—¿Eres... Allen Leech? —dije tratando de contener la calma.
Él asintió y sonrió con diversión y cierto orgullo.
—Así es, hola —me tendió la mano.
Dios santo, Allen Leech me está saludando. ¡Reacciona, torpe!, pensé.
Él era uno de los actores del cast, daba vida a Paul Prenter, y aunque detestaba a su personaje, no podía evitar emocionarme por tenerlo frente.
—Hola, soy Ashley Sellers —sonreí estrechando su mano con cierta torpeza.
Me regañé internamenre. Solo debía relajarme y mantenerme tranquila, solo eso.
—Un gusto, Ashley —me sonrió.
Estaba hablando con Allen. De alguna manera, las piernas me flaqueban. Mi respiración se entrecortaba y sólo podía sonreír como promotora de productos.
—Igualmente, Allen. Escucha, fui por entradas para la convención del sábado allí —señalé el lugar de ventas—, y el vendedor me dijo que las entradas estaban agotadas, y que las últimas te las habías comprado tú —expliqué, y rasqué mi nuca, nerviosa.
—Oh, si son para regalar —dijo sonriendo.
Alle era tierno, me agradaba más así, y no como Paul.
—¿Te molestaría venderme una? —mordí mi labio con nerviosismo.
Él frució el ceño y negó rápidamente. Lucía molesto y aquello me asustó.
—Claro que me molestaría vendértelas —respondió y me quede sin habla.
Bueno, tal vez seguía cayéndome mal como Paul.
—Oh, entiendo. Lamento esto. Adi... —Allen me interrumpió.
—Te las regalo, para eso los compré —habló sonriendo y me dió un boleto que sacó de su chaqueta.
—Allen, yo... ¡Mil gracias! —sonreí emocionada y lo abracé con fuerza, tomándolo por sorpresa.
—De nada, cariño —respondió riendo.
Me separé de él y observé el boleto que yacía en mis manos. Sonreí. En ese instante saqué mi celular del bolsillo y hablé.
—Ya que estamos... ¿te molestaría una foto? —pregunté temerosa de su respuesta.
—Oh, claro que no, dame eso —divertido, tomó mi móvil y posamos para unas selfies.
Unas poses, dos sonrisas, unos clicks y las fotos estaban listas.
—Gracias por los boletos, eres el mejor —le agradecí y sonreí.
Él imitó mi acción y negó.
—No es nada. Entonces espero volver a verte el sábado —comentó, yo sonreí y asentí con frenesí, Allen sonrió, se despidió y se marchó.
Me sentía más que genial. Inexplicablemente emocionada.
Guardé los boletos en mi bolso y regresé a buscar a Dakota.
—¿Dónde demonios estabas, Ash? —me regañó mientras cruzaba sus brazos y me fulminaba con la mirada.
—Creo que es mejor no decirtelo porque creerás que estoy drogada o loca —reí y comencé a caminar hacia el taxi que nos esperaba.
—Oh, ¿te encontraste a un chico guapo? —dijo coqueta.
—Sí, en realidad —respondí y Dakota me miró asombrada.
—Déjame grabar esto, único momento en el que Ashley Sellers, admite ver a un chico lind... Espera, ¿no habrás visto a ese Gwilym comosellame? —me miró con el ceño fruncido.
Solté una fuerte carcajada y negué.
—Lastimosamente no, pero ya, calma. Vamos al hotel —comenté riendo y nos subimos al taxi, para ir en busca de un hotel.
Cuando llegamos al hotel, nos acomodamos.
Dakota salió a dar una vuelta para conocer la zone, así que estaba sola en casa, por lo que decidí pedir pizza para pasar el rato mientras disfrutaba de alguna película, o tal vez, de la misma...#
Gwilym.
El día de la convención estaba por llegar. Yo estaba con ganas de que fuera sábado, presentía que ese día sería genial, y que traería grandes sorpresas.
—¡Hola, perras! —gritó Rami al entrar a la gran sala, la cuál estaba hecha un desastre.
—No grites, tonto, y por favor ya supera tu complejo de Freddie Mercury —dijo Ben quien estaba con dolor de cabeza poco aguantable.
—Hey, Rami, ¿trajiste comida? —cuestionó Joe, quien estaba recostado de cabeza en el sofá.
—Me temo que no, pequeñin. Sólo he traído conmigo mucha hambre —respondió él, riendo.
—Hey, Joe, ¿vamos por comida? —le pregunté al pelirrojo quien se enderezó en su asiento, algo mareado por la posición en la que estaba.
—Estoy bien. Vamos —anunció, se puso de pie y salimos del departamento por unas pizzas.
Caminamos por la cuidad, dejando atrás el desagradable sonido de Ben quejándose por su dolor, y sus falsas promesas de que nunca volvería a beber. Lo cuál es verdaderamente gracioso ya que siempre horas despues se cuelga de la botella.
Joe suspiró y se giró hacia mí. Sabía lo que significaba aquello, y no quería hablar del tema, pero finalmente me preguntó lo siguiente:
—¿Cómo te va con Jane? He visto que no han estado hablado mucho —hizo una mueca y me miró con seriedad.
Me llevé la mano a la barbilla y pasé mis dedos por ella, pensando en qué respuesta le daría a Joe.
—Vamos de mal en peor —respondí en un suspiro—. Prácticamente sólo la busco cuando estoy aburrido, ya sabes, pero creo que tampoco me complace en eso —pasé mi mano por mi cabello, despeinándolo un poco.
Joe elevó sus cejas y sus labios, asintió y se giró hacia mi.
—¿Por qué sigues con ella? —metió su mano en los bolsillos de su jean mientras esperaba mi respuesta.
Miré hacia la ruta y lo pensé, no lo sabia, realmente. Suponía que era la costumbre, finalmente.
—No lo sé, Joe. Creo que hablaré con ella para dejar esto, nos hace mal —decidí, me encogí de hombros y seguimos caminando en busca de alguna pizzería.
Joe asintió mientras paseaba su vista por los autos que pasaban y pasaban a nuestro lado.
—Pues es lo mejor, Gwi. Es hora de buscarte una chica sana en quien fijarte y tomarla enserio, que ambos se amen a pesar de todo, principalmente —aconsejó y me dió unas leves palmadas en la espalda.
Finalmente, más tarde llegamos a una pizzeria.
Él se adelantó e hizo los pedidos mientras yo sólo me quedé pensando en lo que me había dicho.¿Y si tiene razón? Tal vez ya es hora de que tome una relación enserio, pero no se, es difícil.
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Fangirl Dream [Gwilym Lee]
Romance«¿Enamorarse de una Fan? Es algo que nunca ha pasado por la mente de alguna celebridad a menos que sea una simple pregunta en alguna entrevista. Pero cuando ella llegó a mi vida, me he dado cuenta de que no sólo ella cumplió su sueño, si no que ta...