"Ciega Devoción" (Wigetta)

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N/A: Mil disculpas por no estar activos, pero estoy seca de ideas. Es mas, esto lo escribi hace dos mil años y ni siquiera era wigetta, pero es bonito (o para mi) y esta basado en un video, asiq la narración es un poco ñe. En fin...

Enjoy!

-Axl.

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»Narra Guillermo.

Todas las mañanas que despierto a su lado son un regalo para mi. A eso de las seis de la mañana sus ronquidos se escuchan demasiado alto como para seguir durmiendo. Me acerco cuidadosamente a él, aunque tenga el sueño pesado, y le doy un dulce beso en la mejilla. Casi siempre balbucea estupideses, pero aun así, siempre tienen sentido para mi. Lo veo dormir por un par de minutos más, es tan hermoso durmiendo que me apena despertarlo y dejar de ver esa imagen tierna y pacifica que posee.

-¡Despierta! -le grito.

Él salta de la cama, cayendo al piso. Estalló en risas cuando veo su cara adormilada mirarme desde el borde de la cama. Se sienta a horcajadas sobre mí para que no me mueva mientras se encarga de hacerme cosquillas.

-Ya ba-basta, Samu. -digo con la respiración agitada.

-Dí que lo sientes. -rie. - ¡Dilo!

-Lo siento, lo siento.

Deja de mover sus manos sobre mi barriga para poder besarme. Sus besos son la droga más dulce y adictiva que pueda existir. La forma en que nuestros labios de acoplan es maravillosa, única. Se separa unos centimetros de mi rostro, ahora puedo admirar todo su explendor. Sus bonitos labios están algo hinchados, al igual que sus ojos por haber dormido tanto. Sus ojos de color cafe, tan profundos, adornados por una cortina de pestañas oscuras, me miran como si lo fuera todo en su vida. Su sonrisa se ensancha al verme enbobado observandolo.

-Vamos a desayunar -dice.

Deja un pequeño beso en mis labios antes de levantarse.

Nos dirigimos a la cocina para desayunar, su desayuno no es para nada normal, nada en él lo es. Mientras que yo prefiero una simple taza de té y tostadas, para Samuel lo mejor son sus huevos revueltos con "todo-lo-que-hay-en-la-heladera". Es asqueroso, pero por él no hay nada que no haría.

-Te amo. -me abraza por la espalda, mientras susurra en mi oido esas palabras. - Y amo que cocines para mí.

Después del desayuno, nos preparamos para el trabajo. Mientras se termina de preparar, pongo la ropa sucia en la lavadora. Odio que se acumule, asique lo hago cada día desde que nos casamos. Él me prometé que al día siguiente se encargará él mismo de hacerlo, pero se que no va a hacerlo... y tampoco quiero. Una vez separada la ropa, la blanca de la de color, pongo todo a lavar y marchamos a nuestro respectivos trabajos.

Salimos del edificio, cada uno dispuesto a marcharse. Me detiene en cuanto giro para emprender el camino y me abraza. Siempre lo hace, no quiere dejarme ir. Deposita un dulce beso en mis labios, un segundo en mi nariz y otro en mi frente. Sonrío, solo con él me comporto como idiota. Me separo lentamente de mi esposo, llego tarde al trabajo. Me quedaría toda la mañana así, disfrutando de sus besos y caricias, pero lamentablemente no puedo. Giro sobre mis talones y comienzo a caminar. Su mirada no se separa de mi en ningún momento, tambien amo que haga eso. Es tan malditamente cursi, dios mio, no merezco tanto.

One Shot's de Youtubers [Cerrado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora