"Propuesta Indecente" (Wigetta)

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N/A: Si quieren, pueden escuchar la canción de Romeo Santos - Propuesta Indecente.

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Los dos jóvenes se encontraban semi acostados en el sofá de la sala. Afuera, en el exterior, caía una apenas inperceptible lluvia que transformaba el ambiente a uno más sereno y relajante. Por primera vez en unos cuantos días, apartaron un momento de sus agendas para compartir un tiempo de besos y caricias. Sus canales los tenían tan ocupados que hasta se habían acostumbrado a verse apenas unos pocos minutos en el almuerzo o la cena.

No encontraron ninguna pelicula, serie o documental que fuera interesante de ver. Willy comenzaba a desesperarse al estar perdiendo su tiempo en compartir un tiempo en pareja. A ellos les iba más el ser espontaneos.

Se levantó con evidente desespero, dirigiendose a la cocina con la atenta mirada de Vegetta sobre él. Su pareja no era nada paciente.

"¿Wily?" Llamó, pasando de canal en canal hasta dejarlo en uno donde trasmitían videos músicales. Sonaba una canción que le gustaba bastante, asi que subió el volumen para luego ir tras su pequeño.

Estaba preparandose un sandwich con lo poco que quedaba en la nevera, que constaba de un poco de mayonesa, un tomate y algunas rebanadas de jamón. Sus manos se movían con rápidez y torpeza, advirtiendo al mayor que su novio estaba algo alterado.

La cancion que tarareaba acabó, y fue reemplazada por otro video músical que comenzaba con un bandoneon interpretando el típico ritmo de tango.

Reconoció la melodía al instante. Sonriendo, abrazó a Willy por la espalda pegando sus cuerpos lo máximo posible.

"Hola, me llaman Vegetta. Un placer conocerlo" murmuró con voz ronca en su oído, para posteriormente darle un leve mordisco.

El cuerpo del pelinegro se tensó, a la vez que sentía las grandes manos de su novio acariciar su cintura y barriga. Un escalofrio recorrió por su espina dorsal cuando un pequeño beso fue depositado en su nuca. Samuel podía volverlo loco con apenas unas cuantas caricias.

"Una aventura es más divertida si huele a peligro" sus caderas se menearon al compás de la música, provocando a Guillermo con su entrepierna rozando su trasero. "Y si te invito una copa..." lo hizo voltear para estar cara a cara. "Y me acerco a tu boca" se mantuvo a unos centimetros de los labios de este, respirando el mismo aire.

El menor se relamió estos con nerviocismo al tener a su castaño tan cerca de provarlos.

"Si te robo un besito, ¡ay! No te enojes conmigo" siguió cantando, al mismo tiempo que depositaba un beso casto sobre la boca de Willy. "¿Qué dirías si esta noche te seduzco en mi coche?" elevó una de sus cejas de forma sugerente y sus manos desendieron por sus caderas hasta llegar al trasero.

Guillermo jadeó en respuesta, mordiendo su labio inferior de manera muy provocadora, al menos a ojos de su amado.

"Que se empañen los vidrios, y la regla es que gozes" terminó de acortar cualquier espacio entre ellos, besando a su novio con pasión. Una de sus piernas se coló entre medio de las ajenas, frotando la creciente erección de Willy, quien luchaba por no soltar algún vergonsozo sonido de placer.

"Si te parece prudente..." continuó Guillermo. "Esta propuesta indecente"sonrió sobre los labios del castaño, mientras sus manos se dirigían al borde de su camiseta. "A ver, a ver, permiteme apreciar tu desnudez"

Samuel no podía creer lo que sus ojos veían y lo que sus oídos escuchaban. Su novio siendo tan descarado, tan sensual y provocativo al moverse y articular las estrofas de la canción con voz ronca. Estaba muriendo por sentir más de sus caricias, lo anelaba más que cualquier cosa.

Las expertas manos del pelinegro acariciaron toda la extención de su trabajado torso, deteniendose en los costados para dar algunos piquetes cariñosos. Un gemido fue lo que recibió a cambio de sus actos. Guillermo sonrió satisfecho de lo que podía ser capaz de provocar, aún que fuera un poco más timido que Samuel, le demostraría que él tambien poseía un lado salvaje.

"Una aventura es más divertida si huele a peligro" recitó.

Caminaron lentamente hasta la sala donde la música sonaba con más claridad, sonriendose mutuamente. Samuel, con sus brazos rodeando la cintura del menor, y este, el cuello de su novio. Siguieron moviendose al copás de la canción, meneando sus caderas de un lado a otro con tranquilidad. Estaban disfrutando el momento, aún que alguien ajeno a ello lo considerara algo sin sentido.

El momento de calentura se había extinguido un poco, dando paso al amor y cariño que se demostraban con besos, miradas y caricias sutiles.

"Que se empañen los vidrios..." Willy no pudo terminar con la oración al ser callado por los besos desesperados de Samuel.

El menor no era una de esas personas a las que fácilmente dominas, detrás de su apariencia inocente escondía un gran orgullo díficil de derrivar. Con todo, la única persona capaz de doblegar el espiritu altivo de este era Vegetta. Y eso lo llenaba de alegría. Sabía que con nadie más actuaría de forma tan melosa como en ese momento, bailando una canción con él.

El ritmo de la canción fue acelerando, Samuel aprovechó para acercarse al sofá y sentarse en él con su pareja sobre sus piernas mientras se besaban fogosamente.

Las camisetas de ambos volaron en un instante, presos del calor que emanaban sus cuerpos al intensificar el contacto con el otro. Guillermo desendió con sus besos hasta el cuello de su amado depositandolos con dulzura, sonriendo de vez en cuando contra este. El mayor sonrió ante las leves cosquillas que esto le provocaba, cariciando con suma delicadesa la espalda blanquecina de Willy.

"Y luego you and I, me and you... bailamos bachata" murmuró el menor con su boca muy cerca del oído del otro.

"Y luego you and I, me and you... terminamo' en la cama" le completó, escabullendo sus manos por la cinturilla del pantalon y el boxer para acariciar la piel de su trasero.

"No teníamos que ser tan literales, Vegetta" el camino de besos continuó hasta los hombros y brazos de su hombre.

"Macho, en momentos como estos no me llames así" soltaron una pequeña risilla. "Y... "soltó un suspiro al sentir como las caderas del pelinegro arremetían contra las suyas. "...estamos en el sofá, no en una cama"

Una sonrisa traviesa surcó su rostro observando detenidamente a su novio.

"Entonces llevame a la habitación, Samu" susurró contra sus labios, para luego besarlos con desesperación.

Se levantó con la elegancia que siempre poseía a la hora de compartír intimidad con su pareja, y tomó su mano para guiarlo hasta la habitación.

Una tarde lluviosa que parecía aburrida terminaría siendo un momento de lujuría y pasión entre esos dos jóvenes, entregandose en cuerpo y alma al amor de su vida.

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HOLA!

Otra vez, hace mil años que no subiamos nada, mil disculpas. Mi concentración es infima y tengo como diez borradores casi terminados, pero se me va la inspiración.

No me gusta ni Romeo Santos, ni la bachata... pero sonaba en la radio, sumado a una foto wigetta ¡puf! Inspiración a mi.

En fin, no los molesto más

Enjoy!

-Axl

PD: Los errores ortograficos que alla los voy a corregír más adelante

One Shot's de Youtubers [Cerrado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora