Beta |l.d /S5| ❴Editando❵

05;; scream

No me gustaba sentirme débil.

A nadie le gusta sentirse débil.

Pero en ese momento, me sentía como una niña indefensa que necesitaba ser rescatada del lobo feroz, y no tenía ni la menor idea de quién podría ser mi lobo feroz.

Después de esta tarde, realmente quise alejarme de todos, y en ese todos también estaba mi propia familia, porque al parecer mamá también ocultaba algo, lo supe en cuanto Scott llegó de donde sea que llevó a Liam y ella se puso a hablar a escondidas con mi hermano.

Me había pasado la tarde entera evitando a cualquier persona, desde que que llegué de la escuela, con Lydia y Stiles que fueron los que me trajeron, me encerré en mi habitación, me puse los audífonos y escuché música a todo volumen.

Ni siquiera cené.

Mi celular vibró, dejé de lado mis cuadernos y lo desbloqué, era un mensaje de Audrey.

Me la pasé hablando con ella por un rato, hasta que Scott apareció en la puerta con un plato de comida en sus manos, él sonrió mientras yo me limitaba a hacer una mueca.

—Brianna...—comenzó, yo simplemente lo ignoré y seguí hablando con Audrey por Whatsapp, a quien le había contado todo desde que llegué aquí, desde como la había pasado con Scott y mamá, de Lydia, Malia y Kira hasta del sarcástico de Stiles, de hecho, también le conté sobre Mason y el extraño comportamiento de Liam la noche pasada.

Y de la herida que llevaba en su torso.

—¿estás molesta?— hice una mueca, Scott siempre me hacía sentir bien y por más que intentara estar molesta con él yo terminaba rindiendome o algo, pero en serio estaba molesta con él.

Dejó el plato en mi escritorio y se sentó en mi cama conmigo.

—¿por qué estás molesta, Bri?— rodé los ojos.

—Lydia me dice así solamente.—Scott me miró mal.

—Callate, yo soy tu hermano.

—¿y eso qué? yo soy tu hermana y no por eso me dices que era lo que Liam tenía.—contraataqué.

—¿por qué debería decirte? no lo conoces.

—No, pero..., soy curiosa.—hice una mueca.

—Tampoco lo entenderías.

—No soy tan tonta ¿sabes?

—Claro que lo sé, pero...no.

Me quedé callada por varios minutos, sin decir absolutamente nada, bajé de la cama dispuesta a buscar ropa para poder ducharme y después descansar un poco, estaba realmente agotada.

—¿a dónde vas?—preguntó Scott.

—A bañarme.—rodé los ojos y entré al baño.

[...]

Me tardé alrededor de media hora dentro del baño, pero no porque me tardara tanto en bañarme, simplemente el desenredar mi cabello llevaba algo de trabajo. Mi cabello era demasiado largo, era algo que me gustaba mucho, pero últimamente lo veía demasiado aburrido, pensé en cortarmelo, pero ya era muy tarde para hacerlo yo sola, si me quedaba mal no habría un remedio rápido o algo, probablemente. Simplemente lo dejé suelto y salí del baño, lista para ir a la cama, cuando abrí la puerta el frío de la noche pegó en mi rostro, algo que me pareció extraño porque antes de entrar a ducharme estaba cerrada la ventana, supuse que fue Scott quién la abrió, aunque ya no se encontraba ahí. Me encogí de hombros y fui a cerrarla.

Parecía estar trabada cuando después de varios intentos por cerrarla no cedió, me di por vencida y tomé mis pantunflas para ir a buscar a Scott que me ayudara con la ventana. Su habitación quedaba al frente de la mía, pero no parecía haber alguien ahí dentro, bajé hacia la sala pero estaba igual de vacío.