|CAPÍTULO QUINCE|

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«Mabel»

Mi cabello se movió hacia todos lados debido a la brisa, segundos después se escuchó la risa retorcida que tanto conocía. Abrí los ojos y lo vi, flotando en frente mío, de cabeza, con una sonrisa retorcida.

—¡Estrella Fugaz! —chilló en mi rostro por lo que por reflejo cerré mis ojos con fuerza.

—Triángulo malvado.

—Me alagas, hermosa.

Viré los ojos y él se puso al derecho para pasar un brazo por mi hombro, lo miré con asco y lo empujé.

—Cuida tus manos, Cipher—lo señalé.

—Ni que quisiera tocarte—dijo groseramente.

—Ni que quisiera que me toques.

Él centró su mirada en mi de una forma perversa, sentí el miedo recorrer por todo mi cuerpo al cómo se acercaba poco a poco hacia mí.

—¿Segura? —dijo con voz ronca.

—Si...

—¿En serio, Pines? —me empujó y me acorraló a un árbol.

—¡Quítate Bill! —alcé mi rodilla golpeándolo en la entrepierna.

Él puso sus ojos bizcos mientras inflaba sus mejillas y se retorcía tapándose su ahora lastimado miembro.

—¡Maldito cuerpo humano! —chilló no muy masculinamente.

La escena era tan cómica que no dudaría en reírme a carcajadas de no ser porque el tipo es un demonio que casi mata a toda mi familia.

Noté como alzó su mirada y me miraba con furia.

—¡No me juzgues yo solo me defendí!

Bill bufó y peinó su cabello hacia atrás con egocentrismo.

—¿A qué se debe tu indeseado llamado?

Viré los ojos.

—¿Por qué eres tan grosero?

—¡Tú fuiste grosera primero al destruir mi Raromagedón!

—¿Es ser grosera querer salvar a la humanidad?

—¡Para mí sí! —chilló con el ceño fruncido.

Bufé, este demonio era realmente irritante. Respiré profundo y me puse al frente de él.

—Quiero que nos dejes en paz.

Él rio fuerte pero a los segundos se puso serio.

—¿Qué te hace creer que haré semejante estupidez? Escúchame Mabel y escúchame bien. No me interesa lo que puedas ofrecerme yo voy a vengarme de ustedes dos. Imagínate que...—dos muñecos aparecieron en sus manos—. Esta eres tú—me mostro una muñeca de trapo igual a mí—. Y este es Dipper—mostró otro que se parecía a mi hermano—. Lo que yo haré será torturarlos lentamente. Ya sabes, pim—le quitó el brazo a mi muñeca—. Pom—le quito la cabeza al de Dipper—. ¡Pum! —tiró ambos muñecos al suelo y empezó a pisarlos, a los segundos estos se incendiaron y no quedó nada de ellos—. No descansaré Mabel, no descansaré hasta verlos bien muertos—sonrió con maldad—. ¡Voy a matarlos de la manera más dolorosa que pueda! ¡Van a sufrir Pines! ¡Lo juro! —Y desapareció.

Me quedé literalmente fría al ver el rencor de sus palabras y el odio que se podía apreciar en sus ojos. Sí que nos odiaba...

No debimos meternos con él...

No debimos.

«Juliette»

—La amenazó—pasé las manos por mi rostro desesperada—. ¿¡Por qué es tan inmadura!? —chilló Will molesto—. ¡Lo ha hecho enojar más de lo que ya estaba!

—¡Estamos cagados!

—¡Juliette!

—¡Lo siento! ¡Estoy asustada! ¡No sabemos qué es lo que Bill nos pueda...!—escuché un grito desgarrador que me hizo sobresaltar, miré a Will espantada—. ¡Dylan!

Lo más rápido que pude subí las escaleras e intenté abrir la puerta de mi hermana pero estaba trabada.

—¡Dylan! ¡Dylan abre! —grite golpeando la puerta.

—¡Juliette! —chilló desgarradoramente.

Miré a Will quien chasqueó los dedos para que la puerta se abriera. La empujé con fuerza y entre desesperada pero me detuve al ver la escena.

—¡Da un paso más Juliette y la mato!

Bill se encontraba totalmente diferente. Estaba sudando y se encontraba totalmente desaliñado, su mirada estaba completamente perdida, tenía arañones por toda la cara y su labio se encontraba sangrando.

Dylan estaba despeinada con todos los cabellos en la cara y las manos de Bill alrededor de su cuello, ella intentaba liberarse poniendo sus manos encima de las de él. Su labio también tenía sangre y sus uñas tenían carne que supongo que era de la piel de Bill.

—¿¡Qué estás haciendo Bill!?

—¡Acércate y ella muere!

—Ju...Juliette—dijo mi hermana con los ojos desorbitados.

—¡La estás matando! ¡Basta! —gritó Will jalándose los cabellos.

—Eso es... lo que quiero—dijo con lágrimas en los ojos el rubio mientras apretaba más su agarre.

Mis ojos se cristalizaron, no sabía qué hacer.

—¡BASTA BILL! —Chillé extendiendo su mano—. ¡Solo suéltala!

—No.

—¡SUELTALA!

—¡NO! ¡ELLA ES MIA! ¡DYLAN ES MIA!—miró a mi hermana con una sonrisa retorcida—. ¿Si o no linda? ¿Eres mía no?

—S-Si B-Bill... s-solo tuya. P-Por favor suéltame—dijo con los ojos llenos de lágrimas.

El rubio la inspeccionó unos segundos preocupado, negó con su cabeza y volvió a sonreír de aquella manera tan espeluznante.

—No... ¡No! ¡Tú eres mia! ¡Mia y de nadie más! —Gritó y desapareció junto a mi hermana.

Miré la escena desesperada.

—¡CARAJO! —Grité estallando en llanto—. ¡Se le llevó! ¡Se la llevó, Will! —chillé aferrándome a la camisa del rubio—. No la voy a volver a ver... ¡Will se llevó a mi hermana!

El peli azul solo acariciaba lentamente mi cabellera y veía el lugar en donde estaban antes Bill y Dylan con horror.

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Intenzo, mátenme por tardar xdxd

C les ama <3

Forbidden PassionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora