto —ríe.
—Por supuesto que lo es, ¿por qué habría de mentir?
Louis eleva sus cejas y se ríe un poco más.
—No lo sé.
Harry se ríe también.
—De acuerdo, háblame de ti —dice, a lo que Louis frunce el ceño—. Digo, ¿Tienes hermanos? ¿Dónde naciste? ¿Cuándo cumples años? Algo.
Suspira. Demasiada información requerida por pocas preguntas.
—Pues... tengo 6 hermanos —comienza. Harry abre sus ojos tanto como puede.
—¿Seis?
—Lo sé —Louis ríe— son demasiados, ¿eh? —niega, pensando que ha pasado mucho tiempo desde que los vio por última vez—. Soy el mayor de ellos... hm... tengo 24 años, los cumplo el 24 de diciembre y nací en Doncaster, una ciudad del Reino Unido... pero actualmente vivo en Nueva York, con mi pésimo sueldo de fotógrafo —hace una pausa, nota que Harry ha dejado de comer y lo observa maravillado. Sonríe—. Pero no me quejo, es lo que amo hacer.
—Y eres realmente bueno en eso, Louis; es una pena que no te de el dinero suficiente, si me permites decirlo —agregan los ojos verdes. Los ojos azules se arrugan y sonríen, riendo un poco al final.
—Sí, pero está bien, quiero decir, yo elegí ser lo que soy, no es como si me hubieran obligado u algo así...
—Sí, comprendo... —Se hace un silencio para nada incómodo. Louis pincha una fresa con el tenedor y la lleva a su boca—. Pero, hombre, seis hermanos, wow.
Louis ríe, atragantándose con la fruta y tosiendo un poco. Harry se mueve para golpear su espalda pero el chico se detiene. Vaya.
—Nunca vas a olvidar eso, ¿verdad?
—No, creo que no.
Se sonríen cálidamente. Louis se pone de pie para llevar los platos a la barra de la habitación. Harry lo sigue.
Por un momento, no dicen mucho, pero no se sienten incómodos con el silencio. Harry se recuesta contra la barra y observa a Louis.
—Yo tengo una hermana mayor y eso es todo. Tengo unos "hermanos" por parte del esposo de mamá, pero, si hablamos de sangre, solo tengo a Gemma... no es como que me queje, yo la amo, es la mejor hermana que alguien podría pedir..., sin desmerecer a tus hermanas, claro.
Louis sonrió, acercándose al cuerpo semi-desnudo del chico, completamente cómodo con la cercanía que mantienen y con su personalidad calma y gentil.

[...]

Nada sucedió realmente, Louis sólo observó alguno de los tantos tatuajes que Harry llevaba en su piel y hablaron un poco sobre ellos, nada demasiado profundo. Cuando ambos se percataron de la hora, Harry ofreció acompañar a Louis hasta su hotel y prometió contarle más sobre sus tatuajes la próxima vez.
«Así que planea una próxima vez»
Los chicos pasaron la esquina del hotel de Louis y se detuvieron frente a las puertas de éste. Louis dudó.
—Harry —llamó, el chico volteó el rostro en dirección a él, brindándole toda su atención. Louis tomó valor—. ¿Quieres mi número de teléfono? Espera, no, eso sonó extraño... yo quise decir que no tengo tu número telefónico y dijiste que en una próxima vez podríamos hablar un poco más... hm... quiero decir, no, no sé, pero es que quería saber...
—Sí —Harry se rió y posó una de sus grandes manos en el muslo izquierdo de Louis—, me encantaría tener tu número telefónico.
Así que eso fue lo que ocurrió, intercambiaron números telefónicos y se despidieron con una sonrisa tímida por parte de Louis y un beso en la mejilla por parte de Harry; cuando Louis llegó hasta su habitación, su ritmo cardíaco era alarmante.
—¿Crees que estas son horas de llegar?
Louis dio un salto, sin saber de dónde había salido esa voz y volteando en todas direcciones para detectarlo.
Andrew se puso de pie, caminando lentamente hacia Louis, su rostro encendido por el enojo.
—Respóndeme —exigió.
—Yo...
—Me dejaste, me faltaste el respeto de una forma horrible y me dejaste para irte con un chico a quien conoces hace algunas semanas y ahora no respondes mis mensajes o llamadas y regresas a las 6 p.m; ¿Qué mierda está mal contigo, Louis?
—Tú —¿QUÉ?.
—¿Disculpa? ¿Yo? Yo te conseguí un maldito empleo que te dejaría mucho dinero, yo te traje hasta aquí, yo te hice conocer a ese estúpido Harry y no hay cosa que  lamente más. ¿Pero yo soy tu problema? Después de todo ¿Yo?
Louis clavó su mirada en el suelo de la habitación, todavía no entendía cómo había sido posible que Andrew se metiera ya que la habitación era suya y se suponía que nadie más podía tener acceso a ella; estaba nervioso, y Andrew no ayudaba en nada.
—Mi celular... —comenzó, pero se detuvo a sí mismo. No quería mentir —. No, voy a ser completamente sincero —inhaló profundamente—. Yo estaba pasando un buen momento con Harry, quien por cierto no es ningún estupido, y no quería hablar contigo porque sabía que ibas a estar molesto porque me porté mal ayer —dudó—. Pero tú también te portaste mal, y creo que el hecho de que últimamente he estado "eligiendo" a otras personas por sobre ti se debe a que has estado siendo muy malo conmigo y no me siento bien con e...
—No me eches la culpa para justificarte y sentirte bien contigo mismo —Andrew lo cortó, Y Louis negó rápidamente.
—No me estoy justificando ni echándote la culpa: somos una pareja, dos personas, y debemos ser capaces de hablar de nuestros problemas y superarlos. Juntos.
—Yo no tengo nada para solucionar. Yo te metí en mi trabajo para que nos fuera posible estar juntos. Tú eres el que decidió tomar esa oportunidad e irse con otro chico que ni siquiera sabemos si es gay o no y que, de serlo, jamás te miraría. Es todo tu culpa, Louis.
— No —Louis negó, no queriendo escuchar a Andrew, quien lucía sorprendido—. No es todo mi culpa. Sí, tal vez el haberme ido con Harry anoche estuvo mal, lo acepto y me disculpo si eso te molestó, pero tú has estado tratándome como basura, desmereciendome para meterme la idea de que no valgo nada y de que soy muy afortunado de que tú te hayas fijado en mi. No es así. No soy afortunado de que tú te hayas fijado en mí y ya estoy cansado de que me trates como mierda, porque sí, me lo creí, y tus palabras me han afectado mucho tiempo pero ya no más, te aseguro que ya no más: ahora solo me molestan, me da furia saber que estoy con alguien que es capaz de tratarme así. Y, tal vez, tú deberías considerar el hecho de que eres afortunado por tenerme —Louis no podía creer todas las cosas que estaba diciendo, no era capaz de encontrar el momento en que había comenzado a sentirse de esa manera y a pensar así. No sabía cuando Andrew y sus malos tratos lo habían dejado de afectar. Pero le encantaba cómo se estaba sintiendo.
Andrew lucía perplejo e indignado. Él tampoco sabía en qué momento Louis había comenzado a sentirse así.
—¿Estás diciendo que ya no te gusto? —Andrew rompió el silencio y Louis solo suspiró.
—Estoy diciendo que no me gusta la forma en que me tratas últimamente y que no quiero soportarla más... me cansé.
Y vaya que un idiota como Andrew debería lamentar enormemente el haberle conseguido a Louis tal empleo porque, gracias a eso, el chico se había dado cuenta de que existían hermosos rostros con almas aún más hermosas, y que no tenía porqué aguantar las manipulaciones de un corazón putrefacto.
—¿Y qué? ¿Vas a terminar conmigo? ¿O es que quieres que sea como Harry? Si es así, lo lamento, pero jamás cambiaría mi forma de ser por nada ni nadie —el chico rubio cruzó sus brazos sobre su pecho. Louis sonrió con algo de tristeza.
—Jamás te pediría que cambies tu forma de ser por mi: gracias a Dios, no me has pegado esa parte de ti y, además, yo no creo en los milagros.
Andrew tomó una gran bocanada de aire, su rostro nuevamente rojo por la ira, sus puños apretados a sus costados. Louis suspiró una última vez, sabiendo que ya había tomado una decisión y que nada cambiaría eso esta vez.
—Estás tratándome horriblemente, no deberías tratarme así, ¡Apuesto a que no tratas tan asquerosamente a Harry! ¡Él no es tu novio! —Andrew golpeó la pared a su costado. Louis caminó hasta él y tocó sus mejillas una última vez.
—Tienes razón, Harry no es mi novio...—inhaló con fuerza, manteniendo la calma— pero tampoco lo eres tú —cuando los labios de Andrew temblaron en un ademán por abrirse y replicar, Louis negó y tomó distancia, no pudiendo creer lo que estaba a punto de decir—. Terminamos, Andrew. 

✨✨✨✨

AAAHRRREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, ni yo sabía que iba a escribir esto, chau.

Perdón por la tardanza, ya volví.

(feliz día del amigo)