AntebelluM - 30 Seconds to Mars

Capítulo 6 - Artificios

Artificios

"¡Ay los vicios humanos! Son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito" ―Charles Baudelaire 

Valentina no quería levantarse esa mañana del Domingo. Y por esa misma razón pasó casi toda la noche entre pesadillas, unas que auguraban catástrofes y más desgracias de las que se podían prever. En sus sueños se veía a sí misma haciendo fotografías para la banda de 30 Seconds to Mars durante un concierto y, por alguna razón, era llamada por Jared a subir al escenario y saltar luego del mismo en dirección a una multitud enloquecida.

En otros, que su cámara se rompía a mitad de un evento importante sin tener otra opción que sucumbir ante la frustración. Alrededor de las tres de la madrugada los sueños cesaron y pudo al fin descansar apaciblemente un par de horas más.

Los fines de semana casi nunca colocaba la alarma y ese día no fue la excepción, poco a poco fue arrastrada de las profundidades del subconsciente y mientras sucedía, su mente comenzó a repasar las tareas pendientes.

«Prepararé un café con leche cuando me levante, quizás también un sándwich con queso y tomate de acompañante. No eso no, mejor una avena caliente» Apretó la mejilla a la almohada y sonrió al compás del gruñido de su estómago, sus ojos aún se sentían pesados y la suavidad de la cama junto a su calidez le invitaban a quedarse allí meditando con los ojos cerrados.

«Mientras como quizás vea televisión para variar y luego me daré una ducha para prepararme, ya que esta noche es la reunión en casa de Jared. Aunque no me preocupo, comienza a las nueve, así que tengo suficiente tiempo» Otra sonrisa, esta vez más amplia. Si todos los días de trabajo fuesen así «Quizás deba usar un vestido cóctel, pero con zapatos de tacón bajo. Espera...la fiesta es de disfraces. ¡Y yo no tengo ninguno!»

Valentina abrió los ojos de par en par, la habitación se encontraba en penumbras gracias a las cortinas pero aquello no le impidió ver algunos objetos.

Debía darse prisa si quería conseguir un disfraz apropiado de último minuto y más aún en temporada de Halloween. Quitó la sábana y trató de dar un salto fuera de la cama, pero una fuerza alrededor de su cintura rápidamente la devolvió de regreso.

Algo le sujetaba, bajó la vista y dio con un pálido brazo enroscado alrededor de su tronco. No fue hasta girar la cabeza que pudo conectar los puntos: REGALO + HECHIZO + GUARDIÁN.

El zorro se encontraba acurrucado a su lado y comenzaba a despertarse. Por un instante hasta le pareció adorable. «Bastardo»

― Buenos días pequeña, ¿cómo dormiste anoche? ―le preguntó con un tono profundo, característico de los hombres que acaban de despertar, pero con ese dejo juguetón mientras apoyaba el codo derecho en la almohada y usaba esa mano para sujetar su cabeza.

Valentina frunció el ceño y le metió un fuerte empujón en el pecho, en segundos, el zorro caía al suelo en el lado contrario de la cama― ¡Abajo pomerano!

― ¡¿Por qué hiciste eso?! ―el zorro se puso de pie confundido, sobándose el cuello donde recibió un fuerte golpe con la orilla de la mesa de noche.

― Te dije que durmieras en el mueble ―se quejó Valentina, levantándose también― ¿Y qué rayos haces de nuevo desnudo? ¿Dónde está ropa que me dio Dorothea para ti?

El zorro señaló un montón de telas en una esquina con su dedo índice.

― El mueble es duro para dormir y hacía frío, así que a las tres de la mañana decidí venir. ―hizo un puchero, entornando los ojos― Para subir a la cama y no despertarte me transformé en zorro y la ropa no me quedó más...