Prólogo

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-Buenas Tardes- dijo él con un tono sarcástico, rodé los ojos, quite mi abrigo y coloquė este en el perchero, por consecuente tome asiento en el escritorio de mi oficina.

Andy salió de la habitación sin decir una sola palabra más y cargando varios archivos.

Resoplé y me recargue en el asiento.

- ¡Buenos días jefa!- me asustó Erick, mi novio.

- Hola, amor- sonreí después de acomodarme en mi asiento.

Se acercó a mi depositando un pequeño beso en mi sien, seguido de un tienro y dulce beso en la comisura de mis labios. Me sonrojé como tonta y el sonrió frotando su nariz con la mía.

- ¿Lista para la noche?- susurro en mi oído derecho, yo me estremecí.

- Claro que si- sonreí mirando sus ojos y después perdiendome en lo profundo de ellos. Tomó mi cintura atrayendome a él y me besó.

- Feliz Aniversario, pequeña- sonreí ante aquellas palabras.

- Feliz Aniversario, amor- rodé su cuello con mis manos y lo volví a besar.

- ¡A trabajar par de tórtolos!- gritó nuestro jefe Andrew.

Nos separamos a la par riendo.

- Paso por ti a las 8:00 ¿de acuerdo?-asentí sonrojada de la pena y después de besarme de pico salió de mi oficina.

La mañana pasó rápido, sobre todo porque hoy había menos trabajo que los otros días, gracias a que había ganado la confianza de mi jefe, y me dio permiso de irme temprano para salir con mi novio en nuestro primer aniversario.

Caminé rumbo al estacionamiento para recoger mi auto, un hermoso bugatti negro.
Subí en este y me dirigí hacia al edificio de mi departamento.

Al abrir la puerta de mi vehículo algo chocó contra ésta. Para mi sorpresa no era ni más ni menos que la moto de Parker.

- ¡¿Qué rayos sucede contigo?!- exclamó a lo lejos Andy, quién corrió hacia su moto para luego dirigir una mirada penetrante a mi.

Me encogí de hombros apenada.

- Cuanto lo siento, no fue mi intención.-

- No ¡Qué va, ha sido tu culpa!- siguió gritando histérico.

- ¡No es mi culpa que estaciones tu moto en lugares donde no debes!- entonces también me enojé yo.

Seguimos discutiendo por un largo rato, hasta que terminamos por llamar a su seguro y al mío respectivamente.

Tardaron por lo menos una hora, en la que estuvimos distantes y sin siquiera dirgirnos la mirada. Suspiramos para luego cruzarnos de brazos y mirarnos con odio.

Arreglaron las cosas y yo fui quién salió perdiendo, tuve que pagar una cifra alta por la chatarra de motocicleta que traía el imbécil.

Caminé hacia el elevador después de todo lo sucedido y presioné el botón de éste. Para que se den una idea, yo estaba en el piso 4 del edificio, de hecho el último y después al final del pasillo en la habitación 456.

Para mi suerte el idiota también ingresó en este. Ambos en la esquina de los lados del elevador sin decir nada.

Apenas y cerraron las puertas, este se detuvo y las luces se fueron. Me puse histérica y trate de presionar todos los botones para salir, nunca funcionó.

- ¡No puedo quedarme aquí con este... lo que sea! ¡perderé mi cita! - grité asustada y a la ves preocupada caminando por el pequeño cubículo.

- Se descompuso genia, y tengo nombre- arrugó la nariz enojado y me miró para después girar los ojos.

- Tu no eres el que tiene una importante cena, si no yo. ¡Por tu culpa!- lo miré furiosa.

- ¿Perdona?- se giró mirandome y se rió irónico.

- Si. ¡Es tu culpa! Si no huvieras dejado tu moto alado de mi auto, yo estaría ¡en mi habitación arreglandome para mi cita!- él sólo rió más.

- ¿Tú? ¿En una cita?- se carcajeó.

- Si, ¿tienes algún problema con eso?- lo miré con odio.

- No la verdad no, pero me sorprende que alguien quiera salir contigo.- se cruzó de brazos riendo aún.

- Saldré con mi novio, es nuestro aniversario- respondí entre dientes con enojo.

- Tu y tu novio- susurró divertido.

- Si, yo y mi novio.- giré los ojos.- ¡Llegaré tarde!.-

- Si es que sales de aquí- se volvió a reír.

- ¿Te da gracia que ambos estemos atrapados aquí?- se puso serio. Ahora yo me reí.

- ¡No puede ser! Hoy tengo practica- exclamó pasando sus manos por la cara y después despeinando su pelo.

- Lo ves, tenemos que salir de aquí. Sostenme, debe haber una salida de emergencia.- me puse enfrente de él y de espalda esperando a que me cargara para alcanzar el techo, el sólo rió.

- ¿Qué?- pregunté harta de que todo se lo tomará a broma.

- Es sólo que, nada- se rió y puso sus manos en mi cintura.

Pasaron horas y horas. Intente hablar con Erick, pero no tenía saldo. Cada ves se hacía mas tarde y nosotros seguíamos atrapados en este estúpido elevador.

Imaginemos la escena, Andy estaba sentado alado mío, de tanto esperar a que las estúpidas puertas abrieran haciendo intento en vano, ambos entablamos una conversación, nos conocimos más y después de todo resultó que no nos caiamos tan mal y teniamos muchas cosas en común.

- ¿Cuanto tiempo más crees que debamos estar aquí?- susurró a escasos centímetros de mí.
Me encogí de hombros y baje la mirada. -No lo sé- susurré.

- La batería de mi celular se agota- suspiró.

Saqué mi celular de mi bolsa y me encontré con que este se habia apagado hace unas horas.

- El mio murió antes de que pudiera checar la hora o incluso mandar un mensaje- ambos reímos.

- Sabes, no eres tan amargada y aburrida despues de todo- fingí estar ofendida y después reí.

- Tu tampoco eres lo que pensé- lo miré a los ojos.

- ¿A qué te refieres con eso? - sonrió y después de estos años trabajando juntos, no había notado la perfección de su sonrisa, dentadura blanca y dejando pequeños hoyuelos en sus mejillas. Luego fijé mi mirada en sus ojos, color verde, <hermosos> pensé.

- Eres hermosa...- susurró. Miré sus labios, carnosos, de un rosita dandole al rojo, perfectos para besar.

- No, claro que no- reí sonrojada.

Apartó un mechón de mi cara pasandolo por atrás de mi oído y sonrío.

- Me gustas Rebecca- algo dentro de mí hizo que mi corazón empezará a latir intensamente despues sentí las típicas maripositas en el estómago. Sonreí bajando la mirada.

Me levantó del mentón y sonrío para después acercarse lentamente y unir nuestros labios...

Las puertas se abrieron y una sombra hizo separarnos. No era sólo una sombra si no un hombre y no era cualquiera, era Erick.

Me levanté en shock y corrí hacia él, quién negó con la cabeza y estaba a punto de ingresar a su auto.

- ¡No es lo que piensas!- supliqué con lágrimas que amenazaban con salir.

- Fue suficiente para darme cuenta que no me mereces- soltó bruscamente, pareció arrepentirse de sus palabras pero aún así subió a su vehículo dejandome abandonada, sola, sin un corazón completo, destrozada. Sabía que había cometido un error y tenía que arreglarlo.

- L..lo siento Beck- una voz hizo darme vuelta, viendo la mirada gacha de Andy.

- No quiero hablar contigo- solté con furia y abandoné el lugar.









Same Love |#Wattys2016|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora