-Me conoces?- pregunté.El mundo me daba vueltas. Había dejado olvidado mi pasado en en L.A. La vida me había dado una segunda oportunidad para comenzar de nuevo, o eso pensé.
Lamentablemente mi pasado era como mi armario: demasiado pequeño para contener toda la mierda que tenía dentro, explotando eventualmente y esparciendose por todo el suelo a la vista de todos.
- No.- El alivio me inundó. Sentí como si por fin pudiera respirar lugo de escuchar esa simple palabra -El conserge me lo dijo. Aunque no fue fácil sacarle la información.-
Menos mal que le había pagado al viejo hombre para que no diera información sobre mi. No sabía mucho tampoco, solo mi nombre, mi numero de apartamento, lo básico. No quería que nadie me encontrara, a pesar de que nadie me estaba buscando.
- Vale.-dije. Sabía que debía levantarme e irme, pero era incapaz de moverme ante su mirada penetrante. Además, tenía mucha hambre y esta era mi mesa.
Asi que solo procedí a atacar mi comida como una muerta de hambre en frente de este glorioso chico.- Bueno cuentame, que hace una chica rica como tu por aquí?- preguntó el.
- No soy rica- dije, causando que levantara una ceja en respuesta.- Mis padres lo son. Si fuera rica no viviría en ese apartamento para empezar.- ni en sueños iba a decirle por que estaba aquí- Que haces tu aquí?- le pregunté.
- No lo se. Explorando creo. Acabo de terminar ni primer año de universidad, y digamos que... no era para mi. Asi que lo dejé y ahora aquí estoy- dijo abriendo los brazos- viajando por el mundo.- apenas termino su oración se metió una cucharada enorme de lo que sea que estuviera comiendo.
No pude evitar reirme ante la imagen que tenía frente a mi: un chico que podría ser perfectamente un modelo de Abercrombie metiendose una cucharada enorme de esa cosa horrorosa- Que es lo que comes?-
- Postre. Una de las ventajas de llevarte bien con la cocinera es que te dejan tomar lo que quieras de la despensa.-dijo mientras deslizaba su plato hacia mi.- ten, pruebalo.-- Uumm, no lo creo.-
- Vamos ya estas comiendo todo eso- dijo señalando mi comida. Yo ya me había terminado la mitad de mi plato.- unas cuantas calorías mas no haran daño.-
- No es eso. Es que quien sabe que cosas tendrá tu... Postre- lucía asqueroso.
- Vamos, solo un poco- dijo dandome su cuchara. Y debo decir que la idea de comer esa cosa de la misma cuchara en la que se habían posado sus labios sonaba tentadora.
- No vas a dejar de insistir, cierto?-
- Nop.- dijo sonriendo mientras que se reclinaba en la silla con los brazos cruzados.
<< Oh querido jesus>>
- Bien.- refunfuñé. Tome una pequeña cucharada de la cosa y me la llevé a la boca. La verdad es que no estaba nada mal, era delicioso a pesar de su aspecto.
- Te dije que estaba bueno.-
- Se ve peor de lo que sabe.- respondí haciendolo reir.- Ni siquiera se tu nombre, sabes.-
- Hunter Coneley.- dijo ofreciendome su mano.
- Savannah... Hall.- dije y tomé su mano.
No se por qué mentí sobre mi apellido. Creo que era porque sentía que Savannah Rose estaba manchada, sucia. Savannah Hall en cambio... Ella era pura.
Y así como así, me encontré pasando la tarde con este extraño que era mi vecino, queriendo saber mas sobre el. La verdad es que no era tan imbecil como pensaba que era, solo aparentaba serlo.
Miré mi celular. Eran las cinco. Había pasado casi dos horas hablando con Hunter. Y tení dos llamadas perdidas de mi madre. Esto era malo. Muy malo. El celular vibró y la pantalla se iluminó con el nombre de mi madre, Scarlett Rose.
- Disculpa.- le dije a Hunter y me dirigí hacia los baños- Madre- dije abriendo tan fuerte la puerta que asusté a una pobre señora que se encontraba retocando su maquillaje, haciendo que se valla y me deje a solas.
- Savannah. Te he estado llamando y te he enviado un mensaje. No respondiste.-dijo. No estaba de buen humor. Bueno, nunca estaba de buen humor conmigo.
- Si, lo se.Estaba almorzando.-
- No es un poco tarde para almorzar?- no podía dejar de juzgar todo lo que hacía por un momento?
- Si, yo...- no sabía que decir. Que había estado con un chico no era una buena opción, teniendo en cuenta mi reputación con los chicos. Seguro pensaría que ya me había dejado enbarazada.
No tube tiempo de formular una excusa cuando ella habló- Espero que no hayas estado de fiesta. Si alguien se llegara a enterar, todo lo que tu padre ha tenido que hacer para borrar lo que paso habrá sido todo para nada.- dijo friamente.
No tenía una buena relación con mis padres. Ellos ni siquiera querían tener hijos. Fué el deseo de mis abuelos antes de morir de que mis padres tuvieran herederos lo que permitió mi existencia. Despues de todo, el dinero de mis padres provenía todo de las empresas y propiedades que eran de mi abuelo.
- Como crees que estaría de fiesta? Despues de todo lo que sucedió?-
- No esperaría mas de ti. Por cierto, el abogado ha arreglado todo con los Davies. No presentaran cargos.- y con eso dicho colgó.
Miré mi reflejo en el espejo. No era la misma de antes. Había cambiado, y para bien. Pero por mas que tratara de restarle importancia a las palabras de mi madre, estas me herían terriblemente. No estaba de fiesta, pero estaba con Hunter. Y la estaba pasando bien. Estaba mal ser feliz cuando sabia que Brook estaba muerta gracias a mi? Yo creía que si. Tendría que alejarme de Hunter.
Salpiqué mi cara con agua y sali del tocador. La cafetería se había llenado un poco mas durante los pocos minutos que me fuí.Me dirigí hacia mi mesa. Hunter no se encontraba allí, miré a mi alrededor pero tampoco lo encontré. Comenzé a tomar mis cosas para irme cuando note un pequeño trozo de papel sobre mi bolso. La servilleta decía:
"Tube que irme. Lo siento.
-H"
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The Other Part Of Me
RomanceComo puedes vivir luego de haber cometido un error tan terrible? Savannah Rose lo tenía TODO. Millonaria y rodeada de su grupo de amigos de la èlite social con quienes no hace mas que irse de fiesta y meterse en las drogas y el alcohol. Pero en un...