Consecuencias (1ra parte)

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-BOOM- explotó la puerta trasera de Géminis y por el hueco entró Milo hecho una furia.
- Milo, sea a lo que sea que hayas venido, más te vale calmarte. - dijo Shura desde la puerta del salón en el que el resto de caballeros esperaban la confrontación con el escorpiniano vistiendo sus armaduras.
- Vaya Shura. Es extraño verte aquí en vez de en tu templo. Espero que sea por algo estrictamente necesario ya que necesito que hables con tu amiguito Camus. -
- Pienso que sobreestimas nuestra relación, Milo. No somos tan... -
- Ah no, ¿y las disertaciones sobre historia que manteneis cada que adquieres un nuevo cuchillito para tu colección de las cuales no me entero de nada? Seguro que estabas deseando que llegara el momento en que me dejara para ser tu, caballeroso hijoputa,quien ocupara mi puesto y así él tendría un amigo de verdad, no una parodia como yo. -
- Milo, ¿tú te escuchas? Eres el único y mejor amigo de Camus desde la infancia y nadie puede robarte ese lugar. - dijo conciliador Mu - Creo que deberíamos sentarnos e intentar resolver esto de forma pacífica porque de seguir así...

El puñetazo al estómago que lanzó Milo a Mu fue tan rápido que hasta a los hermanos de fuego (Aioria y Aioros) les habría costado seguirlo.
- Estate calladito que esto es una discusión de hombres. Muy bien, ¿por donde ibamos, Shura?
- Yo me aparto que los suicidas no son una buena compañía en tiempos de crisis.
- ¿Como dices?
- Bichooo ¿Porqué hizo eso?¿Qué le hizo a usted, Milo? - se oyó gritar a Aldebarán desde la entrada al salón.
- Alde, ¿eres tú? - preguntó Milo viendo entrar a una brasileña claramente llena de intenciones asesinas - Oye, permíteme decirte que estás espectacular
- Milo, ¿quál é la nuestra primera regla de convivencia? -
- Esto...no hacer enfadar a Aldebarán? - contestó él con un hilo de voz lo suficientemente alto para que la taurina lo oyera. - Bien puées entonces, ya sabes lo que va a pasar ¿verdad? - añadió ella tronándose los nudillos de forma poco femenina.
- E-esto...fue un accidente,lo s-s-sa- sabes ¿v-verdad?.... ¿No podemos, ya sabes, s-sentarnos y fingir que nada ha pasado y eso? - contestó tartamudeando y retrocediendo el cada vez más pálido escorpiniano. Sabía que la humedad de sus pantalones pasaba inadvertida gracias a la armadura dorada.

De pronto y sin previo aviso, la de Tauro se detuvo y sonrió de forma pícara.
- ¿Que pasa?¿Porqué te detienes? - preguntó Milo extrañado
- No puedo pegarle a un hombre que se mea en los pantalones. Es humillante. - contestó bajando el puño que, de seguro, habría destrozado la cara del escorpiniano.
- Pero ¿que dices? ¿Cómo me iba a mear yo si soy un caballero? - intentó mentir aún sabiendo, por el calor de su cara, que se estaba poniendo colorado.
- Vale, en realidad no lo sabía. Pero por la cara que has puesto sé que si te has meado - contestó echándose a reír la taurina.
Ante sus risas, Milo bajó los brazos que había levantado a modo de defensa y bajó la cabeza con vergüenza. Ni siquiera sintió el puñetazo que lo envió contra las escaleras traseras casi rompiéndole el cráneo.
- ¿Qué ha pasado aquí? - preguntó Saga entrando a la habitación seguido por Shura.
- Nada, sólo que Milo atacó a Mu, yo le pegué un puñetazo y ... - empezó a decir Aldebarán cuando el español le interrumpió diciendo - Temo que Milo se emborrachó esta mañana y vino aquí a darnos la lata con desvaríos acerca de que Camus era mejor amigo que yo.- - ¿Y?¿Eso es todo? Aldebarán, ¿te importaría llevar a Milo a su casa? -
- No, señor. Enseguida. - contestó la brasileña
- Espera, Alde. Creo que será mejor que lo haga yo, ya que mi casa está más cerca del templo de Escorpio que la tuya y, además, yo ya me iba para allá. - se ofreció el de Capricornio.
- Muy bien, hasta otra. - contestó Aldebarán levantando y cargandose a su amigo a la espalda dispuesto a cruzar el templo de los Gemelos directo a su casa.
Ya en la salida Máscara le salió al paso con su característico andar arrastrado.
- Hola, Tauro. ¿Va todo bien? -
- Hola, Cáncer. ¿Qué es lo que quieres? - respondió de forma seca la de Tauro.
- Quería preguntarte si no te importa que te acompañe y así charlamos un poco. -
- Siendo tú no sé, quizás estés intentando ligar conmigo.
- Ya sé que la mayoría dentro de este páramo de asceta no me tenéis especial cariño pero yo también puedo ser caballero cuando me lo propongo. -
- Y ¿cómo sé que no intentarás algo sucio y rastrero si te dejo entrar? -
- Tú sabes que respeto a Mu y que jamás intentaría quitarle algo suyo a sabiendas de que me matará y su "padre" Shión tiene el poder suficiente para expulsarme definitivamente del Santuario. Aparte si no te fias de mi grabaremos la conversación y así lo que hagamos quedará registrado ¿qué te parece? -
- Déjame pensarlo... -
- Siempre creí que el primer gemelo era Kanon -
- Está bien puedes venir. -
Casa de Escorpio
- Yyy ya está. - dijo Shura depositando cuidadosamente a Milo en su cama. - Caramba, ¿quién iba a pensar que alguien que basa sus ataques en la velocidad sería tan pesado? Y ahora a buscar al existencialista, seguro que estará también bastante hundido en la miseria de vivir* - añadió estirando los brazos para desentumecerlos.
Y así subió al templo del apodado como "el mago del hielo".
Casa de Géminis
Tras las despedidas después de la reunión, Saga se quitó el casco de la cabeza y se apoyó en una de la paredes diciendo para si:" Uff. Por fin se fueron. Necesito una ducha y una cabezadita. Pero antes..."
Tras abrir una puerta oculta disimulada en la pared, bajó una larga escalera hasta el sótano secreto de Géminis.
- Buenos días, Asfodel. ¿Has dormido bien? Jejeje - se le oyó decir mientras cerraba la puerta con llave.

Boys Like GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora