One Shot's de Youtubers [Cerrado]

"Por tí" (LuTaxX, Rubelangel, Wigetta)

- Veamos. -extendió sobre la mesa el plano del banco que iban a asaltar esa noche.

En eso se basaba su vida, robar para seguir manteniendo el nivel de vida lujoso de aquellos chicos. La banda se había formado a raíz de haber compartido tiempo en la correccional de menores en la que habían ido a parar por diversos delitos. Borja, el jefe o lider de esta, es el único que no contaba con ese historial. No. Él había estado en la carcel por asesinato y robo múltiple, algo que sus compañeros sabían a medias. Era uno de los mayores y con más experiencia, por tanto, el que daba las ordenes y organizaba los atracos.

- Las entradas están limitadas. -habló. - La única solución, y la más practica, es que tú, Samuel, te encargues de los guardias.

- Entendido. -contestó el susodicho.

Samuel de Luque, otro de los mayores en aquella extraña familia. Maestro en boxeo, artes marciales, y todo lo que tuviese que ver con golpear o lastimar fisicamente a alguien. Estuvo en la correccional por moler a golpes a uno de sus antiguos compañeros de clase.

- Yo burlaré la seguridad. -comentó otro de los miembros allí reunidos. - No pienses que el único impedimento serán un par de personas.

Guillermo Díaz. Capaz de abrir una puerta común y corriente con solo mirarla, era una pieza fundamental del plan. Sin él dificilmente abririan la bobeda donde estaba el dinero.

- Bien. -afirmó Borja. - Rubén y Miguel nos esperaran en el auto, intentaran hackear las camaras de seguridad para no dejar rastro.

- ¿Intentar? -comentó con gracia. - Por favor, todos aquí sabemos que podemos hacerlo con los ojos cerrados.

Rubén y Miguel, dos hackers con la habilidad de realizar un apagón en todo Madrid con solo un click. Su reciente delito, del que todavia la policia no tenían sospechosos, era de haber estafado al banco del país, hackeando los cajeros automaticos para recibir parte de las transacciones de sus clientes.

Sin duda, eran un grupo digno de temer.

- Y yo, ¿qué? Estoy de adorno.

- Todavía nos quedan municiones, Frankie. Tu tranquilo. -su jefe le apretó una mejilla.

Frank Garnes. Encargado de negociar con el mercado negro por armas y municiones cuando las necesitaban para alguna de sus misiones. Su paseo por la correccional fue por tenencia de armas ilegales y agentes explosivos.

- Creo que estamos listos. -dijo Borja. - Mañana seremos ricos.

Todos los presentes sonrieron, imaginando sus vidas en un lugar lejos de España, viviendo en mansiones y disfrutando de los mejores lujos. Sin duda, no imaginaron que esa noche, el plan no saldría como lo acordaron.

• • •

La Jeep negra de una de las bandas más peligrosa de España estacionó a un par de cuadras del Banco. Con trajes ceñidos y encapuchados, se escabulleron entre las calles del centro para llegar a su destino. Unos metros antes de encontrarse con la puerta, divisaron a uno de los guardias patrullando la zona. Borja le dió la señal a Samuel para que se encargara de él; este, con una sonrisa, se acercó sigilosamente por detrás y lo tomó del cuello.

- ¿Qué vamos a hacer con tanto dinero? -susurró Frank, con un poco de emoción en su voz.

Guillermo se acercó a la puerta, esquivando el cuerpo del guardia ahora tendido en el suelo. Sacó de sus bolsillos un par de herramientas para empezar a forzar la entrada, mientras Borja y su compañero seguían escondidos.