Forbidden Passion

|CAPÍTULO OCHO|BONUS JILL|

«Juliette»

Dylan se había ido un largo rato y ya me estaba preocupando. El sol se estaba poniendo y ella aún no llegaba. Mordí mi labio desesperada. ¿Qué tal si esta con él?

Recordé que estaba con Dipper por lo que me tranquilicé.

El teléfono sonó sacándome de mis pensamientos.

—¿Sí?—pregunte.

—¿Juliette? Habla Dipper ¿Podrías pasarme con Dylan?

Palidecí. ¿Qué no estaba con él?

—E-ella no está aquí.

—Oh... bueno cuando regrese podrías decirle que lamento mucho haberme ido corriendo del restaurante, estoy realmente apenado de haberla dejado.

—S-sí claro, yo le digo.

—Gracias... descansa Juli.

Y colgó.

Yo me quede mirando a la nada. Poco a poco sentí como el teléfono se iba resbalando de mis manos hasta caer al suelo.

Esto no puede estar pasándome.

El sonido de la puerta me sacó de mis pensamientos.

—¿Quién? —pregunté.

—Soy yo Juli, Will ¿Puedo pasar?

—Oh... claro, seguro —dije decepcionada.

Tenía la mínima esperanza de que fuera Dylan.

—Hola princesa —dijo con una sonrisa besando mi frente.

—Hola Will —suspiré depresivamente.

—Hey ¿Que sucede? —tomó mi mano.

—Estoy asustada Will —él me miró con una mueca nostálgica—. Bill ha estado con Dylan.

Cuando dije esas palabras, se tensó, lo sentí por el leve movimiento que tuvo su mano con la mía.

—¿Q-Que? —Tartamudeó confundido—. P-Pero yo vi q-que estaba en otra...

—¿Dimensión? Bueno, yo también lo creí, pero lo descubrí, y no de una forma muy bonita.

—¡E-Eso es imposible!—grito frustrado y a la vez asustado—É-Él no puedo haberme... cambiado la mente.

—Pues al parecer lo hizo, te engaño, nos engañó—pase mis manos por mi cabello—. Él juega con mi hermana, lo sé.

Will hizo una mueca con sus labios. Como si estuviera procesando las palabras que acababa de decir.

Me crucé de brazos y lo mire.

—¿Qué? ¿Me vas a decir que ha cambiado y qué de verdad crees que siente algo por mi hermana?

—¿Tengo que responder? —Asentí—. No estoy seguro, puede que sí... lo... haya... hecho —dijo las últimas palabras tímidamente.

—Pues yo no lo creo —me cruce de brazos—. Un demonio tan despiadado como él juega con los sentimientos de otras personas.

Will hizo una mueca.

—Como lo dije antes, Bill es una caja de sorpresas Juliette, no podemos saber lo que planea.

Viré los ojos.

—Como sea... ¿Y-Y como van las cosas con Dylan?

Suspire y me encamine al sillón para tirarme en él.