Capítulo 8

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Narra Mei:

Pues, hoy iré con Sakakibara al colegio. Vamos a matar a Kuroi. Intentaré no comportarme rara, ayer Sakakibara me besó, y en realidad ese fue mi primer beso, lo cual significó mucho para mí. No es mi estilo esto de los besos y estar saliendo tanto con un chico, pero yo aún quiero que él sea mi amigo y solo eso.

- ¡Mei! - Grita Sakaki.

- Ah, hola Sakaki.

- ¿Cómo lo vamos a matar?

- Fácil, lo seguimos y en el baño lo matamos, lo metemos en un saco, y en el mismo baño, nos lavamos las manos.

- Ah ok, lo dices como si matar fuera algo de todos los días.

- Matar es algo de todos los días.

-Ah?

- Todos los días, hay alguien que mata a otra persona. Solo que esta vez nosotros lo hacemos por una buena causa.

- Ah sí. Misaki, sobre lo de ayer...

- Etto... Fue lindo, arigato, pero ahora concéntrate en esto. - Lo dije con un tono muy kawaii para que él aceptara.

- Jeje ok. -Dijo eso y se toco la nuca. Se veía súper lindo.

- Bueno, ¿trajiste tu casaca?

- Sí. ¿Para qué eso?

- Porque si nuestras camisas se manchan con sangre, podemos taparlas con las casacas. Yo también traje la mía.

- Ah ok. Mei, me estás asustando, sabes mucho sobe matar.

- Jeje, lo tomaré como un cumplido solo por hoy. ^-^

...

*suena la campana del colegio para el recreo*

-Sakaki, mira, ahí está. Ve y dile que te acompañe al baño porque tienes que decirle algo. Yo te estaré esperando ahí.

-Ok, pero no puedes entrar al baño de hombres.

- Soy maestra, no me dirán nada supongo.

- Ok. - Dijo un poco nervioso.

Bueno, estoy yendo al baño. No hay ningún otro profesor, nadie sospechará.

Narra Sakakibara:

- Ah, Kuroi, necesito decirte algo. Pero es algo secreto, ¿me acompañas?

- Etto... Ok? ¿A dónde?

- Emmm, al baño. - Que vergüenza.

- Ni que fuéramos niñas. Dilo acá.

- No no, es algo en serio importante y solo debes saberlo tú.

- Ah, ok. - Dijo Kuroi algo confundido. Fuimos al baño y ahí estaba Mei.

- Hola Kuroi. - Dijo Mei algo misteriosa.

- Etto... ¿Qué está pasando?

- Nada, solo... - Mei sacó un cuchillo gigante y le corta a Kuroi el cuello.

- ¡Ah! ¡Maestra Misaki!

- Lo siento, pero tú eres el muerto.

- ¿Qué? No no no lo soy.

- Sí lo eres, yo lo sé. - Dijo Mei sacando su parche del ojo.

- Pero yo... - Fueron las últimas palabras de Kuroi.

- Etto... - Misaki estaba completamente manchada de sangre. Se lavó las manos y por el espejo la vi llorar.

- Misaki...

- No te preocupes. Puedo soportarlo.

- Pero Mei... - Me dio mucha pena, ella sola lo mató y yo no hice nada. - Gomen. - Le dije abrazando su cintura por atrás.

- Sakaki... Suéltame, dije que puedo soportarlo, estoy bien. - Lo dijo secándose las lágrimas.

- Bueno, si eso quieres. - La solté. - Lo siento, te dejé todo el trabajo sucio.

- Sakakibara ~ kun, si vas a estar lamentándote por eso, entonces ayúdame a meter a Kuroi en el saco.

- Hai! - Ella se había puesto sería. Pusimos a Kuroi dentro del saco y nos pusimos las casacas para que nadie vea nuestras camisas manchadas de sangre.

- Vamos.

- Espera, ¿tu casaca es del colegio?

- Fue la primera casaca que vi. Además no he crecido nada desde que salimos del colegio, así que aún me queda.

...

- Bien, *suspiro*, ya salimos del colegio. - Dijo Misaki angustiada.

- ¿Ahora qué hacemos?

- Tiremos el cuerpo al mar.

- Está bien. Vamos.

Narra Misaki:

Sakaki y yo estamos en el río Yomiyama para tirar el cuerpo de Kuroi.

- Ya, tíralo Sakaki.

- Ah, sí. - Dijo suspirando y quitándose la casaca.

- Oh! No tienes sangre en la camisa.

- Es que tú te manchaste la camisa porque tú lo mataste. Yo solo me manché las manos al ponerlo en el saco.

- Ah ok.

- Bueno, sayonara... Kuroi. - Dijo y tiró el cuerpo al mar. Apenas el cuerpo cayó, se escuchó un grito:

- ¡Alto ahí! - Gritó un policía que parecía estar a media cuadra.

- Buenos días señor. ¿Qué se le ofrece? - Le pregunté. Yo estaba actuando como una colegiala alegre.

- ¿Qué había en ese saco?

- Ah... Bueno... - Ah, Sakaki estaba tartamudeando, por lo visto no sabe actuar muy bien.

- Mis cuadernos del colegio. Es que me mudaré a Tokyo y me cambiaré de colegio. Odio estudiar así que vine con mi novio a tirar mis libros. - Dije y agarré la mano de Sakaki.

- ¿Dentro del saco habían libros?

- Hai!

- A ok. Lamento haberlos hecho perder tiempo.

- Jeje. Está bien, usted solo hace su trabajo.

- Sayonara. - Dijo el policía retirándose.

- Misaki...

- ¿Sí Sakaki?

- Ah *suspira*... Nada. - Dijo acomodando su mano con la mía, haciendo que nuestros dedos se junten y estén intercalados.

- Etto... Sakaki.

- Me vas a pedir que te suelte, ¿verdad?

- ... Si. - Dije bajando la mirada.

- Está bien. Dijo soltando mi mano. - Pero recuerda que tú fuiste la que sostuvo mi mano.

- ¡Sakaki! Solo estaba actuando.

- ¿Actuando? ¿Eso significa que en realidad no somos novios?

- No somos novios.

- Lo sé, pero algún día lo seremos.

...

¡Hola mis chibis lectoras!

Espero en serio que les esté gustando el libro.

Descuiden, no soy como esas escritoras que nunca actualiza y deja esperando a las lectoras.
Así que pasen la voz a sus amig@s que les gusta Antoher.

Las quiero.

Si quieren que les dedique un capítulo, ¡entonces comenten!
Pero no comenten: "Dedícame un capítulo", comenten en serio.

Sayonara!

¿Quién es el muerto? Misaki Mei x Sakakibara [Another] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora