Gucci ✧[ L.S ] [ A.U ]

❄️ Capítulo 16 ❄️

Louis se mantiene quieto y callado en el asiento trasero del auto de Harry. Este último se voltea cada cierta cantidad de minutos para dedicarle una sonrisa e integrarlo en la conversación que mantiene con Cara. A pesar de los intentos del chico, Louis se mantiene callado.

—¡HARRYHARRYHARRY!¡DETENTEDETENTE!¡ES AQUÍ, ES AQUÍ! —Cara grita, haciendo que los dos chicos salten en sus lugares.

—Ya lo sé, Cara —Harry da un par de vueltas lentas con el auto, manteniendo la calma mientras busca un lugar para estacionarse.

—¿¡Y pues por qué no te detienes!? Señor sabelotodo.

Harry sólo se ríe por lo bajo y apaga el motor del coche, antes de que retire las llaves del contacto, Cara ya se encuentra corriendo.

Se oye un murmullo acercándose, lejano pero no lo suficiente. Louis se encoge en el asiento y toma aire, antes de ver cómo Harry se gira para mirarlo.

—¿Estás listo? —pregunta y sonríe, hoyuelos formándose en sus rellenas mejillas. Louis asiente con una seguridad fingida.

—Sí, eso creo... —Harry se baja del coche y lo rodea con rapidez, deteniéndose justo frente a la puerta de Louis y abriéndola antes de que el chico pudiera pensar en hacerlo por sí mismo.

El hecho de que Harry le sostuviera la puerta para permitirle bajar del auto, causó una gran confusión en Louis, y Harry, claramente, no tardó en darse cuenta. Su expresión cambió rápidamente.

—No quiero que te sientas como una mujer, cielos, yo... Yo acostumbro a hacerlo con... Todo el mundo —Harry estaba claramente nervioso, y eso aportó un poco de confianza al otro chico: era la primera vez que el nervioso no era él.

—No, está bien, es que... Nunca lo habían hecho por mí.

—Sí, es que, supongo que los chicos acostumbran a hacerlo por las chicas y eso es todo —Harry se ríe y comienza a caminar, bloqueando las puertas del auto. Louis lo sigue.

—Pero no los gays —dice, y Harry sonríe en la oscuridad, su rostro siendo tenuemente iluminado por las luces provenientes de la fiesta.

—Te sorprenderías —responde, sus ojos brillando en la noche. Louis quiere responder, pero también quiere cambiar de tema, encontrándose sin mucho interés para presionar en su homosexualidad frente a Harry.

Y entonces lo ven... Bueno, Louis lo ve, y se paraliza: de la casa en que se realiza la fiesta, que es incluso más lujosa que uno de los edificios Gucci, sale una pareja de chicas, que están besándose sin control o pudor alguno. Su reacción lo asombra porque, bueno, eso es algo normal... Pero su estómago queda completamente contraído, como si temiera lo peor.

No dice nada, queriendo relajar a sus intestinos que se encuentran preparados para correr en cualquier momento, y sólo sigue a Harry hacia el interior de la casa.

Cuando un chico realmente alto les abre la puerta, Harry lo saluda y le regala una sonrisa, informando que Louis está con él al ver que el chico lo observa fijamente y busca entre los nombres de la lista, intentando ponerle un nombre a la cara; el chico gigante asiente y los deja pasar.

«De acuerdo, esto es normal, estás entrando en una fiesta normal con Harry... Todo va a estar bien...»

Louis intenta animarse, pero entonces se adentran en el territorio desconocido, y el chico se percata de que NADA se aleja más de la realidad que él planeaba vivir y presenciar, que esa fiesta repleta de chicos con sus uñas luciendo un caro manicure que iba a tono con el brillo de labios que ocupaban. Louis siente que su garganta se cierra.